8 trucos infalibles para tener una cocina de revista

Seguro que te has fijado más de una vez, en las cocinas que salen en las pelis de Hollywood o en tus series favoritas. Las cocinas de estilo americano cada vez tienen más fuerza en España. La clave para dar a tu cocina ese aire, pasa por cambiar la cocina por otra integrada, colocar necesariamente una barra o isla, unos taburetes altos, y mucho electrodoméstico de acero inoxidable. 

Su punto fuerte es que son abiertas al resto de tu casa, así que ten cuidado con la elección del color y los acabados. Recuerda que la madera es preciosa, pero nada resiste mejor el tute de una cocina que un buen azulejo y suelo porcelánico. Y si es a cuadros blancos y negros, ya será la perfecta cocina americana. 

Otra forma estupenda de darle un lavado de cara a tu cocina, sin gastar demasiado, es dándole un baño de color. Ya sabes que se puede pintar el mobiliario o incluso los azulejos con pintura especial para estos usos. Es importante que sea una pintura lavable, resistente a la humedad. También puedes eliminar el alicatado si está obsoleto y pedir que te enluzcan una pared, por ejemplo la del office. 

En lo relativo a colores, ya sabéis que el repertorio es infinito, pero si pintáis de verde hierba, de golpe tendréis 10 puntos, pues el greenery fue el color de moda según Pantone en 2017. 

Otra moda que viene dando saltos desde el otro lado del charco, y que parece que se va a instalar definitivamente aquí. Imagina un smoking, totalmente negro con un fondo totalmente blanco. Chulo, ¿verdad? Pues ahora lo mismo en tu cocina. Es el estilo tuxedo (smoking en inglés). Quédate con el nombre. Consiste en aumentar el tono de la cocina hacia los más oscuros, desde el humo o gris intenso hasta el negro, y combinarlo con otros mucho más claros, como el beige, crema o blanco. 

De nuevo, una mano de pintura, el cambio de herrajes por otros dorados y la instalación de algunas baldas vistas, marcarían un antes y después espectacular en tu cocina. 

La pintura de pizarra es otro de esos grandes recursos que nos permiten transformar cualquier espacio en pocas horas. En las cocinas cobra especial importancia pues le da un aire industrial y divertido sin esfuerzo. 

Fíjate en esta cocina abierta, luce espectacular por muchos motivos. Uno de ellos es la acertada elección del mobiliario totalmente en blanco, otro es la combinación de su bancada y baldas de roble a juego con la mesa, también lo es su suelo de imitación hidraúlica (¿será de verdad o será un suelo vinílico?), y finalmente un buen estudio de la luz, gracias a las tiras de Led bajo el mobiliario. 

Seguro que te has dado cuenta. Como te decía más arriba, las baldosas con motivos hidraúlicos son lo más ahora mismo. ¿Cómo puedes aplicarlo a tu cocina? Muy fácil. Si te apetece hacer una pequeña reforma, puedes pedir que te instalen baldosas de gres que imiten este acabado. Se colocan encima de tu azulejo con una pasta especial. Otra opción más rápida y económica es hacerlo con papel pintado, o incluso con plaquetas que imitan este acabado y son adhesivas. No será como el de verdad, pero sólo tú lo sabrás. 

Si además instalas unas baldas voladas donde dejar la vajilla de más uso, instalas un grifo clásico y añades unas plantas, tu cocina de repente tendrá un aire vintage, envidiable. 

Si lo tuyo es el minimalismo, entonces necesitas una cocina con todos los electrodomésticos ocultos. En las cocinas de frente abierto, es especialmente importante para mantener la estética y el orden. Puedes ocultar tu cocina tras un armario con puertas correderas, instalar un panel corredizo, levantar una cristalera con perfiles, o simplemente ocultar tras el mismo mobiliario los electrodomésticos. Recuerda, si eliges esta última opción que muchos necesitarán sus rejillas de ventilación oportunas para que "respiren". Déjate asesorar bien, antes de cubrirlos. 

El ladrillo de caravista es tremendamente decorativo, pero además es un buen aislamiento sonoro y térmico, de fácil mantenimiento. Apuesta por vestir una de las paredes de tu cocina con este material, y triunfarás. 

Tienes desde la versión clásica de obra, muy resistente y para siempre, hasta otras de imitación. De nuevo puedes recurrir al papel pintado, o a paneles de poliéster que se asemejan mucho al original, pesan menos y se instalan en pocas horas.