¿Cómo cambiar el suelo de la cocina sin quitar los muebles?

Una de las cosas que más cambian la cocina es el suelo y si además, lo podemos hacer sin quitar los muebles mucho mejor. Una reforma low cost que renovará por completo tu cocina, y donde podrás elegir entre una gran variedad de materiales: resina, laminado, cerámicos... Te explicamos las ventajas de los suelos para cocinas sin obras, para que puedas elegir el que más te convenga.
- Tendencias para cambiar el suelo de cocina sin quitar muebles
- ¿Qué hay que tener en cuenta antes de cambiar el suelo de la cocina sin quitar muebles?
- Cómo cambiar el suelo de la cocina sin quitar los muebles paso a paso
Tendencias para cambiar el suelo de cocina sin quitar muebles
Existen varias tendencias para renovar el suelo de una cocina sin necesidad de retirar los muebles. Una opción popular es el uso de losetas autoadhesivas, que permiten una instalación rápida y limpia. Otra alternativa son los laminados o vinílicos de fácil colocación, que ofrecen una amplia variedad de diseños y texturas. Los revestimientos de pintura especial para suelos también están ganando adeptos, ya que permiten transformar el espacio con creatividad. Además, algunos optan por aplicar un microcemento, que se puede verter sobre el suelo existente, creando un acabado moderno.
Estas opciones son ideales para dar un nuevo aire a la cocina sin complicaciones ni grandes obras, aunque si no te atreves siempre puedes pedir presupuesto de reformas de cocina a una empresa de cocina.
Suelos vinílicos

El suelo vinílico se ha convertido en una opción popular para cocinas debido a su combinación de durabilidad, estética y facilidad de mantenimiento. Fabricado a partir de PVC, este tipo de revestimiento es altamente resistente a la humedad y las manchas, características esenciales en un ambiente como la cocina, donde los derrames y la exposición al agua son comunes. Además, su superficie es fácil de limpiar, lo que facilita el día a día en la preparación de alimentos. Disponibles en una amplia gama de diseños, colores y texturas, los suelos vinílicos pueden imitar materiales naturales como la madera o la piedra, permitiendo personalizar el espacio de acuerdo con el estilo deseado.
Otra ventaja del suelo vinílico es su condición de material confortable y cálido al tacto. Al ser más suave que otros tipos de revestimientos, proporciona una experiencia más agradable al caminar, lo que es especialmente beneficioso en cocinas donde se pasa mucho tiempo de pie. Además, algunos modelos cuentan con propiedades antideslizantes, lo que añade un nivel extra de seguridad en un área propensa a derrapes. En términos de instalación, el suelo vinílico es relativamente sencillo de colocar, pudiendo optar por sistemas de click o adhesivos, lo que facilita su renovación en caso de desgaste o cambios en la decoración. En resumen, el suelo vinílico es una opción versátil y práctica para cualquier cocina moderna.
Microcemento

El microcemento se ha consolidado como una opción innovadora y estética para el revestimiento de suelos en cocinas. Este material, compuesto por una mezcla de cemento, resinas y aditivos, ofrece una superficie continua que se adapta a cualquier formato y diseño. Su versatilidad permite crear acabados muy variados, desde los más lisos y modernos hasta texturas más rústicas, lo que lo convierte en una elección ideal para diferentes estilos decorativos. Además, el microcemento es altamente resistente a la humedad y a las manchas, lo que lo hace perfecto para el entorno de la cocina, donde las salpicaduras y derrames son frecuentes.
Además de su atractivo visual y durabilidad, el microcemento es fácil de mantener y limpiar, lo que resulta crucial en espacios donde la higiene es una prioridad. Puede aplicarse sobre superficies existentes, lo que simplifica el proceso de renovación y minimiza el tiempo de instalación. Al ser un material sin juntas, también reduce el riesgo de acumulación de suciedad y bacterias, favoreciendo un ambiente más saludable. Sin embargo, es importante considerar que su instalación debe ser realizada por profesionales, ya que requiere una técnica específica para asegurar un acabado perfecto y duradero. En resumen, el microcemento es una opción moderna, elegante y práctica que se adapta a las exigencias de una cocina funcional.
Suelos laminados

