En este artículo
- Empecemos por el mobiliario
- El poder del textil
- Textil también en el suelo
- Plantas y verde
- Obras de arte que dan color
- Color y libros
Empecemos por el mobiliario
Las paredes blancas son ideales para dejar que la luz entre con mayor fuerza en casa. Potenciamos esa luz y también damos sensación de amplitud. Esto no significa que no podamos dar color al ambiente con el mobiliario. Podrías escoger mesas con colores potentes, también aparadores llamativos. No obstante, simplemente con que la mesa de comedor no sea de cristal, aumentando así esa sensación neutra, bastará. Un buen material para contrarrestar esa neutralidad del blanco es la madera. Excelente material para aportar calidez y romper con blancos.
Una de las partes más interesantes de apostar por las mesas de madera, es que luego podremos añadir color sin límites en nuestro menaje, ya que la madera encaja con absolutamente todo.
El poder del textil
Nunca jamás debemos infravalorar el color del textil; y es que podríamos tener el comedor más blanco e impoluto del mundo y darle un giro completamente radical con un tapizado de sillas de un color potente como el amarillo. También sería de mucha ayuda incluir varios cojines coloridos para completar el ambiente.
Textil también en el suelo
¿Y si dejáramos que el color arropara nuestros pies? No es nuevo, hay un sinfín de ambientes en las principales revistas de decoración que nos muestran que las alfombras también pueden colocarse en la zona del comedor, bajo la mesa y las sillas.
Tener un comedor más bien neutro va a permitir que podamos incluir alfombras con patrones decorativos bastante llamativos. Además, al estar en el suelo, la inclusión del color será mucho más sutil aunque el modelo de alfombra tenga colores potentes.
Plantas y verde
Sabemos que está de moda la decoración con plantas. En un comedor más bien neutro, estas plantas pueden dar un toque natural precioso. Podemos escoger modelos pequeños para colocarlos en diferentes puntos del ambiente (encima de la mesa, en una mesa auxiliar etc) o bien decantarnos por una gran planta colocada en uno de los laterales de la habitación. Sea como sea, este verde puede cambiar por completo nuestro comedor.
Otra opción a tener en cuenta es crear un jardín vertical para colocarlo en la pared más próxima a la mesa. Seguro que será la sorpresa con mayúsculas en esta estancia de la casa.
Obras de arte que dan color
Vale, no queremos pintar las paredes, pero esto no significa que no podamos colocar una obra de arte de esas que hacen que nuestros ojos se dirijan automáticamente a ella. Los cuadros y láminas pueden ser un recurso de color muy interesante en cualquier habitación, también en nuestro comedor.
En este caso, es interesante escoger una obra que cubra una gran parte de la pared enfrentada a la mesa. También podemos crear una composición con diferentes cuadros o incluso colocar un tríptico.
Color y libros
Una última opción que puede ser de muchísima utilidad en las estancias que tienen que incorporar estanterías de almacenaje. Si no queremos pintar, aportemos color mediante obras literarias. Esas estanterías pueden ser un lienzo en blanco para incluir libros con un sinfín de tonalidades. Además, esos estantes también pueden darnos mucho juego para incorporar otras piezas decorativas que den dinamismo a nuestro comedor.
