Descubre cómo proteger los muebles de exterior y prolongar su vida, conservándolos tan bonitos y resistentes como el primer día. Te explicamos las técnicas para tratar los distintos materiales: madera, resinas y metal. ¡Sigue leyendo!
En este artículo
- Cómo proteger muebles de exterior de madera
- Mantenimiento de muebles de exterior de resinas sintéticas
- Cómo proteger muebles de exterior de fibras naturales
- Mantenimiento de muebles de exterior de metal
- Cómo proteger muebles de exterior con fundas
La estancia a la intemperie deja huella en muchos materiales. La lluvia, el viento, los cambios de temperatura y los rayos UV afectan a la madera, el metal e incluso las resinas plásticas, haciendo que pierdan su acabado y su resistencia. Por eso, saber cómo proteger los muebles de exterior para prolongar su vida útil (y conservar su buen aspecto) es fundamental para poder disfrutar de nuestro jardín, terraza o balcón.
Hoy podemos encontrar productos para restaurar todo tipo de materiales, fáciles de usar y con buenos resultados. La gran mayoría son inocuos para el medioambiente, no son tóxicos y apenas desprenden olor. Pero es importante saberlos utilizar bien para que el acabado sea "de profesional". A continuación te explicamos cómo tratar los distintos tipos de muebles: no te pierdas esta guía práctica para devolver su esplendor a tus espacios de exterior.
Cómo proteger muebles de exterior de madera

Con toda probabilidad, la madera es el material con el que más muebles se han construido (y se siguen fabricando) a lo largo de la historia. Abundante, versátil, resistente y atractiva, tiene todas las cualidades necesarias. Pero cuando hablamos de muebles de exterior, la cosa cambia: la humedad, el sol y las oscilaciones térmicas afectan mucho a este material por su cualidad orgánica. No hay que olvidar de que la madera está "viva" y absorbe humedad, la pierde, se dilata y se contrae... Lo que hace que su estructura y su superficie se terminen por desgastar.
Por eso, es fundamental saber cómo proteger los muebles de exterior de madera y mantenerlos a salvo de los agentes atmosféricos. Si son nuevos y están en buen estado, cuando no se usen guárdalos bajo techo y a salvo de la lluvia y el sol. Sécalos bien cuando se mojen y nútrelos con un aceite especial, por lo menos una vez al año. Y si ya están algo deteriorados, sigue estos pasos:
- Limpia la madera a fondo con lanilla de acero 000 y alcohol de quemar.
- Si tiene restos de barniz, lija con papel de grano medio hasta alisarlos.
- Aplica un lasur (barniz de poro abierto) con brocha o muñequilla. Los puedes encontrar incoloros o en distintos tonos de madera: nogal, teca, roble... También los hay de colores vivos, si te interesa darles un toque original y divertido.
- Un consejo: si el color está desgastado por zonas, aplica el lasur en ellas y deja secar. Después, da una o dos manos a todo el mueble para unificarlo.
Una buena forma de recuperar los muebles madera del jardín y darles nueva vida es pintarlos. El efecto lacado es tendencia y resulta muy estiloso, sobre todo si elegimos colores neutros y suaves: blanco roto, gris claro... Hazlo así:
- Limpia bien la madera.
- Pinta el mueble con un esmalte acrílico satinado para exterior. Utiliza brochas de calidad y extiende bien la pintura.
- Aplica una mano y deja secar. Da dos o tres manos más para un resultado perfecto.
Mantenimiento de muebles de exterior de resinas sintéticas
Los muebles de resina, mal llamados de plástico, son más resistentes que los de madera. Es cierto que no tienen su calidez ni su textura, pero hoy día existen diseños que imitan muy bien algunos materiales naturales como el ratán. Son ligeros, económicos y aguantan bien la humedad y la acción de los rayos UV. Sin embargo, con el paso del tiempo también terminan estropeándose...
Entonces, ¿cómo proteger los muebles de exterior de resina? Límpialos con agua y un detergente suave. Sécalos perfectamente y recógelos en un lugar protegido. Los rayos UV decoloran los tonos intensos, y la estancia a la intemperie termina amarilleando los muebles blancos. Intenta no poner unas sillas sobre otras para evitar los roces y los arañazos. Si el "desastre" ya no tiene remedio, quédate con estos consejos para devolverles su estado original.
Cuando la encimera de una mesa tiene manchas de óxido, cercos que no se van, zonas amarillentas y suciedad imposible de retirar, sigue estos pasos:
- Ponte guantes de fregar, mascarilla y gafas de protección.
- En un recipiente de plástico o cristal, mezcla sosa cáustica con agua y deja que se temple.
- Aplica la mezcla con una esponja por toda la superficie y espera 3 minutos.
- Frota con un estropajo suave hasta retirar las manchas y ve aclarando las zonas con esponja y agua.
- Insiste en las manchas rebeldes con un cepillo de cerdas duras.
- Aclara con agua abundante y seca bien.
Si los muebles de resina blancos están amarillentos:
- Hazte con una botella de agua oxigenada de 40 volúmenes (de la que se emplea en peluquería).
- Ponte guantes y mascarilla. Con una brocha, aplica la crema por todo el mueble o por las zonas amarillentas.
- Cubre el mueble con plástico para evitar que el producto se evapore.
- Deja que actúe dos o tres horas. Si puedes ponerlo al sol, mejor; el efecto del producto se incrementa con el calor.
- ¿Lo quieres más blanco? Repite el proceso las veces que haga falta.
Otra opción es utilizar un producto restaurador/renovador. Cuando los muebles no están muy deteriorados y solo presentan cierta decoloración o pérdida de brillo, estos productos dan muy buenos resultados. No olvides seguir paso a paso las instrucciones de aplicación.
Cómo proteger muebles de exterior de fibras naturales