Los suelos laminados son una opción popular para cocinas debido a su versatilidad y resistencia. Están compuestos por varias capas de materiales, lo que les permite imitar la apariencia de la madera, la piedra u otros acabados sin los costos asociados a estos materiales naturales. Su principal ventaja radica en su durabilidad: son resistentes a rasguños, manchas y desgastes, lo que los convierte en una elección ideal para espacios de alto tráfico como la cocina. Además, su instalación es relativamente sencilla, ya que, a menudo, cuentan con sistemas de clic que facilitan el proceso sin necesidad de adhesivos.
A pesar de sus múltiples beneficios, es importante tener en cuenta que no todos los suelos laminados son igualmente apropiados para cocinas, ya que la exposición constante a la humedad puede afectar su integridad. Por ello, se recomienda optar por laminados especialmente diseñados para entornos húmedos, que presentan características de resistencia adicional. También es fundamental llevar a cabo un mantenimiento adecuado, como la limpieza regular y el uso de productos específicos, para prolongar la vida del suelo y mantener su apariencia. En resumen, los suelos laminados pueden ser una solución estética y funcional en la cocina, siempre que se elijan cuidadosamente y se cuiden adecuadamente.
Pavimentos de resina

Los suelos de resina son una opción cada vez más popular para cocinas modernas debido a su durabilidad y fácil mantenimiento. Este tipo de suelo se compone de resinas sintéticas que se aplican en forma líquida, permitiendo crear un acabado continuo y sin juntas, lo que no solo proporciona un aspecto estético limpio y contemporáneo, sino que también minimiza la acumulación de suciedad y bacterias. La resistencia a manchas, productos químicos y abrasiones convierte a los suelos de resina en una opción ideal para el entorno exigente de una cocina, donde los derrames y el tráfico constante son inevitables.
Además de sus propiedades funcionales, los suelos de resina ofrecen una amplia variedad de acabados, texturas y colores, lo que permite adaptarse a diferentes estilos decorativos. Desde diseños industriales hasta acabados más elegantes y sofisticados, la versatilidad de la resina la convierte en una opción altamente personalizable. También se puede considerar el aspecto de la sostenibilidad, ya que muchos fabricantes están desarrollando resinas a partir de materiales reciclados o de bajo impacto ambiental. Así, no solo se obtiene un suelo atractivo y eficiente, sino que también se contribuye a un hogar más ecológico.
Suelos cerámicos

Los suelos cerámicos son una opción tradicional y ampliamente utilizada en cocinas debido a su durabilidad y resistencia. Este tipo de suelo está fabricado a partir de arcilla y otros materiales naturales que se moldean y se hornean a altas temperaturas, resultando en un material duro y resistente al desgaste. Los suelos cerámicos son ideales para un entorno culinario, ya que son impermeables a la humedad y susceptibles a las altas temperaturas, lo que significa que pueden soportar derrames, calor de electrodomésticos y la limpieza frecuente. Además, su capacidad para resistir manchas y suciedad los convierte en una opción práctica para mantener la higiene en la cocina.
En cuanto a sus características estéticas, los suelos cerámicos ofrecen una amplia gama de colores, texturas y patrones, incluidos acabados que imitan la madera o la piedra natural. Esto permite a los propietarios elegir el estilo que mejor se adapte a su decoración y preferencias personales. Además, los suelos cerámicos son relativamente fáciles de instalar y mantener, lo que los convierte en una elección accesible para muchas personas. La variedad de tamaños y formatos disponibles, incluidos los azulejos grandes, también permite crear diseños personalizados y únicos, lo que potencia aún más su atractivo en el diseño de interiores de cocinas.
Resina epoxi

