¿Cuáles son las ventajas de pintar tus muebles con Chalk paint?

El Chalk paint te permite inventar un aspecto totalmente nuevo, para un viejo mueble de madera o melamina que tengas por casa. A continuación, te contamos cómo pintar un mueble antiguo de manera sencilla. Sólo tienes que elegir un color que combine bien con el resto de elementos que tienes en la habitación, y ponerte a pintar. Esta pintura tiene la enorme ventaja de que no necesita que imprimes el mueble primero (aunque sí se recomienda muchas veces para facilitar el agarre o evitar el típico "sangrado" de algunos muebles barnizados). Sólo tienes que limpiar la pieza a fondo y pintarla. ¿Y hay que encerarla? Generalmente sí, aunque depende del aspecto que le quieras dar. Usa una brocha de pintor si quieres que el resultado se vea más artesanal, o un rodillo de espuma, si buscas un acabado más perfecto. También está la opción de los sprays, pero no te vamos a engañar, trabajar con ellos no es nada fácil y requiere de un buen trabajo previo cubriendo paredes y suelo para no manchar nada. 

Desde unas sillas de metal, a los azulejos de la cocina, un mueble de baño o un cesto de  fibra. La clave para hacerlo bien es elegir la gama correcta de Chalk paint. Verás que todas las marcas no tienen la misma proporción de tiza y que cada una tiene una línea especial para muebles, otra para exteriores y zonas húmedas, o incluso solo para paredes. Volviendo los muebles que es el tema de hoy, imagínate: puedes ponerles patas nuevas, cambiar los pomos, añadirles un estampado y por supuesto pintarlos. ¡La creatividad no tiene límites con este tipo de pintura! Pierde el miedo a hacerlo tú mismo y entra de lleno en el mundo do it yourself (DIY). 

El Chalk paint es una pintura natural sin acrílicos que proviene de la tiza y que no requiere de ninguna experiencia previa para aplicarse. Como su base es al agua, si algo se mancha durante la aplicación, lo podrás limpiar perfectamente (lo mismo con los pinceles o la cubeta que uses). Cuando destapes un bote de esta pintura, verás que es muy densa (y que normalmente no hay que diluirla). Por eso, con un bote cubre mucha superficie. Te sorprendería saber que con muy poca pintura, puedes renovar el aspecto de todas las puertas de tu casa. Haz cuentas para ver cuánta pintura necesitas: cada litro de Chalk paint cubre de media entre 6 y 8 m². Es muy importante extender la pintura y aplicarla en capas finas. 

Si has pintado alguna vez otros muebles, recordarás el intenso olor que queda en casa durante varios días (sobre todo si usas esmaltes). Sin embargo, con las pinturas de alta composición de tiza, este problema se acaba de raíz. Son pinturas densas de aplicación directa (sobre superficies limpias y secas) y que no generan ningún olor desagradable. Eso hace que puedas desarrollar poco a poco y a tu ritmo cualquier proyecto, sin miedo a tener que pasar después horas ventilando tu casa. 

La carta de colores de cualquiera de las marcas de Chalk paint es inmensa, pero si no acabas de encontrar el color exacto de tus paredes o papeles pintados (por ejemplo), puedes mezclar diferentes tonos hasta conseguir el color que estás buscando. Esta pintura seca muy rápido (otra ventaja más) pero es fundamental que respetes los tiempos de secado entre manos de pintura, para que el acabado sea perfecto y duradero. 

Los primeros días deberás ir con cuidado con los golpes o arañazos, la pintura estará tierna y podrá saltar. Pero una vez que cure y seque bien, la pintura a la tiza se vuelve tremendamente fuerte (incluso si sólo aplicas una capa). Si llevas idea de lijar la pieza (para que parezca antigua, por ejemplo), deja secar la pieza por completo antes de meter la lija. De todas formas, para muebles que usas habitualmente, o que van a sufrir mayor desgaste, también hay ceras o barnices con un extra de tiza pigmentada tan fáciles de aplicar como las pinturas. Lo ideal sería que te informaras previamente del tratamiento necesario para esa pieza. ¡Así nos aseguramos un acabado perfecto!

Desde el decapado con lija (o con cera), al acabado a la cera o el decoupage con papel. Con este tipo de pintura, podrás aplicar la técnica que quieras para sacarle el máximo partido de forma rápida y sencilla. Pinta el mueble con el color que quieras, y atrévete a dibujar sobre él formas con ayuda de una plantilla. Después, puedes lijar las esquinas para que parezca antiguo, o incluso aplicarle distintos colores de fondo que salgan con el mismo papel de lija. También hay rodillos troquelados ideados para estampar figuras sobre los muebles, las paredes o incluso tejidos, con pintura a la tiza. Y si no te gusta nada el tema de la lija, investiga un poco sobre la técnica del pincel seco para envejecer superficies: ahorra mucho tiempo, polvo... ¡y pintura!; o prueba a hacerlo con cera: hay un montón de acabados y colores, que juntos o por separado, pueden dar muchísima personalidad a cualquier pieza. 

¿Y tú, conocías las ventajas del Chalk paint? ¿Has pintado algún mueble o superficie con esta pintura? Nos encantaría que nos contaras tu experiencia.