En este artículo
Las intervenciones más destacadas por su innovación se pueden resumir en estos puntos:
ENERGÍA RENOVABLE: Se diseñaron 3 instalaciones independientes (parking trasero, sobre cubierta y sobre patio interior) para poder llegar a una potencia total de 100 kW. El reto de integración arquitectónica era complejo, pero lejos de ser un problema se aprovechó la oportunidad para sumar una serie de beneficios añadidos al diseño, más allá de la energía obtenida, y que por un lado mejoraran los indicadores de sostenibilidad del edificio y por otro amortizaran en menos tiempo la inversión realizada.
GESTIÓN DEL AGUA: Objetivo de consumo cero para el agua no potable. Hemos querido ser sensibles con tremendo problema de escasez de agua que sufre todo el sureste español, intentando que toda la demanda de agua no potable se cubra sin aportación del suministro. Para ello, las pérgolas de la instalación fotovoltaica se han diseñado de manera que recojan el agua de lluvia y la acumulen en depósitos enterrados, pensados para cubrir los largos periodos sin lluvia de nuestra región.
EFICIENCIA ENERGÉTICA: El edificio del BORM presentaba mucha superficie acristalada en sus fachadas, lo cual creaba espacios iluminados y con vistas, pero con los inconvenientes climáticos del efecto invernadero, así como incomodidad por reflejos y exceso de radiación para los puestos de trabajo. Estos problemas se han solucionado creando filtros solares: por un lado la pérgola de vidrios fotovoltaicos sobre el patio interior, protegiendo los despachos que vuelcan al mismo; por otro las placas fotovoltaicas de cubierta, que colocadas horizontalmente crean una especie de cubierta ventilada, y por último las lamas orientables en las fachadas.
CALIDAD AMBIENTAL: El patio interior se ha potenciado como corazón revitalizador del BORM, creando un jardín cuyo diseño está íntimamente relacionado con el microclima que la nueva piel fotovoltaica va a crear. Un microclima de menor radiación solar y mayor capacidad para retener agua y humedad, es decir, las características ideales para el bosque de ribera. Este es un ecosistema endémico de las cuencas fluviales mediterráneas. Es por tanto un jardín frondoso pero autóctono y con consumo de agua reciclada.
Como consecuencia de lo anterior el BORM disfruta de un patio interior que aumenta la calidad ambiental del edificio, tanto visual como físicamente. Este jardín generado gracias a las nuevas condiciones medioambientales de la piel fotovoltaica y los nebulizadores, mejora las condiciones del aire, ayuda a regular la temperatura y humedad, y sirve para crear un entorno de trabajo más agradable.