¿Suelo laminado o tarima flotante? Si no sabes cuál puede ser mejor para tu reforma, no te pierdas este artículo. Resolvemos todas tus dudas.
En este artículo
- ¿Cuál es la diferencia entre el suelo laminado y la tarima flotante?
- Suelos laminados: quédate con sus ventajas
- ¿Merece la pena colocar tarima flotante en casa?
Cuando entramos en una casa, el suelo es uno de las cosas que primero nos llama la atención. Sobre todo si es de calidad, resulta atractivo y está en buenas condiciones. Pero un suelo no solo tiene que ser bonito: también debe ser confortable, aislante, duradero y resistente. La madera suele ser la elección principal para la mayoría de los propietarios, aunque actualmente se nos presenta una duda: ¿Qué elegir, suelo laminado o tarima flotante? Ambas opciones tienen sus ventajas y sus inconvenientes, y ninguna es mejor (ni peor) que la otra. Simplemente, cada una se adapta a determinados casos y necesidades. A continuación resolvemos todas tus dudas.
¿Cuál es la diferencia entre el suelo laminado y la tarima flotante?
Muchas veces resulta complicado diferenciar ambos tipos de suelos. No hay una sola diferencia, sino varias. A continuación despejamos tus dudas:
- En realidad, la "tarima flotante" no es un suelo, sino más bien un tipo de instalación. Se refiere a los suelos de tarima (lamas) que no van pegadas al pavimento sino colocadas sobre él. Pueden fijarse sobre un entramado de rastreles, algo que cada vez es menos común, o apoyadas sobre una capa aislante que sirve también para estabilizarlas. Con este nombre se conoce por lo general la tarima de lamas de madera, maciza o a base de capas, colocada con este método.
- Por su parte, el suelo laminado sí es un producto como tal. Está formado por piezas (lamas o losetas) creadas a base de láminas; de ahí su nombre. Las piezas llevan una tabla rígida de partículas de madera (HDF) sobre la que se pega una lámina de celulosa impresa que imita a un material: madera, cerámica, cemento, baldosa hidráulica... Esta lámina está a su vez protegida por una capa protectora transparente (overlay). Bajo la tabla de partículas va fijada una capa flexible, que ayuda a equilibrar el suelo y lo protege de la humedad.
Suelos laminados: quédate con sus ventajas
Los suelos laminados aparecieron en el mercado hace unas décadas. Desde entonces, su presencia en hogares y comercios no ha hecho sino aumentar. Si en principio su calidad no era demasiado buena y su aspecto distaba mucho de asemejarse a la madera natural, a día de hoy encontramos acabados excelentes, difíciles de diferenciar de un suelo de parqué o tarima. En un principio los laminados se consideraban suelos económicos, pero actualmente hay modelos que superan el precio de los de madera. Estas son sus ventajas más reseñables:
- Son suelos fáciles de instalar que no necesitan obra.
- Son resistentes a arañazos y fregados; a diferencia de la madera, se pueden limpiar a menudo con agua y detergente.
- Los de tipo hidrófugo soportan el agua y se pueden colocar en cocinas y baños, lo que permite unificar toda la vivienda.
- Los hay en cientos de acabados y colores: piedra, madera, cerámica, cemento, metal...
- Hay laminados de alta calidad que no se desgastan con el uso.
- Existen modelos muy económicos.
- Son sostenibles, ya que se fabrican con madera reciclada.
¿Merece la pena colocar tarima flotante en casa?
Frente a los suelos laminados, la tarima flotante ha ido perdiendo presencia en los hogares. Sin embargo, en reformas de alta gama y para propietarios que no quieran renunciar a disfrutar de la belleza de la madera natural, es una excelente elección. Pero, ¡ojo! No todas las tarimas son de la misma calidad. Las que tiene una capa superior de madera de mayor grosor son las mejores: son más estables, más resistentes y permiten acuchillarlas varias veces para recuperar su esplendor. Son más costosas, pero duran muchos más años en buenas condiciones. Si estás pensando instalar tarima flotante de madera en tu casa, estas ventajas te terminarán de convencer:
- Está confeccionada con madera natural, por lo que cada pieza es única y diferente.
- La madera aporta una textura, una calidez y un encanto que ningún suelo laminado puede igualar.
- Se puede acuchillar entre 2 y 3 veces a lo largo de su vida, dependiendo del grosor de la capa superior. Una vez barnizada, parecerá nueva.
- Algunas tarimas son más económicas que muchos laminados de alta gama.
La tarima flotante está indicada para viviendas donde el suelo no sufra mucho desgaste ni se tenga que limpiar a menudo. Por ejemplo, si tienes mascotas o vives cerca de la playa, no es la opción más aconsejable.
Por lo tanto, si lo que te preguntabas es si es mejor el suelo laminado o la tarima flotante, la respuesta es: ninguno de los dos. Solo tienes que valorar sus pros y sus contras, y elegir el suelo que mejor se adapte a tu casa. Acertarás, ¡seguro!