Los suelos de resina epoxi son una opción innovadora y moderna para las cocinas, destacando por su resistencia y durabilidad. Esta superficie continua se aplica en forma líquida, lo que elimina juntas y espacios donde la suciedad pueda acumularse, facilitando enormemente la limpieza y el mantenimiento. Los suelos epoxi son impermeables, resistentes a manchas y altamente resistentes a productos químicos, lo que los convierte en una elección práctica para el entorno exigente de una cocina, donde los derrames y el desgaste son comunes.
Además de sus beneficios funcionales, los suelos de resina epoxi ofrecen una amplia variedad de opciones estéticas, incluyendo diferentes colores y acabados. Esto permite a los propietarios personalizar el ambiente de su cocina, logrando desde estilos minimalistas y contemporáneos hasta acabados más vibrantes y creativos. Gracias a su versatilidad y facilidad de aplicación, los suelos de resina epoxi están ganando popularidad como una solución atractiva y efectiva para quienes buscan un piso duradero y con estilo en su cocina.
Suelos de corcho
Los suelos de corcho son una opción ecológica y confortable para cocinas, destacándose por su capacidad para proporcionar un ambiente cálido y acogedor. Este material natural, que se obtiene de la corteza del alcornoque, es conocido por sus propiedades de aislamiento térmico y acústico, haciendo que los espacios se sientan más cálidos y silenciosos. Además, el corcho es naturalmente resistente al agua y a la humedad, lo que lo convierte en una opción práctica para las cocinas, siempre y cuando se aplique un sellador adecuado y se mantenga adecuadamente.
En términos de estética, los suelos de corcho ofrecen una apariencia única y orgánica, con una variedad de tonos y texturas que pueden complementar diferentes estilos decorativos. Su naturaleza sostenible lo convierte en una opción atractiva para quienes buscan minimizar su impacto ambiental, ya que el corcho es un recurso renovable. Además, su superficie blanda y elástica proporciona comodidad al caminar, lo que puede ser un alivio para quienes pasan mucho tiempo en la cocina. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque el corcho es duradero, puede ser susceptible a rayones y daños por objetos afilados, por lo que se recomienda un cuidado adecuado.
Suelos de PVC

Los suelos de PVC son una opción cada vez más popular para cocinas debido a su durabilidad y facilidad de mantenimiento. Este material es resistente al agua, lo que lo convierte en una elección ideal para un área propensa a derrames y salpicaduras. Además, los suelos de PVC vienen en una amplia variedad de diseños, colores y texturas, lo que permite adaptarlos a cualquier estilo decorativo, desde lo moderno hasta lo rústico. Su superficie es antideslizante, lo que añade un nivel adicional de seguridad en un espacio donde se puede estar en movimiento constante.
Otra ventaja de los suelos de PVC es su instalación sencilla y rápida, que se puede realizar en un día sin necesidad de grandes obras. Su grosor y flexibilidad permiten que se adapten a diversas superficies, y al ser un material ergonómico, proporciona mayor comodidad al estar de pie durante largos períodos. Además, al ser un material aislante, ayuda a mantener la temperatura en el ambiente, lo que resulta favorable en climas fríos. En resumen, los suelos de PVC combinan funcionalidad, estética y comodidad, convirtiéndolos en una excelente opción para cualquier cocina.
Suelos de linóleo
Los suelos de linóleo son una opción popular para cocinas debido a su durabilidad y facilidad de mantenimiento. Fabricados a partir de materiales naturales como aceite de linaza, resinas, madera y yute, ofrecen una superficie atractiva y funcional. Suelen estar disponibles en una variedad de colores y patrones, lo que permite a los propietarios personalizar el espacio. Además, el linóleo es resistente al agua y a las manchas, lo que lo convierte en una elección práctica para áreas que pueden estar expuestas a derrames y salpicaduras.
Otra ventaja de los suelos de linóleo es su capacidad para brindar comodidad al caminar. Su superficie ligeramente acolchada es más suave que la de otros materiales duros, como la cerámica o el vinilo, lo que reduce la fatiga en las piernas y pies durante largos periodos de tiempo. Este tipo de suelo también tiene propiedades antimicrobianas, lo que ayuda a mantener un ambiente más higiénico en la cocina. Sin embargo, es importante considerar que, aunque es bastante resistente, el linóleo puede dañarse con objetos punzantes y requiere un cuidado adecuado para preservar su apariencia a lo largo del tiempo.
¿Qué hay que tener en cuenta antes de cambiar el suelo de la cocina sin quitar muebles?