Las fibras naturales son otro de los materiales típicos de los muebles de terraza y jardín. Hablamos del mimbre, el ratán y el bambú, los más habituales. Su resistencia al agua, su flexibilidad y su atractivo son las cualidades por las que más destacan. Para conservarlos en perfecto estado conviene secarlos cuando se mojan, no apilarlos para evitar roturas, limpiarlos una o dos veces al año con un cepillo suave y jabón específico y aplicar un aceite protector para protegerlos de los rayos UV.
Si están decolorados o han perdido lustre, puedes aplicar un barniz en spray. Este formato permite llegar a todos los rincones. También quedan muy bien pintados; los colores intensos (fucsia, turquesa, mostaza...) les dan un aire tropical que combina de maravilla con el césped, la madera y la piedra. Elige siempre pinturas que soporten la intemperie, mejor en spray: tardarás la mitad y el resultado será perfecto.
Mantenimiento de muebles de exterior de metal
El hierro forjado es un material que ha sido empleado durante siglos para fabricar todo tipo de muebles y estructuras. En el exterior era de uso habitual, ya que soporta sin problemas la acción del agua y del sol. Hoy cada vez se utiliza menos, ya que la forja artesanal es costosa y los diseños resultan muy pesados. Pero si tienes muebles de este tipo merece la pena conservarlos: son auténticas joyas que, bien cuidadas, pueden durar siglos.
Si están pintados y quieres darles un aire nuevo, sigue estos pasos:
- Retira las capas de pintura con decapante, cepillo de metal y lanilla de acero. No olvides ponerte guantes, mascarilla y gafas.
- Limpia a fondo el metal con el cepillo y alcohol de quemar.
- Si hay zonas oxidadas, aplica un transformador de óxido y espera a que haga efecto.
- Pinta el mueble con una pintura antioxidante especial para exterior. Si la encuentras en formato spray, mucho mejor; en caso contrario, aplica dos manos con una brocha redonda y deja secar.
Los muebles de exterior de metal que podemos encontrar en la actualidad suelen ser de aluminio o acero inoxidable. Su mantenimiento es muy sencillo: basta con mantenerlos secos y evitar golpearlos o rayarlos. Si presentan signos de desgaste, restáuralos con un producto restaurador/renovador para muebles de exterior.
Cómo proteger muebles de exterior con fundas

Por último, cuando hablamos sobre cómo proteger los muebles de exterior no podemos olvidarnos de las fundas. Son nuestras mejores aliadas a la hora de conservarlos en perfecto estado: protegen las superficies de la decoloración y el desgaste, amortiguan los golpes y crean una barrera frente a la humedad.
A la hora de escoger las fundas adecuadas, ten en cuenta las siguientes pautas:
- Si tus muebles van a recibir mucho sol o son de madera, escógelas de poliéster: este material no deja pasar los rayos UV y es transpirable.
- Para muebles de resina y metal, las fundas de polietileno son una buena opción. Estos muebles no necesitan tanta protección frente al sol, y son ligeras y económicas.
- Si los muebles con las fundas van a estar a la vista, opta por colores discretos que se fundan con el espacio. El verde oscuro suele ser una estupenda elección.