Arquitectos e interioristas están apostando cada vez más por viviendas con espacios abiertos y distribuciones más diáfanas. El objetivo es tener las mínimas barreras posibles y dar una mayor amplitud al conjunto del hogar. No es una novedad revolucionaria, pero lo que antes se veía casi exclusivamente en viviendas tipo loft, hoy es una tendencia generalizada. Las cocinas son una de las estancias donde más se está aplicando esta filosofía, de ahí la moda de las cocinas abiertas al salón- comedor. No obstante, el tema de los olores y el ruido es algo que no acaba de convencer a todo el mundo. Las cocinas semiabiertas pueden ser una solución a medio camino. ¡Te mostramos algunos ejemplos!
Un sencillo muro divisor

Entre las cocinas completamente abiertas al salón y las cocinas semiabiertas, hay un generoso abanico de posibilidades. En este caso, por ejemplo, la separación entre un espacio y el otro es un simple muro divisor: la mitad inferior es de pladur y la mitad superior de cristal, como si fuera una ventana. De esta forma la cocina queda un poco cerrada, pero logra esa amplitud visual que se busca con las cocinas abiertas.
- Intenta que cada actividad (cocinar, almacenaje,…) tenga su propio espacio.
- En la cocina se usan muchos enchufes, recuérdalo al planificar la reforma.
- Pide incluir en el presupuesto final la limpieza, licencias y contenedores de escombros.
Con barra y ventana

En este otro ejemplo, hay una pared que separa la cocina del comedor. Pero es una pared a medias, puesto que en la mitad superior hay una parte acristalada y otra, con un hueco que hace a su vez de pasaplatos y barra de desayuno. El color azul marino de esa pared, en contraste con el blanco de la cocina, acentúan esa ligera división.
¿Cocina
estrecha? mejor con cristales

Hay viviendas donde, por exigencias del espacio y la distribución, las cocinas semiabiertas son la mejor alternativa. Esta cocina pequeña, estrecha y alargada es un ejemplo de ello. Cerrarla al modo tradicional sería agobiante, pero completamente abierta tampoco convence, ya que estaría demasiado pegada al sofá. La solución es una pared que divide la cocina del salón con cristales que van de la mitad, al techo. Así, se logra fomentar la amplitud visual del espacio.
Un mueble
estantería que decora y divide

En esta vivienda, que se ha reformado conservando parte del antiguo comedor, se ha optado por una cocina semiabierta, de aires minimalistas. En este caso, lo que divide parte de la cocina del comedor es un gran mueble estantería, que se extiende del suelo al techo. Una solución que separa, almacena y decora ambos lados.
Expandir la luz natural

Este ejemplo es otra opción de cocina semiabierta. Una pared acristalada marca la separación de los ambientes. La pared es mitad acristalada y se acaba a medio camino, dejando una generosa obertura entre la cocina y el comedor. Una gran solución para las casas más pequeñas y que ayuda a conseguir luz natural en todas las estancias.
Cocina
semiabierta en forma de U

Esta cocina semiabierta se ha distribuido inteligentemente en forma de “U”, fíjate por qué. Por un lado, la mitad inferior de la cocina, que vendría a representar la curva de la letra “U”, es la que queda más cerrada. Por un lado tiene pared y por el otro, cristales. Es en esa parte más cubierta donde se han ubicado los fogones y el extractor de humos para que al cocinar, se concentren ahí los olores y el ruido. La otra mitad de la cocina, queda más abierta al salón y tiene forma de barra. Está bien pensado, ¿verdad?
La pared
como único elemento separador

En este caso, es una pared normal lo que separa la cocina del comedor. La diferencia, es que esta pared no cubre completamente el largo de la cocina, espacio que se aprovecha para poner una mesa alta con taburetes. Tampoco hay puertas ni otros obstáculos, por lo tanto, la cocina queda parcialmente abierta al salón comedor.
Puertas correderas de cristal

Las puertas correderas de cristal son otra forma de conseguir una cocina semiabierta. La principal ventaja es que, el cristal nos permite darle continuidad al conjunto del espacio, además de favorecer que circule la luz natural. Por otro lado, las puertas correderas nos dan la libertad de escoger si queremos que la cocina quede abierta al salón, o no. Porque son puertas que no ocupan espacio y cuando están abiertas, quedan escondidas. ¡Es una solución fantástica!
Una apuesta para atrevidos

Sin duda, una cocina original y de diseño, que no deja indiferente a nadie. Parece un pequeño invernadero acristalado, pero dentro acoge la cocina de este apartamento vanguardista. Tanto en la cubierta como en los laterales hay ventanas de cristal que se pueden abrir o cerrar. Eso sí, no hay puerta.
¿Qué te han parecido estas cocinas semiabiertas?
hace 6 años
Preciosas todas, pero la última me ha parecido especialmente original, eso sí, para valientes... no creo que todo el mundo se atreva ajaja
hace 6 años
La verdad es que son preciosas, me encantan. Sin duda si tuviera la oportunidad no me importaría tener una así en casa
hace 6 años
Siempre coges ideas de cada foto, es muy interesante.
hace 6 años
Hola.quisiera saber cuanto tiempo es necesario para reformar una cocina