¿Sofá chaise longue, rinconero o dos pegados?

Los sofás con chaise longue se adaptan a cualquier espacio, algunos se convierten en cama y además pueden completar la capacidad de almacenaje en tu salón. Siempre que los compres con arcón, claro.

Son la opción más vendida en los últimos años por precio y por todas las posibilidades que ofrecen. Son sofás que se adaptan a todo tipo de salones o cualquier otro espacio y que son perfectos para los que adoran leer, ver la tele o descansar con los pies en alto. 

No está de más recordar que la gran diferencia entre un sofá con chaise longue y uno rinconero es que el módulo de extensión (el asiento más largo) no tiene respaldo en el lateral. Por eso resultan más ligeros a la vista que los rinconeros. 

La chaise longue se puede poner a la derecha o la izquierda (siempre que dispongamos de un fondo de al menos 160 cm para el módulo más largo). Aquí van algunas recomendaciones generales de cómo funcionan en salones o habitaciones en función de la planta de estas: 

• En un salón alargado se pueden poner al final de la estancia para cerrar el espacio. Así se evita el efecto túnel. 
• En los cuadrados en el centro dividiendo la sala en dos partes para colocar detrás una librería, despacho o zona de comedor.
• En los grandes y rectangulares se suelen instalar con dos módulos de chaise longue a cada lado, o completarse con butacas o sofás de 2 plazas para llenar el espacio. 

• Si estás buscando un sofá en el que sentar a mucha gente, o sois una familia amplia o numerosa, no compres un chaise longue. Las plazas no se delimitan como en uno rinconero y tendréis la sensación de estar sentados unos encima de otros todo el tiempo. 
• Aunque en la chaise longue te puedes sentar, no son nada cómodos para las visitas. 
• Tampoco son buena opción si buscas un sofá flexible que más adelante puedas trasladar a otro cuarto a otra casa. Si no estás seguro de que sea tu vivienda definitiva es mejor comprar un sofá convencional y completarlo con un puf para apoyar los pies o usarlo como mesa auxiliar. 
• Su asiento más largo dificulta encontrar una mesa de centro ideal en los modelos más pequeños. 

Los sofás rinconeros son la mejor opción cuando queremos aprovechar al máximo el salón. No importa si es un salón rectangular, estrecho, o con forma de L. Existe una variedad enorme de modelos que se adaptan al rincón dedicado a los sofás para encajarlo en todos los espacios. 

Un sofá rinconero se utiliza para dividir un salón en dos partes y dejar a un lado la zona de relax y al otro la de comedor, o adaptarse al rincón dedicado a la zona de descanso y televisión. 

Tanto en salones modernos, como rústicos, contemporáneos, nórdicos, juveniles, son piezas clave. ¿Su gran ventaja? Ofrecen asientos para todos. Además se pueden hacer a medida para  ubicarlos en el mínimo espacio. Con dos reposabrazos o solo uno. 

Son piezas con mucha fuerza visual, por eso lo ideal es escogerlo de un color claro. Blanco, gris claro, beige son excelentes opciones. Escoge una tapicería antimanchas y no tendrás que ir a buscar fundas. 

• El sofá rinconero es ideal para espacios grandes y con mucho espacio, pero hay que tener más cuidado en espacios más reducidos. Siempre hay que respetar al menos 80 cm entre distintos muebles para no comernos toda la amplitud. Si crees que el sofá puede obstaculizar el paso, no es una buena opción. 
• En espacios minis es recomendable diseñarlo a medida, pero eso permitirá sentar al máximo número de personas, sin saturar el espacio. 
• Otro inconveniente suele ser el precio y la dificultad de limpiar el suelo tratándose de una pieza tan grande. Respecto a lo primero: sí, son más caros que los sofás con chaise longue y muchas veces, que dos sofás independientes, pero si es la opción que mejor encaja en un rincón, ¡será una buena inversión! En cuanto al tema de la limpieza, la solución es sencilla: elige un modelo con patas altas para que pueda pasar sin problema el robot aspirador por debajo. ¡Y asunto arreglado! Los modelos de patas finas y respaldo bajo son un must ahora mismo. 

Utilizar dos sofás de manera independiente es la opción más tradicional. 

• Si tu salón es cuadrado puedes diseñar una gran librería en un lado y colocar a los lados dos sofás enfrentados para facilitar la conversación. Son una buena opción cuando quieres acceder con comodidad a un mueble en la esquina, un balcón, o cuando necesitas dejar alrededor del sofá un práctico espacio libre. 
• La distribución en L también favorece a este tipo de sofás y sirve para diferenciarlo con la zona del comedor o un rincón dedicado a la lectura o el estudio. 
• También son muy recomendables en salones especialmente amplios por la sencilla razón de que llenan más el espacio. 

¿Y los escojo iguales o distintos? Si buscas una composición simétrica elige la misma tapicería. Para conseguir un ambiente más dinámico, atrévete con tapicerías y/o modelos distintos acorde a la paleta de color que sigas en ese cuarto. 

• Son sofás que ocupan más espacio que los rinconeros o los chaise longue, por eso hay que ser cautos a la hora de elegirlos. 
• Si tu intención es contar con un espacio para estar tumbado y de rélax posiblemente una chaise longue sea mejor opción que dos sofás, o un sofá rinconero. De lo contrario necesitarás contar siempre con un puf para apoyar los pies.
• Las plazas también son determinantes. Si te quedas corto se notará mucho que en los sofás no hay espacio para todos. 
• Ten en cuenta que una chaise longue se puede usar esporádicamente como cama de invitados; dos sofás o uno rinconero, si no tienen respaldo reclinable o se deslizan, difícilmente pueden convertirse en una cama en la que ubicar a tus visitas. 

¿Y tú, estás pensando en cambiar de sofá? ¿Cómo es tu salón? Esperamos que con estos trucos elijas el sofá que más te conviene.