Para vivir más cómodamente, hay que saber cómo compensar los espacios. Reducir la superficie en alguna estancia puede favorecer la holgura de otra. En una casa cómoda y equilibrada, una buena organización es esencial, y si además se ejecuta con el buen gusto de XS studio for compact design, la calidad del proyecto está asegurada.
Fotografías de Gidon Levin
En este artículo
- Un interior en sombra
- Holgura y sentido práctico
- Materiales en contraste
- Escala de blancos
- Estancia al cuadrado
- Simetría y nitidez
Un interior en sombra
El apartamento se sitúa en un edificio protegido de Tel Aviv. Con una planta estrecha y alargada, la vivienda se organiza en cadena, abriéndose a unas amplias terrazas en sombra, que ayudan a mantener una temperatura agradable en el interior. Los 93m2 de superficie consiguen alojar cuatro dormitorios, dos baños, salón, comedor y cocina, con una serie de sencillos recursos que sacan lo mejor del interior.
Holgura y sentido práctico
Con la intención de mantener una circulación fluida y un interior de estancias holgadas, el espacio principal se plantea diáfano, incluyendo salón, cocina y comedor en una misma estancia con acceso a la generosa terraza. La luz natural penetra en el interior desde dos orientaciones, favoreciendo además la buena ventilación de las estancias. El programa se articula como una transición lógica de usos, en la que el salón da paso de manera natural al comedor-cocona. La cocina queda incorporada en el perímetro de la estancia, dentro de una composición de paneles lacados en blanco que esconden espacio de almacenamiento y electrodomésticos. La encimera se introduce en un nicho terminado en madera, que envuelve la zona de fuegos y grifería con un acabado tan cálido como resistente. Incorporando el set de cocina en este “paquete” de mobiliario a medida en un extremo de la estancia, se consigue una mayor libertad de movimiento en el resto del espacio principal.
Materiales en contraste
El revestimiento de paneles se desdobla hacia el área de distribución, continuando con la misma composición ortogonal de acabado mate. La suave superficie blanca queda enfrentada a la textura del ladrillo del muro de la medianera, como un bello contrapunto. Este juego de materialidades conduce al visitante hacia la zona más íntima de la casa, que abre en el extremo una puerta de vidrio armado de suelo a techo, permitiendo que la luz natural penetre hacia el interior.
Escala de blancos
La textura y desnudez del muro nos acompaña al interior del dormitorio principal. La carpintería de acero que forma la puerta abre un hueco de suelo a techo, difuminando la vista con vidrio armado, pero permitiendo el paso de la luz. La ligereza del canto y limpieza del detalle en el encuentro con el muro eleva el nivel de calidades. La eliminación del falso techo desvela la generosa altura de la estancia, haciendo que el interior respire. El blanco conquista el espacio, tanto en la envolvente como en las carpinterías restauradas o ropa de cama, y la luz natural inunda el interior. El mobiliario se reduce a unas mesitas de noche de madera y un ventilador de techo, y el paquete de armarios se incorpora al perímetro, casi invisible.
Estancia al cuadrado
El proyecto plantea una pareja de dormitorios en el espacio antes reservado para uno solo. Así, la intervención consigue doblar el programa, gracias al diseño de un mueble separador, que contiene todos los elementos necesarios para un dormitorio completo. El mueble se realiza con estructura metálica y revestimiento de madera, abriendo un nicho a cada lado, en el que alojar la cama. De esta forma, jugando con espacios cóncavos y convexos en dos niveles, las estancias se solapan en el centro, incorporando en esta pieza central tanto una mesa de estudio como armarios y espacio de almacenamiento. Se conserva el pavimento original de baldosa hidráulica, que suaviza con cierto toque clásico la vanguardia del diseño.
Simetría y nitidez
Donde antes había un solo baño, el proyecto consigue sacar dos, simplemente dividiendo el espacio por la mitad. Las paredes se revisten de un elegante alicatado blanco, creando un interior despejado y nítido, y el mobiliario se mantiene sencillo y neutro. La luz se refleja en las paredes, sumergiendo la estancia en un ambiente claro, de corte minimalista.
hace 6 años
Frío, poco acogedor, excesivamente minimalista. Un lugar en el que no me apetece estar
hace 6 años
El ladrillo visto en color gris no es acogedor como los ladrillos de barro que utilizamos aquí. Para mí el dormitorio principal tiene aire de zulo y el resto de la casa...una decoración excesivamente fría....