Hace pocos años la decoración solo era cosa de profesionales y muy pocos se atrevían a opinar sobre estilos o tendencias. Pero a día de hoy gracias a las revistas de decoración, blogs o webs todos nos hemos hecho un poco entendidos en la materia y presumimos de saber cómo decorar un hogar. El cuñadismo, una de las palabras de moda este año, también entra en nuestro sector. Marcando unas reglas absolutas de decoración o diseño, que acaban de raíz con todo rastro de ingenio o creatividad.
Hemos recopilado 6 reglas de decoración que estaréis cansados de escuchar. Y que solo tienen sentido para el que las opina. Falsos mitos que a fuerza de repetirlos se han transformado en normas decorativas. Pero en realidad no son más que máximas erróneas que no deberían coartar tu libertad a la hora de decorar tu casa.
1. Elegir colores neutros para no aburrirse

Es verdad que los colores neutros son más fáciles de combinar. Pero por esa regla de tres, nuestro armario estaría lleno de pantalones beige y camisas blancas. ¡Qué aburrimiento! Y si me gusta una camiseta amarilla, ¿no me la puedo comprar por si me aburre? No tiene sentido.
Seamos sinceros. No vamos a comprar un mueble de diseño de gran valor de color amarillo limón (a no ser que nos enamore, claro está). Pero eso no nos impide jugar con el color y aplicar a nuestra propia casa un estilo personal y único que nos identifique y nos haga sentir cómodos. Si te fijas bien, las estancias con más estilo tienen colores intensos. Rojos, grises... (recuerda que este año Pantone nos ha marcado como color del año el verde “greenery”). Equivocarse con el color es sencillo, pero como casi todo en la vida, tiene solución. ¡Atrévete a probar!
2. Invierte en muchos armarios y no te fallará el orden

Seguramente quién inventó esto ni si quiera se lo creía. Tener muchos armarios no es garantía de tener una casa ordenada. Es más, puede actuar justo al revés. A más armarios más trastos y posiblemente más desorden.
La clave es tener los armarios que necesitas, justo en el lugar donde te hacen falta y con un tamaño adecuado a lo que guardan. Lo ideal es que, por ejemplo, las toallas estén en un armario en el baño. O que el ropero esté en el lugar donde te vistes.
Si cada objeto tiene un lugar determinado donde guardarse es más fácil que vuelva a su lugar. Así se consigue orden, no llenando la casa de armarios hasta los topes y sin sentido.
- Las puertas correderas permiten aprovechar al máximo el espacio.
- Intenta ubicarlo en huecos "perdidos": entre pilares, bajantes, rincones, etc...
- Pide un esquema de la distribución interior del armario, para planificar el aprovechamiento del hueco.
3. Prima siempre lo práctico a lo estético

Otro de esos mitos que en la mayoría de los casos 'depende'. Depende de la casa que tengas, depende de si tienes o no ayuda y depende de lo que te haga sentir ese objeto que deseas. Si prevaleciera siempre lo práctico a lo estético, nadie iría con tacones, ni se pondría unos jeans elásticos. ¿Verdad? Pero es que sientan tan bien y nos hacen sentir tan estupendamente, que merece la pena el esfuerzo. Pues con tu casa, ídem.
Un sofá de terciopelo no se mantiene fácilmente, un suelo de madera es delicado, y una bañera exenta te puede hacer recoger medio cubo de agua después de ese baño ideal. Pero, nos sienta tan bien ese baño, nos da tanta calidez esa madera o nos seduce enormemente tener un sofá mullido y suave, que bien merece la pena el sacrificio. Al final, en la escala entre lo práctico y estético eres tú y no la opinión de los demás quién decide qué pesa más.
4. Menos es más

Cuando no sabes qué decir, cuando tienes miedo a equivocarte o cuando no te quieres pillar los dedos, recurres al famoso “menos es más”. Pero en decoración, como os decíamos más arriba, no hay ninguna regla absoluta ni inmutable.
¿Por qué tienes que dejar las paredes desnudas si puedes hacer una librería enorme y estupenda que sea la joya de tu casa? Es sólo un ejemplo de espacios en los que la simpleza no existe, y sin embargo, luce espectacular.
Si todo tiene un sentido, si a ti te gusta y te apetece, y si además, es justo lo que necesitas, olvida el menos y ponle un “más”. Para gustos siempre los colores.
5. Toda la casa siempre con la misma paleta de color

Seguro que tu madre ya te lo dijo en su día. Compra pintura blanca a granel que sale más barata y hace grande y limpio. ¿Y eso quién lo ha escrito? Podemos entender el sentido práctico de pintar todo con los mismos colores. La pintura es más económica y nos da margen para mover los muebles de una habitación a otra. Pero estéticamente no siempre va a ser la mejor opción.
Es importante que todo siga una línea argumental porque todo se trata de la misma casa y al final se trata de crear transiciones. Pero eso no nos limita en absoluto para ir jugando con el color. Igual que las normas anteriores, si de verdad te gusta pintarlo todo igual, adelante, es tu casa. Pero sino, no tengas miedo a romper una norma que como las demás, es pura opinión.
- Pide al profesional una pequeña prueba de color antes de empezar para confirmar que el tono es adecuado.
- Forra los muebles que no puedas sacar con plástico o emplea una doble capa de sábanas viejas.
- Deja las paredes libres: tornillos, baldas, estanterías...
6. Las habitaciones pequeñas se deben pintar en tonos claros

Efectivamente, los colores claros contribuyen a hacer visualmente más grande cualquier estancia de tu casa. Hasta aquí estamos de acuerdo. Un baño de pequeño tamaño con un alicatado o un suelo oscuro puede parecer más pequeño, pero, ¿y si este detalle no pesa tanto, como hacer de tu baño un espacio único, y tremendamente elegante o sofisticado? No es tanto el color de una estancia lo que le suma o resta metros, sino su correcta o deficiente iluminación.
Volvemos al principio, si a ti te apetece pintar con tonos oscuros una cocina o baño diminuto, adelante. Tendrás que ser más cuidadoso al elegir los complementos y prestar mucha más atención a la luz. Pero el resultado puede ser proporcional al esfuerzo y ser sencillamente espectacular.
Olvida todas las anteriores: las reglas las escribes tú

En definitiva, haz de tu casa tu guarida personal. Un lugar que te reconforte y te enamore. Que refleje quien eres. Si estos tópicos universales funcionan con tu forma de ser o vivir, perfecto. Pero si no, no tengas miedo en romperlos y arriesgarte. ¡El que vive en esa casa, eres tú, no el que opina!
Y tú. ¿Qué reglas has roto? ¿Te arrepientes de hacer seguido alguna de estas falsas máximas?
hace 6 años
El tema de los armarios es cierto aunque ahora hay muebles multifunción que te dan la opción de almacenar sin tener que recurrir al clásico armario como lo conocemos
hace 6 años
Claro que sí, las reglas están para romperlas. Además, en decoración, cada gusto es diferente.
hace 6 años
Viva la libertad de criterio al servicio del bienestar
hace 6 años
Pero que buenas REFLEXIONES. y QUE VERDADES.
hace 6 años
Muy buen artículo. Estoy totalmente de acuerdo con el planteamiento. Saludos!