Para darle el máximo valor a tus exteriores te aconsejamos que, en primer lugar, te dirijas directamente a la base: el suelo. El suelo es el punto de partida sobre el que se construirá el resto del diseño y tiene la gran ventaja de que, siendo una única inversión, es capaz de revalorizar el espacio adaptándose a sus características, el uso que le das a cada zona y, por supuesto, tu gusto estético.
En este artículo
- La apuesta más duradera
- La perspectiva correcta
- Optar por los clásicos
- Las mejores propiedades naturales
- Mosaicos de color
- La continuidad
- Combinación de materiales
- Cada material tiene su uso
La apuesta más duradera
La madera, a pesar de tener fama de delicada, es la apuesta más duradera y versátil. Su precio medio-alto está justificado debido a su calidad y carácter natural del material. El mantenimiento que requiere consiste en aplicar un tratamiento a base de aceites una o dos veces al año, cuidados que merecen: la madera, aun envejecida, conserva su elegancia natural.
La disposición en lamas es perfecta para terrazas pequeñas porque, si se extiende también al mobiliario, se consigue un resultado continuo y ligero sin prescindir de lo necesario para la máxima comodidad.
La perspectiva correcta
Si no llegas a atreverte con la madera natural, en su lugar puedes instalar una tarima de madera tecnológica, que está formada a partir de conglomerado y virutas de madera. Así conseguirás replicar la estética de la madera sin mantenimiento.
Las lamas de la tarima también pueden ayudar a compensar efectos visuales no deseados. Por ejemplo, en espacios muy alargados y estrechos, puede reducir el efecto tubo. Por otra parte, si quieres integrar un elemento muy alargado como puede ser una piscina o una mesa para grandes comidas, disponer las lamas de manera perpendicular ayudará a compensar la perspectiva global.
Optar por los clásicos
El mármol es un clásico para los suelos. Es de los materiales más caros pero, es muy resistente y duradero. A pesar de su calidad estética, a veces puede dar algunos problemas cuando se instala en exteriores, ya que el mármol pulido es muy resbaladizo si se moja y al sol puede perder brillo. La mejor decisión es optar por acabados antideslizantes.
El mármol blanco, junto a una envolvente en el mismo color, te puede proporcionar un resultado espacioso y luminoso. Si quieres enfatizar aún más la amplitud, utiliza el mismo material en el exterior y en la habitación interior colindante, así la visión será continua y limpia.
Las mejores propiedades naturales
La piedra natural, las pizarras, las areniscas o las calizas son ideales para revestir los exteriores porque, por naturaleza, son resistentes a los cambios de temperatura y a los impactos, así que son una apuesta duradera. En cuanto a la estética, los colores y acabados que se dan en la naturaleza permiten realizar combinaciones únicas y que dinámicas. Además, son impermeables, por lo que son perfectos para climas húmedos o para un exterior con piscina.
Mosaicos de color
El uso de la baldosa hidráulica en exteriores no es lo más común, pero estas baldosas de cemento pigmentado son tu aliado perfecto si quieres llenar tu terraza de color en forma de diseños orgánicos. Exige una especial atención a la hora de instalar, debido a que las piezas pueden no ser iguales y, por lo tanto, no encajar necesitando un tratamiento adicional de sellado. A este proceso sería conveniente sumarle un tratamiento antideslizante para que se adapte a la perfección a la vida en los exteriores.
Junta los motivos florales de las baldosas con vegetación natural para conseguir un total aislamiento del estrés y sentirte al aire libre y en contacto con la naturaleza estés donde estés.
La continuidad
Para algunos, la máxima tranquilidad viene de la mano de lo lineal y poco recargado y esto puede conseguirse gracias a los colores neutros y los acabados pulidos. Los porcelánicos son soluciones muy aconsejables para los exteriores, ya que su escasa porosidad les hace resistentes a las heladas y a los cambios bruscos de temperatura. Estéticamente hablando, los acabados en los porcelánicos son muchos. Además, te permite instalar el mismo suelo en el exterior que en el interior.
Combinación de materiales
El hormigón pulido es una de las opciones más resistentes y limpias. Un resultado final sin juntas es garantía de menos mantenimiento y limpieza. Estéticamente, las condiciones climatológicas no le afectan ni deterioran y su apariencia visual limpia y continua te permitirá arriesgar en combinaciones.
Mezclar diferentes materiales, texturas y colores de manera inteligente es perfecto cuando no se tiene mucho espacio, porque con poco puede conseguirse un resultado que dinamice y revitalice hasta el rincón más diminuto. ¿Quién quiere plantas cuando puede tenerse textura y color?
Cada material tiene su uso
No hay por qué limitarse a un solo material para el suelo, combinar varios puede aportarte más ventajas de lo que crees. Puede ayudarte a dividir zonas, creando espacios mucho más íntimos y cómodos. También puede hacerte reducir el presupuesto, al minimizar los metros a revestir con un material que puede resultar más caro que otro. Por último, cada material tiene una resistencia y no sufrirá lo mismo un material en una zona de paso que en un zona de descanso, en una zona con exposición al sol que una zona a la sombra y, por ello el material que elijas deberá adecuarse a su entorno.
hace 8 años
Lo del mármol no lo veo. Me gusta más el uso de materiales como cemento u hormigón.
hace 8 años
Me quedo con los porcelánicos puedo dar fe de que dan un resultado increíble en todo momento, son la mejor opción
hace 8 años
Lo de la madera o similares a madera está bien, ¿pero qué ocurre con el mantenimiento del suelo de bajo por posibles humedades?