Se suele decir que no todo es necesariamente blanco o negro, pero lo cierto es que, en el mundo de la decoración, estos dos extremos funcionan igual de bien. Ahora bien, hay algunos factores a tener en cuenta a la hora de decantarnos por uno o por otro, desde el tipo de luz natural hasta el tamaño de las estancias. ¿Quieres saber qué color usar en la decoración de tus interiores? Atento.
En este artículo
- Negro con fuentes de luz natural
- Espacios grandes para el negro
- Negro para dar protagonismo a otros colores
- Blanco para contrarrestar la poca luz natural
- Estancias pequeñas para el blanco
- Llena de colorido tu casa
- Un equilibrio prefecto entre negro y blanco
Negro con fuentes de luz natural

El negro resta luminosidad, es algo que hay que tener en cuenta. Por tanto, si quieres incluirlo en la decoración de tu casa, debes fijarte en aspectos como la luz natural de cada una de las estancias. Si cuentas con grandes ventanales y la orientación de tu vivienda permite que el sol entre durante la mayor parte del día, puedes usarlo sin miedo. Un truco para perder menos luz es reservar el negro para las paredes en las que están situadas las ventanas.
Espacios grandes para el negro

Además de la luz natural, teniendo en cuenta que el negro puede empequeñecer las estancias, es mucho más recomendable usarlo en las habitaciones con más metros cuadrados. Por ejemplo, en salones y comedores amplios. Si, además, cuentas con un espacio multifucional, en el que se unen estas dependencias con la cocina, mejor que mejor. El negro podría, en estos casos, ser un color perfecto para delimitar cada una de las zonas.
Negro para dar protagonismo a otros colores

Aunque el blanco se ve como un color neutro capaz de hacer resaltar cualquier tonalidad, y es cierto, el negro no lo es menos. Sí, el negro puede ser utilizado como un lienzo capaz de potenciar el color de muebles o textiles. Haz la prueba, coloca una cartulina negra y otra blanca y encima de ambas superpón un papel de un color vibrante como el amarillo, aunque en ambos casos el amarillo destacará, en el negro adquiere un protagonismo indiscutible.
Blanco para contrarrestar la poca luz natural

En el caso del blanco, es mucho más recomendable para aquellas viviendas que cuentan con pocas ventanas, una mala orientación o poca luz natural en general. El blanco es capaz de captar toda la iluminación natural, por poco que sea, e irradiarla por toda la estancia. Así, al pintar una estancia de blanco, por ejemplo, lograrás que se vea automáticamente más luminosa.
Estancias pequeñas para el blanco

Al contrario que en el caso del negro, el blanco es un color recomendable para las estancias pequeñas. No sólo en las paredes, también es buena idea incluirlo en el mobiliario. El motivo sigue siendo el mismo, la luz se refleja muchísimo mejor en el blanco, algo que consigue engañar de alguna forma a nuestros ojos creando una percepción de mayor espacio.
Llena de colorido tu casa

Si nos basamos en los principios de la decoración nórdica o escandinava, nos damos cuenta de que el blanco es una opción de lo más interesante si quieres llenar tus estancias de colores vivos. Parece contradictorio ¿verdad? El blanco quita dramatismo, cosa que con el negro no ocurre. De esta forma, al crear ambientes mucho más livianos, es posible incluir toda una gama de colores. En habitaciones infantiles, por ejemplo, puede dar muy buenos resultados ¿por qué optar por el rosa o azul cuando puedes tener todo un arcoíris? Pinta las paredes de blanco y aporta tonos vibrantes a través de los textiles y la decoración en general.
Un equilibrio prefecto entre negro y blanco

Por separado gustan, juntos enamoran. El blanco y el negro pueden ser complementarios en muchos ambientes del hogar. Una unión elegante y sobria con la que jamás nos equivocaremos. Recuerda que el negro se asocia con
la elegancia y sofisticación, mientras que el blanco lo hace con la pureza y la luz. Mezclar ambos en un mismo ambiente logrará crear estancias que aprovechan la luz pero que al mismo tiempo crean juegos de sombras capaces de destacar determinadas zonas. Decoración con carácter neutro, pues, aunque el negro puede sobrecargar, el blanco lo relaja, evitando así la fatiga visual. Además, si te cansas, siempre puedes aportar pinceladas
de color en cualquier momento.
hace 6 años
Pues siempre he sido de blancos, pero debo reconocer que viendo el ejemplo del negro con colores llamativos... me he quedado alucinada.
hace 6 años
Pues yo soy más de blanco. El negro me da demasiado miedo. Pero vamos, en pinceladas igual sí.