En España hay muchísimos pisos pequeños disponibles por varias razones. En primer lugar, durante el boom inmobiliario se construyeron viviendas más pequeñas para ‘compensar’ o ‘especular’ con los precios estratosféricos por metro cuadrado que había en ese momento. Por otro lado, cambian las necesidades de las familias, que cada vez son más pequeñas: hay menos natalidad, crecen las familiares monoparentales e incluso las personas solteras. Sea como fuere, vivir en 40m2 es un reto y hay que saber sacarle el máximo provecho al espacio. Te mostramos 5 ejemplos donde lo han logrado con nota.
Un estudio pequeño y soleado

Este pisito de apenas 30m² es el perfecto ejemplo de cómo se puede lograr vivir en pequeño sin sentirse confinado en una lata de sardinas. Es un mono ambiente, sí, pero han logrado que tenga de todo y parezca incluso espacioso, porque la distribución es diáfana en el centro y se han aprovechado muy bien los espacios.

Un sencillo muro de pladur separa el salón del dormitorio, pero ambas estancias quedan lateralmente expuestas al resto de la vivienda, donde se encuentra la cocina, una pequeña mesa de comedor y atrás, el baño. El dormitorio y el salón se han ubicado al lado de los ventanales, para un mayor aprovechamiento de la luz natural.

La cocina es pequeña y compacta, pero es una cocina completa y funcional. Incluso generosa en cuanto armarios disponibles para el almacenaje, teniendo en cuenta las dimensiones totales del apartamento. Queda totalmente abierta y aprovecha la luz natural que le llega a través de las ventanas del dormitorio y el salón.
De trastero a apartamento

Este espacio era un trastero guardamuebles en Heleneborgsgatan (Estocolmo), hasta que la arquitecta Karin Matz lo reformó y convirtió en un pequeño estudio. Todo un reto ya que apenas tiene 36m². La cocina está muy bien equipada y goza de espacio suficiente. Al lado, está pegado el dormitorio, que se ha elevado para crear el vestidor debajo de la cama. Una idea original y muy útil, que permite aprovechar el espacio desde la perspectiva de los metros cúbicos y no de los metros cuadrados. Una mampara de cristal y los muebles de la cocina hacen de ‘pared’ divisoria entre el dormitorio elevado y la cocina.

Tanto la cocina como el dormitorio están abiertos al salón-comedor. El recurso que se ha utilizado para crear una diferenciación entre los espacios es el color del suelo. El parquet de madera marrón contrasta con el parquet blanco de la cocina y delimita el espacio de cada una de estas estancias.

Por último, detrás de la pared del salón, se esconde el rincón destinado a la higiene personal y del hogar. Hay un pequeño baño con ducha y la zona de la lavadora, que parece doble pero no lo es, sino que hay un espejo que refleja la imagen.
Un apartamento de 40m² ecléctico y lleno de color

Este pequeño apartamento de 40m² es una pequeña obra de arte, decorativamente hablando. Se ha sabido aplicar una decoración ecléctica, que mezcla el estilo industrial, el vintage y el nórdico con mucho gusto y sin que parezca un circo. Además, la distribución permite aprovechar bien el espacio.

El espacio más amplio de la vivienda está ocupado por la cocina y el salón, que están abiertos y de cara el uno respecto al otro. La cocina ocupa un solo frente, lo que permite que, en el espacio alargado y estrecho disponible, se pueda colocar incluso una mesa de comedor en medio. Lo tiene todo. Y además, las ventanas de la casa están de su lado, favoreciendo una mayor sensación de amplitud gracias a la entrada de luz natural.

Una media pared y unas puertas de madera separan el salón del dormitorio, que es la segunda estancia más grande del apartamento. Con esta distribución, se ha logrado que ninguna de las estancias principales queden excesivamente pequeñas, probablemente, reduciendo espacio del recibidor y del baño.
40m² funcionales y modernos

En este moderno apartamento se diferencian 3 principales zonas: la cocina-comedor, el salón-dormitorio y el baño. La cocina ocupa todo el lateral de una pared para sacarle el máximo rendimiento al largo del espacio. Es una cocina de estilo minimalista, ya que ayuda a mejorar la sensación de amplitud. Delante, una mesa con sillas representan el comedor. Y si te fijas, se han utilizado dos suelos distintos para diferenciar los espacios.

Media pared de pladur separa la zona de la cocina-comedor de la zoan del salón-dormitorio. No hay puertas, porque no son necesarias. Ese muro es lo suficientemente ancho como para para crear un ambiente totalmente diferente, pero conectando ambas zonas.

Para separar el dormitorio del salón se ha creado un desnivel en el suelo, con dos escalones que elevan la cama respecto al salón. A su vez, para aislar un poco más la zona de descanso, sin entorpecer la continuidad visual y lumínica, se ha optado por un cristal a modo de pared divisoria.
Un pequeño apartamento, con un amplio salón

En este pequeño apartamento de estilo nórdico, se ha priorizado el salón por encima de todo, ya que ocupa gran parte del espacio disponible en el piso. Las paredes se han pintado de un color beige que contrasta con el blanco predominante de toda la vivienda, una buena forma de diferenciar los distintos ambientes, sin necesidad de levantar paredes.

La cocina, que está abierta al salón, ocupa todo un frente y parte del otro, dibujando una forma de L. En este caso, también se ha utilizado el color para delimitar su espacio. Los muebles de la cocina de madera oscura, contrastan con el blanco del suelo, del techo y del resto de paredes.

El dormitorio se esconde tras una cortina, de frente al salón. Las cortinas son un elemento que además de decorar las ventanas y regular la entrada de luz natural, también pueden servir para separar espacios sin entorpecer visualmente ni perder luz.
hace 6 años
Madre mía, son preciosos los ejemplos. Me encanta el del trastero, aunque la pared así parece que esté deteriorada, mejor otro acabado.
hace 6 años
El juego que da un tabique bien colocado jajaja. Muy buenos ejemplos de lo que se puede hacer con poco espacio y mucho gusto.
hace 6 años
La verdad es que el resultado en todas ellas es una auténtica pasada, algo bonito y con buen gusto. No se puede pedir más