Quien tiene una terraza para disfrutarla todo el año, tiene un tesoro. Especialmente en verano que es cuando más se saborea. Por eso es muy importante evitar los errores típicos que pueden estropear tu momento de tumbonas y sol; las sesiones de cervecita o el vermut a la sombra; y todos esos días eternos sin nada importante que hacer. Si quieres aprovecharla al máximo, apunta estos 5 pecados que nunca debes cometer, y gozarás de la terraza perfecta (incluso en la ciudad y aunque no tengas vacaciones).
Error 1: No planificar correctamente su uso

Porque por grande o pequeña que sea si no la organizas bien puede dejar de ser un oasis tropical y convertirse en un perfecto caos.
- Si es muy pequeña, lo sentimos pero tendrás que elegir: o comes en ella o la conviertes en solarium y zona de relax. Intentar integrar un todo en uno será complicado y poco estético. Además es que andarás todo el día tropezando.
- A partir de un tamaño medio, ya puedes empezar a pensar en sofás de esquina, hamacas colgantes (que este año lo "petan" en Pinterest), o incluso alguna mesa que puedas abrir o cerrar, o adosar a una pared para que no moleste cuando no se usa.
- Y si tu terraza es tirando a grande, estás de enhorabuena, ¡hay más sitio para todo! Pero cuidado, no te vuelvas loco comprando muebles: mejor poco pero bueno. No se trata de salir del paso sólo este verano, sino de ir invirtiendo en una terraza de calidad para que puedas aprovechar muchísimos años.

Los muebles a medida, ya sean de obra (cemento) o de madera, siempre son una opción acertada en terrazas de todos los tamaños y estilos. Piensa que si inviertes en ellos, sacarás mucho más partido al espacio disponible, y no tendrás que preocuparte más que por revisar los cojines o colchonetas cada año. Bien diseñados pueden exprimir la planta de una terraza por mini que sea y hacerla más confortable.
- Si en lugar de dejarlos volados planeas ponerles tapa (a modo de cofre, baúl o arcón), te marcarás un 2x1 estupendo para no tener que guardar todas esas cosas dentro de casa. ¡Recuerda que la terraza no es un trastero!
Error 2: Restarle importancia al sol

Porque desayunar con el primer sol del día es una auténtica gozada, más aún si se trata de un desayuno con vistas... Pero, soportar su intensidad en las horas centrales del día, puede resultar tremendamente incómodo (y peligroso). No dejes para el año siguiente el tema de la sombra y de una vez por todas invierte en un sistema óptimo. Hay opciones para todos los gustos, estilos y bolsillos. El señor Lorenzo puede atacar fuerte ¡Cuidado con él!

Desde toldos o parasoles de un montón de materiales y tamaños, a pérgolas o velas de sombreo. Todas las opciones son válidas. Eso sí, la que elijas debería ser duradera y protegeros de los temidos rayos UV. Ten en cuenta la orientación de tu terraza para acertar con la sombra:
- Si mira al este, el sol entrará de lado por la mañana. Si mira al sur, el sol será potente y vertical al mediodía. Si es oeste, estará surtida de sol toda la tarde. Y si da al norte será muy fría en invierno, pero casi un paraíso terrenal en verano. Salvo en este último caso el resto de las terrazas necesitarán una previsión correcta de sombra.
Nuestras favoritas son las pérgolas de acero, PVC, aluminio o madera tratada. Exentas o ancladas a la pared ofrecen un montón de combinaciones distintas para asegurar la sombra: Con techo asfáltico, toldos, placas de imitación de teja, mallas de sombreo o plantas trepadoras.
Error 3: No mirar al suelo

Muchas veces nos volvemos locos comprando muebles y tejidos nuevos, sin darle la importancia que requiere al suelo. Dedica unos minutos a observarlo para ver si está en buen estado y luce bien, o necesita un arreglo o una limpieza profunda y profesional con un limpiador de alta presión.
- Ya sabes que puedes vestirlo con placas de tarima entramada, madera para exterior, caucho, césped artificial, cerámica o composite. En versión muy low cost está la opción de taparlo con una o varias alfombras de algodón o incluso de polipropileno que resiste muy bien el agua y los caprichos climáticos del verano.

