1. La madera y el blanco

Son una combinación perfecta para rebajar aquellos muebles rústicos de gran tamaño, como una gran mesa para la cocina o el comedor. El blanco y la madera son buenos aliados para crear ambientes cálidos y llenos de afecto, ideal para decorar tu nueva casa de verano.
2. El mimbre y los colores terracota

Al igual que el blanco combina a la perfección con la madera, pasa lo mismo con el mimbre y el color terracota, un color que recuerda a la cerámica natural de los pueblos de nuestros abuelos. Lo puedes trasladar a cualquier rincón de la casa, como el caso que te proponemos: el dormitorio, donde conseguirás una habitación súper cálida y elegante. Puedes mezclar los colores en textiles, accesorios y complementos.
3. La piedra, el material rústico por excelencia

Para exteriores, no dudes en tener muy presente este material. Las casas de los pueblos estaban hechas en gran parte de ellas, con piedra, y recuperar este material en la decoración de tu casa es una excelente idea. Para la zona de exterior, si tiene terraza, patio o jardín, puedes jugar con revestir una pared de este material. Verás qué buenos recuerdos vuelven a tu cabeza.
4. Antigüedades preciosas

Si tienes algún elemento antiguo, incorpóralo en la decoración. Por ejemplo, esta maravillosa puerta de madera de pino llena el dormitorio y pone el foco de atención en ella, pero tampoco hay que olvidar los detalles, como los interruptores de la luz o el cabecero, al más puro estilo rústico. ¿Es o no es maravilloso?
5. Techos de madera natural

Más madera y en esencia pura. En el suelo y en el techo, con estas maravillosas vigas que han sido elegidas para darle ese increíble aspecto y personalidad al techo del comedor. El resultado es un espacio con mucha presencia y muy acogedor, donde la madera es testigo del paso de los años.