Cuando el tiempo apremia, los recursos son escasos, y las expectativas altas, lo único que queda es emplear el sentido común. El estudio de arquitectura de Eva Cotman se enfrenta con este proyecto a la necesidad de ofrecer con pocos gestos soluciones que sean a la vez flexibles, y personalizadas.
Una lección de sofisticada simplicidad que juega a transformas estos 40m² en un espacio de máxima funcionalidad.
En este artículo
- La casa y su piel
- Espacio diáfano y funcional
- Soluciones a medida
- Un lienzo en blanco
- Con pocas palabras
La casa y su piel
La vivienda se sitúa en el efervescente barrio del Raval de Barcelona. Una zona con historia, que ha pasado en pocos años de marginal a popular, punto de encuentro para el ocio, arte, y gastronomía. El proyecto trata de elevar el apartamento a la altura de un barrio vivo, activo y jóven, mediante un proceso de limpieza y mejora. El paso del tiempo ha ido dejando su huella impresa en la casa, con una serie de elementos y capas que ocultan su valor. El primer gesto de la intervención fue el de desnudar el espacio hasta su esencia, descubriendo la estructura y materiales constructivos que hablan con claridad de la historia del edificio.
Espacio diáfano y funcional
Los clientes trasladan el espíritu del barrio a su vida personal, recibiendo a amigos en casa para cenas y reuniones. El programa plantea una sectorización de la casa en dos únicos ambientes: el espacio principal, y el espacio más íntimo. Siguiendo esta premisa de distribución se plantea un esquema diáfano, donde las estancias se diluyen unas con otras, el recorrido es fluido, y la estructura funcional. Con una banda de circulación lateral coincidiendo con el espacio de acceso, se resuelve el espacio principal con una sucesión de cocina, comedor y salón con un planteamiento diáfano y participativo. La zona más privada de la casa comprende el dormitorio, vestidor y baño, facilitando las transiciones y optimizando recorridos.
Soluciones a medida
El proyecto cuenta con un elemento multifunción, que organiza los usos y relaciona espacios. Se trata de un mueble escalera convertido en biblioteca, que actúa como elemento de unión de las áreas del espacio de día, constituye una barrera que marca la transición hacia la zona más privada, y además, permite el acceso a un altillo que alberga la cama de invitados.
El proyecto adquiere una nueva dimensión por la suma de un punto de vista diferente al habitual, permitiendo que el volumen espacial se aprecie desde cualquier ángulo.
Un lienzo en blanco
La cocina responde al planteamiento de envolvente neutra que soporte con facilidad el resto del interiorismo. Así como las paredes de ladrillo y las vigas de madera con revoltón cerámico se pintan como si de un lienzo en blanco se tratara, la cocina se proyecta clara y sencilla, en blancos lacados y tonos metalizados.
La tarima de madera que cubre toda la vivienda marca el límite de entrada a la cocina, dando paso a un pavimento más resistente e impermeable. Fondo de pared alicatado en blanco y encimera de Silestone cierran el diseño de corte limpio y sencillo. Se plantea un espacio extra de almacenaje alojado en el hueco del falso techo de la cocina, accesible desde la escalera.
Con pocas palabras
El dormitorio, bañado de la luz natural del patio, se convierte en un espacio de líneas sencillas y tonos suaves. El blanco de las paredes y la ropa de cama envuelve la estancia, y queda interrumpido únicamente por el breve mobiliario de madera. Los techos altos y minimalismo formal dotan a la estancia de valor espacial y arquitectónico, desprovista de ornamentación innecesaria ni engaños. Los espacios se resuelven con simplicidad y buen gusto. Cuando la distribución es buena, el propio proyecto resuelve las actividades cotidianas sin necesidad de muebles. Se trata de conseguir más con menos.
hace 7 años
El blanco y convertir un espacio en diáfano son los puntos más importantes por lo que veo, el resultado es sensacional