4 reformas que puedes hacer en tu galería o tendedero

Teniendo en cuenta que la mayoría de las galerías están separadas del resto de la casa, está la posibilidad de crear un espacio nuevo que nada tenga que ver con las tareas del hogar. Por ejemplo, podemos crear un comedor “exterior”. Un comedor pequeño en el que poder desayunar, comer o cenar aprovechando toda la luz; y es que las galerías suelen ser espacios con grandes ventanas que dejan pasar más luz que en otros rincones de la casa.

En esta reforma en concreto, nos centraríamos en cambiar el suelo, colocando uno más estético, reforzando ventanales y puertas, pintando y, evidentemente, comprando muebles que se adaptaran al espacio. Unas cuantas plantas y tendremos el espacio perfecto para disfrutar de una velada entrañable.

La mayoría de las galerías están ubicadas por defecto en la zona de la cocina. No obstante, no siempre es así. Además, también está a posibilidad de realizar una reforma integral de la vivienda en la que la cocina pase a otra zona de la casa, sobre todo en distribuciones antiguas que no encajan con las necesidades actuales. En estos casos, tendremos una galería que podremos darle a otra estancia, por ejemplo, el salón.

Como comentábamos, son espacios con amplios ventanales, por eso de tener acceso al tendedero, así pues, será una ventaja poder incorporar estos metros cuadrados al salón, pues contaremos con un poco más de luz.

En esta reforma, tendremos que asegurarnos de contar con el mismo suelo que en el resto de la estancia, aunque no sería un problema si estamos realizando la reforma desde cero y hemos cambiado el pavimento en ese momento. Además, al estar integrada a la vivienda, es necesario reforzar aún más los ventanales para no tener problemas con un mal aislamiento. Quizá incluso reforzar paredes, pues estas galerías están en contacto con el exterior.

En los casos en los que no movamos la galería de su sitio y queramos realizar una reforma de la cocina, es interesante barajar la opción de darle esta galería a ese espacio. La principal desventaja es que no vamos a contar con una galería para dejar aislada la lavadora y tender, pero las ventajas pueden ser más. Por ejemplo, tendremos más espacio y, por tanto, una cocina más amplia.

El problema de la lavadora a la vista, hoy por hoy no debería ser demasiado quebradero de cabeza, pues hay lavadoras integrables que quedan perfectamente integradas con el resto del mobiliario. Además, no podemos negar que tener un gran ventanal en el que situar el fregadero es una auténtica maravilla.