Tipos de mosquiteras

Impiden el paso a nuestros hogares de esos intrusos tan molestos como moscas y mosquitos. Pero, para que puedan cumplir su función, es importante saber elegir. ¿La razón? Que, si no se adaptan bien, perderán eficacia. Vamos a ver qué clases de mosquiteras hay y cuál elegir en cada caso.
- Primera clave: la ubicación
- Fijas o con distintos tipos de apertura
- Consejos para elegir la mejor mosquitera
Primera clave: la ubicación

La forma y la apertura van a variar mucho según el lugar en el que se vaya a instalar la mosquitera. Lo que no va a variar es que cumplen perfectamente su función a la vez que dejan pasar la luz y permiten una correcta ventilación.
Teniendo en cuenta su ubicación, hay tres grandes tipos de mosquiteras:
- Mosquiteras para ventana: son las más comunes. Pueden ser fijas o no.
- Mosquiteras para puerta: permiten entrar y salir. Pueden tener diferentes tipos de apertura.
- Mosquiteras para cama: son de tejido más ligero cuya estructura de sujeción se ancla al techo.
Fijas o con distintos tipos de apertura

Las mosquiteras fijas son las más económicas y su instalación es rápida y fácil. Las más resistentes llevan una estructura de PVC o aluminio que se puede recortar a la medida del hueco. Mientras, las más sencillas se fijan con velcro adhesivo o imanes al marco de la ventana.
Dentro de las mosquiteras con algún tipo de apertura y cierre también se pueden distinguir modelos muy diferentes:
- Mosquiteras enrollables: tienen guías laterales y se recogen en un cajetín, igual que una persiana. Sin embargo, el sistema no funciona mediante correa, sino gracias a unos muelles. Su mayor ventaja es que una vez recogidas dejan el hueco completamente abierto. Se colocan sobre todo en ventanas.
- Mosquiteras correderas: son una solución muy cómoda para ventanas y puertas con este mismo sistema de apertura, ya que la mosquitera se adaptar y coloca en uno de los carriles y se desplaza por él. Además, no ocupa todo el hueco, solo el de una de las hojas, y se quitan y ponen con gran facilidad y sin necesidad de taladros.
- Mosquiteras extensibles: tampoco necesitan instalación, ya que se colocan en el carril inferior de la puerta o la ventana. Cuentan con dos hojas que se extienden hasta ocupar todo el ancho. El inconveniente es que es necesario que la persiana se apoye sobre ellas para ejercer presión y que no se muevan, impidiendo que se pueda bajar completamente.
- Mosquiteras abatibles: aunque se pueden instalar en ventanas, son más comunes en puertas por su comodidad a la hora de abrir y cerrar. Cuentan con un marco y una hoja o dos que se mueven gracias a bisagras.
- Mosquiteras de cortina: se colocan también en puertas. Se componen de unas tiras de tela anchas con contrapesos en la parte inferior y un sistema de imanes en los bordes para que se cierren inmediatamente después de pasar.
- Mosquiteras plisadas: se recogen doblándose sobre sí mismas, como un acordeón. Se fijan a un lateral, normalmente de una puerta y se desplazan por un carril.
Consejos para elegir la mejor mosquitera

Aunque la mayoría de las mosquiteras se pueden instalar tanto en puertas como ventanas, no todas ofrecen las mismas ventajas en diferentes espacios. En puertas resultan más cómodas las correderas, las abatibles y las plisadas. Si se necesitan para un uso puntual o no es necesario abrirlas, las mejores opciones son las extensibles y las fijas, sobre todo porque son más económicas. Y en ventanas, las enrollables suelen ser la opción preferida.
Además de estos aspectos, conviene tener en cuenta algunos otros, como elegir siempre mosquiteras de calidad. Aunque el tejido es de fibra de vidrio recubierto de PVC, no todos son iguales ni ofrecen la misma resistencia.
Y un último aspecto importante: si las mosquiteras se van a hacer a medida o se van a recortar, es fundamental medir el espacio bien y seguir las instrucciones del fabricante. Solo así encajarán a la perfección en el hueco que deben proteger.