En este artículo
- Instalación de placas solares
- Paneles solares térmicos para viviendas autosuficientes
- Calderas de biomasa
- Acción extra: reforzar aislamiento
Instalación de placas solares
Las placas solares pueden instalarse en el techo de nuestra vivienda unifamiliar. Además, hay que señalar que el Gobierno revisó la Ley de Propiedad Horizontal para que colocar estas placas solares en edificios comunitarios sea mucho más sencillo.
Es una de las opciones más extendidas, ya que su conste de instalación y mantenimiento cada vez es más económico. Estas placas se encargarán de producir electricidad a través de la energía solar. Cuenta con una vida útil de 30 años, por lo que la inversión, aunque hemos comentado que ha bajado mucho su precio, se rentabiliza rápidamente.
Por ejemplo, una vivienda que consume anualmente unos 6.000 kWh, necesitará una instalación de placas solares que rondarán los 4.000 o 7.000 euros. Este dinero se amortiza en un plazo de 6 a 8 años, sin contar que actualmente hay activas bastantes líneas de subvenciones que podrían abaratar la inversión inicial. Además, el ahorro potencial en el consumo eléctrico podría cubrir hasta el 60% del consumo de la energía convencional no renovable.
Paneles solares térmicos para viviendas autosuficientes
Otra opción son las placas solares térmicas. Cuentan con una diferencia con las anteriores; y es que estos paneles, más sencillos y económicos, aprovechan la radiación del sol con el fin de generar energía térmica a través del calentamiento del agua. Su funcionamiento transfiere energía al agua de uso doméstico y también funciona para abastecer de calefacción las viviendas.
¿Es posible obtener una solución que nos de agua y electricidad al mismo tiempo? Sí, se trata de los paneles híbridos. Con estos paneles podríamos cubrir electricidad, calefacción y agua caliente.
Calderas de biomasa
Las calderas de biomasa son estupendas para generar calor en un hogar. Es una opción interesante, pues es la segunda más ecológica por detrás de la fotovoltaica. Se abastece mediante combustibles sólidos de origen vegetal, como pellets o residuos forestales. Su inversión para una vivienda unifamiliar sería el de una caldera con radiadores y rondaría los 8.000 euros aproximadamente.
Acción extra: reforzar aislamiento
De nada servirá que usemos estas soluciones si no aislamos convenientemente nuestro hogar. Recordemos que el trabajo de aislamiento es esencial para que el calor no se disperse ni entre el frío del exterior.
No tendría sentido invertir en energía renovable si después gran parte de esta se pierde porque nuestra casa no está bien aislada.
Debemos, por tanto, fijarnos bien en el estado de nuestras fachadas, renovando así elementos como ventanas y apostando por las de alta calidad y doble vidrio. También debemos observar filtraciones y grietas en fachadas para poder corregirlas.