En este artículo
El programa de la vivienda se desarrolla en planta baja, aprovechando al máximo la relación con la parcela y permitiendo una conexión muy viva con el exterior a través de porches, terrazas, patios… estrategias de la arquitectura mediterránea tradicional. La cubierta vegetal y el patio interior son maneras de integrar aún más la vegetación con la casa, creando beneficios añadidos como son un mejor aislamiento térmico y acústico, ventilación e iluminación naturales, adaptación a las diferentes situaciones higrotérmicas de las estaciones, etc.
Se ha cuidado la configuración de las diferentes fachadas, dotándoles de cualidades específicas en función de su orientación. Las orientaciones más expuestas a la radiación solar se han resuelto con una celosía cerámica que filtra dicha radiación, mientras que a norte el muro busca aislamiento térmico. Los muros son de carga resueltos con bloques cerámicos, lo cual reduce el uso de hormigón y también la presencia de puentes térmicos. La climatización de la vivienda se resuelve con una instalación de geotermia y bomba de calor, que aprovecha la inercia térmica del terreno para realizar el intercambio de calor y así reducir el consumo energético.