Las cocinas abiertas son uno de los puntos de inflexión y una de las decisiones más difíciles de tomar cuando nos embarcamos en una reforma. Preguntas como ¿llegarán los olores al salón cuando cocinemos? ¿Habrá demasiado ruido? son algunas de las grandes cuestiones que nos planteamos cuando estamos dudando entre abrir la cocina al salón o dejarla cerrada. El debate está servido y ambas opciones son perfectas, solo depende de tus costumbres, necesidades y gustos. Pero en esta ocasión te vamos a proponer 4 estilos de cocinas que son una alternativa a las abiertas.
En este artículo
- 1. Paneles divisiorios
- 2. Cocina sin divisiones pero separada del salón
- 3. Cocinas semi abiertas
- 4. Totalmente separada del resto de la casa
1. Paneles divisiorios
Los paneles divisorios son una gran alternativa en aquellas cocinas donde te interese delimitar los espacios para mantener la privacidad de cuando cocinas o cuando estás realizando alguna otra actividad en la cocina. Sin embargo, los paneles móviles -algo por lo que puedes optar- te dan la opción de abrir o cerrar cuando lo desees. Es una opción muy buena para aquellos que quieren tener una cocina abierta pero no lo tienen claro al cien por cien. Para no equivocarte, esta solución intermedia puede ser la mejor.
2. Cocina sin divisiones pero separada del salón
Esta cocina es un claro ejemplo y muy curioso a la vez porque aunque no hay puertas, ni muros ni ningún otro elemento divisorio, lo cierto es que está lo suficientemente separada del resto de la casa. ¿Cómo lo han conseguido? A través de su planta rectangular y un cambio de color en el muro principal donde acaba la cocina y empieza el salón. Un bonito y moderno concepto de cocina, donde todo fluye pero donde se mantiene cierta privacidad en ambas estancias.
3. Cocinas semi abiertas
Esta opción es la mejor para aquellos que no lo tienen claro y en determinados momentos quieren unir cocina son salón y en determinados momentos quieren separarlas. Para ello, se puede optar por puertas de cristal abatibles o correderas, de tal forma que puedes abrirlas o cerrarlas según tus deseos. Ganarás en comodidad, también en sensación de amplitud y cuando tengas invitados, siempre puedes abrir las puertas para conectar los dos espacios. ¿Qué te parece esta solución?
4. Totalmente separada del resto de la casa
Sin duda, para los más tradicionales existe la opción de cerrar la cocina y que no haya ningún tipo de conexión con el resto de la casa. ¿Qué consigues con este tipo de cocina? Aislarte a la hora de cocina y poderte permitir el hecho de no ser tan ordenado, ya que nos cacharros no estarán a la vista. Tampoco tendrás que preocuparte por si hay olores en el resto de la casa, ya que al estar separado del resto de estancias, los posibles olores de cocinar se quedarán aquí. Además, visualmente no hará falta que la cocina mantenga una coherencia estética con el salón, ya que serán espacios totalmente diferentes.