Cambia las ventanas

No nos cansaremos de decirlo, uno de los puntos más importantes a la hora de aislar tu casa del exterior son las ventanas. Sí, en invierno nos protegen del frío; pero es que en verano también nos van a proteger del calor.
Para ello, es importante apostar por modelos actualizados. Las ventanas con doble acristalamiento, por ejemplo, son un buen aliado para el confort térmico de tu casa. También es interesante apostar por modelos que utilicen vidrios de baja transmisión térmica y bajo factor solar. Tenemos los mejores profesionales dedicados a ello.
Aislar techos y suelos para evitar puentes térmicos

El aislamiento del techo es más importante de lo que imaginamos. Si hemos decidido mejorar el aislamiento de nuestra vivienda de cara a estas vacaciones, será necesario hablar con un especialista, pues cada casa es diferente, igual que cada clima. Aun así, es muy recomendable aislar los techos mediante la incorporación de aislamiento térmico en el falso techo o reforzando el aislamiento de la cubierta (en caso de viviendas unifamiliares).
Mucho cuidado si en tu vivienda vacacional has incorporado la terraza o galería a la casa. Ten en cuenta que tanto el techo como el suelo de estas zonas eran espacios abiertos, por lo que seguramente no llevan ningún aislante térmico. No servirá de nada tener toda la vivienda aislada si dejamos pequeños puntos críticos como ese.
Pon un suelo laminado en colores claros

Si quieres cambiar el suelo y apostar por algo fresco, para empezar, opta por el laminado. El material es bastante atractivo, pues se coloca sobre el pavimento anterior sin necesidad de levantarlo. Es un sistema sencillo de clic que hace que el cambio se haga más rápido que con cualquier otro pavimento.
El tema del color claro es lo que nos va a ayudar a soportar mejor el calor. Igual que en las zonas con temperaturas más altas se pintan las paredes de blanco para que refleje el sol y se mantenga el interior fresco, con el suelo también sucede lo mismo. Por tanto, intenta encontrar una gama lo más clara posible.
Instalar un buen sistema de aire acondicionado

No importa si quieres sistemas individuales en split o si prefieres un aire acondicionado centralizado, aunque estos últimos dan mejores resultados. El caso es que el aire acondicionado es, sin duda, el mejor de los aliados contra el calor.
Intenta mantenerlo siempre a una temperatura estable. Apagar y encender el aire sólo hará que tu factura de la luz se dispare.
Asimismo, si no quieres invertir en un aire acondicionado, o te da miedo la factura de la luz, piensa en otras alternativas interesantes como los ventiladores de techo. Son bastante efectivos en zonas en las que el calor no es demasiado abrasador. Bajan la temperatura unos grados, que en ciertos momentos puede ser suficiente para dormir.
Rodéate siempre de plantas

El agua, al evaporarse, hace bajar la temperatura del ambiente. Si tienes en cuenta esto, podrás aprovechar el poder de las plantas. Riega las plantas de tu terraza o las del interior de casa para reducir la temperatura un par de grados.
Si no cuentas con terraza y no tienes demasiado espacio en el interior, puedes optar por colocar las macetas en las ventanas o, mejor aún, crear uno de esos jardines verticales que cubren absolutamente toda la pared.