A todos nos gusta que nos digan que tenemos una casa que enamora. De esas que transmiten buen gusto por cada detalle, y que hacen que todo el mundo se quede prendado de ella cuando nos visita. Será porque está cerca el día de los enamorados, o porque de repente estamos un poquito más sensibles, el caso es que nos hemos propuesto que tu casa tenga un puntito romántico. Toma nota de estos 5 consejos, ¡y verás cómo triunfas!
En este artículo
- 1. Con tejidos gustosos y achuchables
- 2. Baños de espuma o duchas para el deleite de los sentidos
- 3. El color del amor
- 4. Qué no falten las flores
- 5. Detalles que suman
1. Con tejidos gustosos y achuchables
El estilo romántico nos pide a gritos textiles muy suaves y delicados en los que acurrucarse. Te hablamos de mantitas en el sofá, plaids, cojines, fundas para las butacas. Siempre telas muy gustosas y fáciles de lavar, y mantener, para que las disfrutes sin miedo a que se manchen. Un ambiente romántico pide terciopelo (que además de ser muy romántico está de moda), algodón, lino, tul... Si has tenido un flechazo con unas cortinas no lo estropees dejándolas cortas. Ahora se llevan las que apoyan un poquito sobre el suelo. Y si tu objetivo es una cama muy atractiva, ni te lo pienses, tienes que ponerle un dosel: de madera, con tul, con tela de algodón, unas guirnaldas de luces... Siempre siendo fiel al estilo de uno mismo y sin pasarse.
2. Baños de espuma o duchas para el deleite de los sentidos
Nadie se puede resistir a un delicioso baño con velas, música suave y una luz agradable. Las columnas de ducha y sus agradables chorritos también son medicina para el cuerpo. Sea como sea tu baño, crea un ambiente romántico, instalando un sistema de luz que puedas regular para conseguir la intensidad perfecta. Un grifo termostático hará que el agua salga a la temperatura perfecta. La misma que deben tener las toallas al salir, esperando calentitas en un radiador toallero. En este baño con una gran bañera de hidromasaje y su ducha con rociador de techo, el disfrute está asegurado.
3. El color del amor
Si quieres que el amor frote en el aire, sin saturar el ambiente, opta por colores como los rosas, malvas o morados sobre base blanca. Si quieres puedes añadir algún papel pintado con un estampado pequeñito y jugar con la combinación con la colcha o las cortinas. Un cabecero tapizado, una lámpara de araña, una butaca delicada, una mesa de cristal... Atrévete a decapar algún mueble en blanco o gris para conseguir un look delicado. Todo sin pasarte. Recuerda que el estilo romántico está muy bien, pero el "cursi" puede quedar excesivo. Sigue el ejemplo de la imagen y busca la armonía.
4. Qué no falten las flores
¡Transmiten siempre tantas emociones! No se trata de convertir la casa en una floristería, pero sí de ponerlas en lugares estratégicos para que no pasen desapercibidas. Sobre la mesa del comedor, en el tocador de tu dormitorio, sobre el lavabo... Ni siquiera hacen falta jarrones. Puedes reciclar tarritos de vidrio y utilizarlos para exponerlas con sensibilidad. El estilo romántico se lleva muy bien con el vintage, eso nos abre la puerta a usar tejidos florales en textiles, papeles pintados, o incluso los cuadros en la pared. En el dormitorio de la foto todo irradia sensibilidad: el tapizado del cabecero, la ropa de cama, los muebles decapados o el detalle del armario empotrado con puertas de cristal y cortinas.
5. Detalles que suman
Ahora que ya lo tienes casi todo para triunfar no metas la pata por descuidar los detalles. Busca accesorios coquetos que hagan tu casa diferente. Una mesita decapada o afrancesada, un baúl restaurado, ese espejo que heredaste, molduras en el techo o las paredes... Puedes usar corazones si quieres en los tejidos o las lámparas, pero no es imprescindible. Como has visto, las telas, el color, la luz justa gracias a los reguladores de intensidad y la aromaterapia, son imprescindibles para que el amor frote en el aire.
¿Y a ti, te gusta el estilo romántico? Recuerda que es mejor ir de menos a más y parar si encuentras el ambiente muy cargado. Al final nuestra casa es una proyección de nosotros mismos, y nadie quiere resultar pesado. Ponte manos a la obra y siéntete, por fin, "in love" con tu hogar.