Cocinas de exterior para inspirarse y disfrutar del buen tiempo

Cocinar fuera es una maravilla. Además de poder preparar la comida disfrutando de las vistas y la buena compañía, es muy cómodo desde el punto de vista de los olores. Por eso, cuanto más completa sea la cocina, ¡mejor! De lo contrario, los viajes a la cocina (de dentro) pueden resultar agobiantes. Planifica desde el principio una correcta distribución en la que haya sitio para todo. Si te lo montas bien puede ser una cocina tan completa como la de dentro: con electrodomésticos, fregadero y capacidad para guardar. Tratándose de una cocina cubierta la oferta de materiales que podemos utilizar es inmensa: madera, mármol, piedra... Una cocina que siga tu rollo y el de tu casa. 

Si tu terraza cuenta con una pérgola fija puedes planificar también la instalación de una cocina de obra o modular. Los nuevos modelos de pérgolas bioclimáticas nos permiten abrir o cerrar el techo para disfrutar de una cocina exterior las 4 estaciones del año. La distribución será clave para conseguir un buen aprovechamiento del espacio. Fíjate como en un espacio amplio, pero no excesivo, se integra una cocina completa (con fregadero), una barbacoa portátil con ruedas, la mesa de comedor con un gran banco fijo de obra, y hasta una pequeña barra de bar para servir bebidas. El plan es perfecto: aperitivos, cena, copas, y hasta piscina (no la veis, pero en esta terraza el baño también está asegurado). Pura inspiración. 

No contar con una terraza o patio cubierto no es inconveniente para poder instalar una cocina fuera. Apuesta por un modelo de obra y despreocúpate cuando asomen las nubes o se acabe el verano. Protege la zona de cocción con una chimenea e instala una encimera de un material resistente a la lluvia, el viento o los rayos del sol. En el ejemplo, utilizaron una superficie continua de microcemento, que también da forma al fregadero. ¿Y si hace mucho sol? Siempre puedes instalar un toldo (como el de la fotografía), o algún otro sistema para conseguir sombra: una pérgola, vela de sombreo, etc... 

A veces no es necesario hacer una gran obra para disfrutar de una cocina "casi" exterior. En lugar de mover tomas de agua, desagüe, puntos de luz y todo lo demás, tenemos la opción de comunicar totalmente la cocina con la terraza. ¿Cómo? Utilizando cerramientos prácticamente invisibles. Si la cocina se instala junto a la terraza, podemos invertir en un cerramiento con perfiles invisibles abatibles o correderos. Una solución sencilla que puedes aplicar en patios, áticos o terrazas grandes y pequeñas. 

Al diseñar tu nueva cocina fuera no te olvides de planificar los puntos de luz. Será básico contar con el asesoramiento profesional para instalar puntos de luz seguros (especialmente si es una terraza que no está a cubierto). Además de una bonita luz ambiental, que puedes instalar en forma de apliques, focos de exterior o proyectores LED, necesitarás una luz adecuada en la zona de cocción para preparar la comida con total seguridad. Valora también la instalación de soluciones solares que ayudan a reducir el gasto energético esas noches que uno nunca quiere que acaben. 

Si la terraza está preparada para protegernos del sol se disfruta todo el día. Invierte en una cocina exterior que pueda adaptarse en todo momento a lo que os haga falta. Por las mañanas, preparando los desayunos; a medio día y por la noche, con el picoteo o las comidas; y cuando llegue la hora feliz, ¡con las copas! Si en la cocina de fuera te instalan un fregadero, una nevera (aunque sea pequeña), y un hornillo o vitrocerámica, podrás disfrutarla las 24 horas del día. 

Si el espacio exterior con que cuentas no es muy grande, pero no te quieres quedar con las ganas de poder cocinar fuera, tienes la opción de invertir en una barbacoa, y algunas soluciones a medida que expriman al máximo todas las posibilidades de tu pequeña terraza. Quizás no tengas tanto espacio para guardar como en otro tipo de cocinas exteriores, pero si te podrás dar el gusto de poder tomar el aperitivo con todo el mundo, mientras vais preparando la barbacoa. Con un modelo tan mono como el de la foto, seguro que no faltan chefs voluntarios. 

Si instalar una cocina completa fuera no está en tus planes, por comodidad, distribución de tu casa, o cualquier otro motivo, pero puntualmente si te puede venir bien tener una zona para cocinar paellas, o asados, fuera de casa, está la opción de instalar un paellero. Lo básico en cualquiera para que resulte cómodo es contar con un banco de trabajo, sobre el que preparar los alimentos; un fregadero amplio en el que poder limpiar los utensilios, las bandejas o la paella; y algo de capacidad para guardar todo lo relacionado con esta tarea. Con chimenea o sin ella, contar con un paellero siempre es un deshago en cualquier casa. 

Igual que tu casa tiene un estilo, tu cocina exterior también lo puede tener. Si te gusta el rollo rústico, tienes la opción de hacer una cocina exterior de obra o piedra. Las más modernas, se pueden hacer de acero. Lo más importante es que te dejes asesorar por los profesionales para que sea una cocina bonita y práctica de usar. Piensa que estas cocinas, al estar fuera, sufren más el deterioro de los rayos del sol y las inclemencias del tiempo. 

Algunos de deciden por una cocina exterior modular tan completa como la de dentro. Otros, sin embargo, tienen suficiente con una superficie amplia de trabajo con un fregadero, y espacio para guardar. Si no quieres complicarte demasiado, puedes copiar la idea de la fotografía: una barra fija de piedra con encimera de mármol y una barbacoa portátil. No hace falta mucho más para disfrutar de un menú delicioso al fresco.