El papel pintado, lejos de pasar de moda, ha vuelto a nuestras vidas con más fuerza. La verdad es que es un recurso decorativo muy interesante. Un material de lo más versátil que te puede ayudar a decorar desde un recibidor hasta un baño. Ahora bien, como cualquier material, es necesario conocerlo bien. Saber cuáles son sus puntos fuertes, pero también entender sus limitaciones. Te hablamos un poco sobre el papel pintado y sobre todo lo que debes saber antes de colocarlo en casa.
Conoce las ventajas del papel pintado

El papel pintado tiene muchas ventajas. Para empezar, no podemos negar que se trata de un material que aporta un plus decorativo. Hay un montón de diseños y estampados que se ajustarán sin problemas a cualquier tipo de decoración. Pero, además, el papel pintado funciona como una capa protectora de nuestras paredes. Sí, será mucho más difícil estropearla con golpes o roces.
Teniendo en cuenta que las paredes están más protegidas, no es de extrañar que el coste de mantenimiento sea menor, pues lo cierto es que el repintado ya no es tan necesario. Además, cuando quieres cambiar un papel por otro, pasado el tiempo, no hay que ensuciar. No hay que lijar ni enlucir paredes. No hay que arreglar desconchones.
En otro orden de cosas, y por nombrar alguna ventaja más, el papel pintado es ideal para tapar pequeños desperfectos que no se pueden eliminar. Además, se pueden conseguir efectos ópticos muy interesantes, como agrandar las habitaciones dando más profundidad.
Cuántos tipos de papel pintado encontramos

Si piensas que papel pintado sólo hay uno, estás equivocado. Lo cierto es que hay un montón de variedades diferentes. Por un lado, tienes el papel tradicional, se recomienda utilizar en las zonas de poco tránsito, pues es más delicado y su limpieza es un poco más complicada.
El papel tejido, es un papel con base textil, ya sea algodón, seda u otras fibras. Esta particularidad consigue que tenga una apariencia entelada. Es realmente bonito, aunque necesita una cola especial para ser colocado. Además, en esta variedad encontraríamos también el papel tejido no tejido, que incorpora también una capa de vinilo. Esta capa sirve para impermeabilizar el papel, algo que hace que sea fácil de lavar.
Por último, también hay que destacar el papel vinílico. Tiene una base de papel y una capa de vinilo. Este papel es el que se coloca en estancias como el baño y cocina, pues aguantan sin problemas la humedad y condensación del agua.
Antes de colocar el papel

Antes de colocar el papel en tu pared, lo primero que tienes que hacer es observar la superficie. Si está en perfecto estado no necesitarás hacer mucho, cualquier papel irá bien. Si la pared no está todo lo bien que debería, puedes intentar solucionar lijando y enluciendo, o bien colocando un papel con relieve o con algún tipo de textura que disimule las imperfecciones.
¿Qué es el rapport?

El rapport es la medida del patrón. Este dato nos ayudará a saber cada cuántos centímetros se repite el dibujo. Este dato suele estar incluido en la ficha técnica del producto, y es bastante importante. Si el papel pintado tiene rapport, una vez esté colocada la primera tira del papel pintado en tu pared, las siguientes tiras tienen que desplazarse en vertical hasta que el dibujo o el patrón encaje. De otra forma, el papel no quedará bien.
¿Es apto para todo tipo de paredes?

Si tienes una pared de azulejos, debes saber que podrás colocar papel pintado siempre y cuando tapes las juntas. Ahora bien, tendrás que usar una cola especial y evitar las zonas en las que exista contacto directo con el agua.
En las paredes con gotelé la cosa se complica un poco más. No es una superficie lisa ni uniforme, por lo que tendrá mala adherencia y es posible que, aunque consigas colocar el papel, te enfrentes a bastantes roturas. Lo mejor en estos casos es lijar la pared para alisarla y poder colocarlo.
El papel pintado que no se usa en paredes

Al principio dije que el papel pintado era un material versátil. Lo cierto es que lo es y mucho. No sólo podrás cambiar el color y diseño de una pared. El papel pintado también se usa para customizar diferentes objetos. Puedes forrar un cabecero de cama con papel pintado, o bien el fondo de una estantería blanca. Darle un toque diferente a tu armario o forrar los cajones de tu cómoda, también aportarán un toque completamente diferente y personalizado a tus estancias.