En este artículo
Usar remedios caseros
Una obstrucción de tuberías puede darse por muchos motivos. Puede ser que el sifón de tu ducha, por ejemplo, no esté haciendo una función correcta y penetren sólidos o tal vez la cal del agua esté haciendo de las suyas en tus tuberías. En cualquier caso, el problema puede ser de menos grave a más grave. Si estamos ante una pequeña obstrucción, seguramente el método de toda la vida del agua hirviendo tirada por el desagüe podría funcionar.
El agua hirviendo puede disolver y fundir pequeños atascos. Ojo, el agua debe estar muy caliente, así que manipula con cuidado.
Si una vez hecho esto ves que no ha funcionado del todo, quizá necesites un poco de ayuda extra. Hay combinaciones fáciles de hacer en casa para crear desatascadores “naturales” que tienen cierta eficacia. Por ejemplo, el vinagre y bicarbonato juntos, al entrar en contacto, generan una reacción efervescente que podría acabar con estas obstrucciones. Vierte esta mezcla en tu desagüe, deja esperar un rato y luego vierte agua caliente. En el mejor de los casos esto será suficiente. Es más, podríamos tener esta práctica como un mantenimiento mensual de nuestros desagües.
Productos
especiales
Hay veces que el atasco ya es considerable y con estos remedios caseros no vamos a solucionar nada. En cualquier supermercado puedes encontrar productos especiales. Desatascadores químicos que pondrán un poco más de fuerza en el proceso.
Puedes encontrarlos en formato de gel, líquidos o incluso en gránulos. En cuanto a su composición, todos están formulados para disolver químicamente la grasa y otros residuos orgánicos. Siempre debes usar guantes para usarlos. También mascarilla para no respirar sus vapores.
¿Son efectivos? Pues muchas veces sí. Si el atasco no es extremadamente grande, pueden ser bastante útiles, así que sí, es un paso interesante antes de llamar a un fontanero.
Puntos que tienes que tener en cuenta: que se trata de productos químicos, como ya hemos dicho, y hay que tener cuidado a la hora de manipularlos y que, además, son bastante contaminantes.
Desatascadores manuales
Es una de las soluciones más evidentes. Es más, seguro que todos contamos con el típico desatascador manual para el fregadero. Nos puede salvar de problemas más serios en las tuberías, por lo que conviene tener siempre uno en casa.
Para usarlos, conviene que llenemos el fregadero o pila con un poco de agua hasta que el desatascador esté cubierto. No te olvides tapar el rebosadero con un paño o toalla para hacer un efecto vacío. Realiza movimientos rápidos empujando hacia adentro y tirando hacia afuera. Así se crea una presión que logrará desatascar la tubería.
Hay varios modelos a tener en cuenta. Por un lado están los desatascadores con ventosa, que son los más comunes. Por otro, tenemos los neumáticos. Son más modernos y funcionan por empuje de aire y succión. Se apoya en el desagüe y se acciona el mango de arriba a abajo repitiendo esta acción varias veces.
Usar un alambre
Sí, como lees, un alambre ha salvado tuberías. Si crees que hay algo concreto que está obstruyendo tu tubería, nada como tomar una percha de alambre, desmontarla e introducirla por el desagüe. Puedes empujar para ver si el tapón se reduce.
En realidad es el mismo sistema que utiliza un desatascador de muelle. Se va introduciendo un muelle y girando cada vez para que se empuje la suciedad. Una vez se saca el muelle la suciedad se arrastra con él.
Recuerda que esto son soluciones que pueden venir bien en un atasco que no sea extremadamente grave. En caso de que veas que la cosa no se soluciona, no dudes en ponerte en contacto con un fontanero, pues las cosas pueden empeorar.