Si tienes una zona de comedor es mejor colocar un pavimento poco poroso, que resista sin problemas las manchas y te resulte rápido y sencillo del limpiar.
- Cuando se trate de una superficie dura, funcionará bien la madera natural, el composite (o madera sintética), la cerámica (que es un todo terreno y además admite muchos acabados), la piedra o incluso los nuevos vinílicos.
- En cambio en superficies blandas, es mucho mejor que inviertas en césped natural o artificial combinado con alguno de los materiales anteriores.
Error 4: Quedarte corto de luz

El rollito "chill out" con sus guirnaldas, velitas y luces tenues está genial para la sobremesa de la noche, pero no tanto para la hora cenar. En verano las terrazas se disfrutan mucho hasta altas horas de la noche, por eso es importante que planifiques bien la luz para adaptarla a lo que estés haciendo en ella. Exactamente igual que lo haces en el salón de tu casa durante todo el año.
- Tienes que modular la luz: Acuérdate de iluminar escalones (si los hay), puertas de acceso, caminitos, o rincones especiales que quieras resaltar. Coloca luces debajo de los asientos, en la base de las plantas, enredada entre ellas o acompañando la zona de agua (si la tuvieras). Por supuesto, en la terraza si hay toma de agua y desagüe es una chulada disfrutar de una ducha a cualquier hora del día. ¡No me digas que aún no la tienes!

Es muy importante que sea tenue y suficiente. Utiliza lámparas de exterior de inspiración romana o tropical, luces de ambiente ocultas entre la vegetación, farolas de distintos tamaños, tiras flexibles de leds, dispositivos solares (que se cargan durante el día y lo dan todo en la noche) maceteros, columnas o muebles retroiluminados y las siempre eternas velas o farolillos.
- Si no quieres estar pendiente del consumo puedes utilizar sensores crepusculares capaces de medir la cantidad de luz ambiental y encenderse de forma automática sólo cuando sea necesario. También están los detectores de presencia que se activan al detectar movimiento.
Error 5: Olvidarse de la privacidad

Porque no hay nada más incómodo que sentirse observado. Ahora que has creado tu particular edén y estás tan a gustito tu solo o con tu familia o amigos, no dejes que la mirada incómoda de un vecino o viandante te amargue la juerga.
- Puedes usar celosías de lamas de madera o separadores y muros vegetales. También puedes tirar de maceteros grandes con plantas que toleren bien el calor. Si instalas una pérgola tienes la opción de cerrarla con cristales, pedir que te instalen un toldo tipo estor, o incluso añadirle unas cortinas rollo ibicenco que quedan preciosas y dan mucha intimidad.

La ocultación artificial a base de mallas de ocultación, setos artificiales o decorativos, o cañizos artificiales, es la más duradera. No necesitan cuidados especiales más allá de un manguerazo de vez en cuando para liberarlos del polvo. La ocultación natural es mucho más cálida, pero también delicada. Puedes usar cañizos (bambú, brezo, mimbre), paneles de madera o setos naturales. Las plantas aportan frescor, color y aroma. Son más delicadas de mantener porque al final es un ser vivo (con sus cositas), pero favorecen la biodiversidad ¡Qué también es importante!
¿Y tú, tienes lista tu terraza? ¿Qué errores has fichado para no volver a cometer? Venga... estás a tiempo de ponerles solución. ¡Ponte las pilas y saborea tu terraza!
hace 4 años
En la realidad nadie te instala una terraza asi, Hablo por experiencia, te hacen un cerramiento carísimo y nada bonito