¿Quieres cuidar al máximo la puerta de tu hogar? En este post os decimos cómo solucionar uno de los problemas más típicos, el óxido.
Imagen de Habitat Balear S.L.
Seguramente que, a medida que transcurra el tiempo, la puerta de la entrada de nuestro hogar presente algunas carencias. Hay que pensar que se trata de una la parte de casa que está más expuesta a los continuos cambios climatológicos. El óxido es una de las cosas que puede aparecer provocando un aspecto viejo y estropeado. Por este motivo, os dejamos una serie de consejos para que puedas paliar este problema:
- Las herramientas que necesitaremos son: sal, agua, jabón, hojas blancas y un paño o trapo seco. De esta forma, una vez tengamos todas las herramientas a punto, es cuando podremos empezar a trabajar.
- Es importante destacar que, frente a este problema, en ningún momento debemos de rascar el óxido con el fin de eliminarlo, ya que siguiendo este método, lo único que conseguiremos será estropear todavía más la puerta correspondiente.
- Lo primero que debemos de eliminar es el polvo que haya sobre la superficie, ya que así, cuando vayamos a limpiar no restreguemos la suciedad por allí donde pasemos el trapo.
- Una vez hayamos eliminado el polvo, es cuando procederemos a limpiarlo con jabón y agua hasta que quede lo más reluciente posible.
- Cuando ya hayamos realizado todos los pasos anteriores, solo no quedará una última cosa. Con un poco de papel de cocina y un poco de sal, restregaremos, con esta herramienta, todas y cada una de las zonas afectadas. De esta forma, el papel realiza una función de lija sin dañar la puerta y conseguiremos eliminar el óxido de las puertas.
Con estos pasos tan sencillos, nuestra puerta no tendrá un mal aspecto sino que todo lo contrario, volverá a brillar como el primer día.
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