A todos nos gustan esas cocinas que salen en las revistas, pero hacer una cocina nueva puede suponer un gasto importante que, hoy por hoy, no nos podemos permitir. Pero, tranquilo, tenemos un plan B para que mejores la tuya sin hacer un "roto". Hemos seleccionado 7 ideas fáciles que podrás aplicar en tu cocina para que se vea más luminosa, bonita y sobre todo lujosa sin llevarte a la ruina. ¡Verás como son asequibles! Apunta bien...
#1. Cambia el suelo en un fin de semana

El suelo es una de las cosas que más sufre el desgaste de una cocina. Afortunadamente, hoy es posible mejorar su apariencia sin tener que hacer una gran inversión. Partiendo del viejo suelo y sin tener que levantarlo, podemos instalar encima otro laminado, cerámico o incluso vinílico. Estos últimos combinan sistemas tipo click con otros adhesivos. Los más lanzados también pueden optar por el microcemento, solo que este aumentará la altura en una media de 2-3 cm y será algo más caro que las opciones anteriores.
Es fundamental que la base sobre la que los instales esté nivelada para que no tengas problemas después. Consulta con los fabricantes el uso que aconsejan y la forma de limpieza. Así no sólo se verán bonitos, sino que también serán prácticos y fáciles de mantener.
2. Maquíllala con pintura

Si tu cocina sigue como el primer día, te gusta su distribución y es funcional pero luce ya anticuada, te puedes plantear pintar el mobiliario con esmalte para muebles. Normalmente con un lijado suave y una mano de imprimación tendremos la base perfecta para un buen repaso de pintura. Al mismo tiempo, puedes aprovechar para cambiar los tiradores y reparar los agujeros, si no coinciden con los nuevos. No es un cambio rápido, pero su coste es asumible. Recuerda que la pintura sintética es más resistente a golpes o arañazos que la acrílica, y esto es especialmente importante en una estancia con tanto ajetreo como las cocinas.
Para los azulejos, existen pinturas resistentes a la humedad y la grasa que tienen un efecto transformador muy rápido. Algunas necesitan imprimación previa y otras no. Tenlo en cuenta.
3. La magia del papel pintado

Si las paredes de tu cocina son lisas, te puedes atrever a cambiar su aspecto con papel pintado. Los hay con motivos culinarios (frutas exóticas, un rico capuchino), también florales para los que buscan un estilo más clásico. A cuadros, geométricos o con tonos suaves. También con acabados más contemporáneos como los que imitan el granito o las paredes de ladrillo. Tienes prácticamente para todos los gustos.
El secreto para que este papel tolere bien el tráfico de tu cocina es elegir un modelo vinílico de base tejido no tejido (TNT). Este se puede colocar sobre el alicatado, siempre que primero apliques imprimación o emplaste. Y si además lo refuerzas con una mano de látex líquido al acabar, le estarás creando una segunda piel que lo protege de salpicaduras y manchas inevitables.
#4. Deja que se "luzca"

A veces no es cuestión de cambiar demasiadas cosas, sino de mejorar el foco con el que se miran. La luz tiene este efecto. Puedes cambiar las viejas bombillas por un sistema nuevo de luces de Led mucho más elegantes y sobre todo económicas.
Funcionan muy bien las regletas debajo de los armarios altos, las lámparas colgantes sobre las mesas de cocina o las tiras de focos en las zonas principales (zona de fuegos, zona de trabajo y zona de aguas).
#5. Protege y decora con un antepecho

La zona frontal de la cocina es la que más sufre el uso. A menudo recibe salpicaduras y puede verse en poco tiempo amarilla por culpa de la grasa o el calor. Efectos que la pintura u otros materiales no consiguen tapar. En esos casos, invertir en un antepecho nuevo puede ser una solución muy práctica y además dar la nota de estilo.
Se llevan los frentes de acero, pero también los sintéticos o de vidrio tintado. Puedes cubrir sólo la zona que coincide con la placa o bien alargarlo un poco más para reforzar la protección.
#6. Una grifería nueva que además "ahorre"

Un grifo viejo y deteriorado causa muy mala imagen. Lo mismo pasa con el fregadero. Así que, ¿por qué no cambiarlos? En la mayoría de los casos se pueden quitar sin estropear el banco, logrando un look renovado instantáneo. Ten en cuenta el espacio disponible, el material (cristal, sintético, acero inoxidable, etc.) y el tipo de encimera que tienes. Todo esto te ayudará a elegir el mejor modelo para tu cocina.
Para el grifo, recuerda que los de caño alto no se recomiendan para fregaderos pequeños, porque salpican, y los de caño extraíble son más cómodos para llenar recipientes grandes. Los que incorporan aireador ahorran hasta un 25% de agua, y los que abren directamente en agua fría, además nos permiten ahorrar en energía. Ya que cambiamos, que sea con vistas a lograr un hogar más eficiente.
- Su ubicación dependerá de las tomas de agua existentes.
- Que el grifo no sea una molestia a la hora de abrir una ventana.
- Si tienes suficiente espacio, elige un fregadro de 2 senos.
#7. Detalles que la hacen muy "top"

Hay algunos cambios pequeños que suponen un antes y después memorable. Por ejemplo, quitar las viejas cortinas y en su lugar poner un estor tipo screen que nos dé intimidad y deje pasar la luz. Añadir algunas plantas aromáticas en una pared desnuda y sin encanto. Pintar algún frente de armario con pintura de pizarra. Cambiar las puertas de la despensa por otras correderas tipo granero… y un sinfín de cosas sencillas con un coste reducido que marquen la diferencia sin dejar un agujero en nuestro bolsillo.
¿Qué te parecen estas ideas? ¿Te atreverías a hacer un lavado de imagen a tu cocina para que parezca de lujo?
hace 6 años
antepechos de metal, el problema es que se deteriorona en esa zona, creo. Mejor uno de cristal.
hace 6 años
De cristal lo tengo yo, y te aseguro que es una pasada. Se limpia muy muy fácil
hace 6 años
Con detalles y los antepechos de metal seguro que el resultado es infalible, siempre me han encantado
hace 6 años
Uff el papel pintado me cansa ya y además creo que no es una solución limpia para un lugar como la cocina, no lo veo