A la hora de cambiar el suelo de la cocina sin necesidad de retirar los muebles, hay que tener en cuenta una serie de cosas para poder asegurar que el suelo quede perfectamente instalado. Para empezar, el suelo original debe estar bien nivelado, si no es así y ponemos suelo nuevo encima, el aspecto será mucho peor. por eso, es importante colocar una capa de mortero de cemento para nivelarlo.
Las baldosas sueltas del suelo original deben estar en buen estado o ser reemplazadas, aseguradas o reemplazadas, y por último, el nuevo suelo se coloca directamente sobre el antiguo y debe estar perfectamente alineado. De esta manera, te asegurarás de que tu suelo quede perfectamente instalado.
Cómo cambiar el suelo de la cocina sin quitar los muebles paso a paso

El precio de cambiar el suelo de la cocina puede variar en función de la superficie, materiales y calidad. Pero una de las grandes ventajas de las reformas low cost es que puedes renovar el suelo sin mover los muebles puede ser un desafío, pero es posible si sigues algunos pasos cuidadosamente. Aquí te dejo una guía paso a paso:
Materiales y Herramientas necesarias:
- Suelo nuevo (vinilo, laminado, baldosas de cerámica, etc.)
- Herramientas de corte (cúter, sierra, etc.)
- Adhesivo para suelos (si es necesario)
- Rodillo o rodillo de presión
- Cinta métrica
- Nivel
- Espaciadores
- Regla o escuadra
- Destornillador (si necesitas desmontar elementos)
Paso 1: Preparación
- Inspecciona el suelo actual: Asegúrate de que el suelo existente esté en buenas condiciones. Repara cualquier imperfección, como grietas o baches.
- Limpieza: Limpia bien el suelo actual para eliminar suciedad y grasa. Un suelo limpio garantiza mejor adherencia del nuevo material.
- Planificación: Decide el nuevo diseño y asegúrate de tener suficiente material. Mide el área de la cocina y calcula cuántos metros cuadrados necesitarás.
Paso 2: Protección de muebles y elementos
- Protege los muebles: Cubre los muebles con mantas o plástico para protegerlos del polvo y los escombros. Asegúrate de que estén bien cubiertos.
- Retira elementos: Si hay accesorios como patas de sillas o mesas que se pueden mover fácilmente, retíralos para facilitar el trabajo.
Paso 3: Instalación del nuevo suelo
- Instalación de Paneles
- Vinilo o Laminado: Empieza desde una esquina y coloca los paneles o rollos de vinilo. Si es laminado, utiliza un sistema de clic para unir las piezas. Asegúrate de dejar un pequeño espacio en los bordes para la expansión.
- Baldosas: Si usas baldosas, comienza igualmente desde una esquina y aplica el adhesivo en el suelo. Coloca las baldosas en su lugar, usando espaciadores entre ellas.
- Corte y ajuste: Utiliza el cúter o la sierra para ajustar los paneles o baldosas en los bordes. Ten cuidado al cortar alrededor de los muebles.
- Presión y adhesión: Si es necesario, utiliza un rodillo para asegurar el adhesivo en el suelo. Esto es especialmente importante para materiales como el vinilo.
Paso 4: Finalización
- Reposición de elementos: Una vez que el suelo esté completamente instalado y adherido (sigue las instrucciones del fabricante para el tiempo de secado, si aplica), comienza a colocar de nuevo los muebles en su lugar.
- Revisión: Revisa que todo esté en orden y ajusta cualquier mueble o elemento que pueda necesitarlo.
Paso 5: Mantenimiento
- Limpia el nuevo suelo regularmente según sus características para mantenerlo en buen estado.
- Recuerda ser paciente y cuidadoso durante todo el proceso.