Oktoberfest: Organiza una fiesta de la cerveza en casa

Decoración temática

Aunque no es imprescindible, lo cierto es que la decoración es un punto a favor para que nuestra Oktoberfest sea la bomba. Primera cosa que debes saber: el color azul es bastante identificativo de esta fiesta; junto con

el blanco debería monopolizar parte importante de tus accesorios. Además, no está de más

colocar algún cartelito en alemán que pueda indicar qué tipo de comida o bebida

estamos degustando en cada momento. Lo demás, a gusto del consumidor, depende

del tiempo con el que contemos para preparar la fiesta y las ganas que tengamos para realizar manualidades: banderines, centros de mesa, pizarras, guirnaldas, botes para guardar las

deliciosas recetas alemanas... Una gran mesa puede servirnos para centrar toda

nuestra fiesta en ella, tanto dentro como fuera de casa. Una Oktoberfest en el jardín puede ser una de esas celebraciones que pasan a la

posteridad, siendo recordada siempre por nuestro grupo de amigos.

La cerveza como estrella de la fiesta

La Oktoberfest sin cerveza no es nada, por

este motivo hay que prestar gran importancia a este detalle. Puedes ofrecer botellas de diversas cervezas nacionales e internacionales (mejor

alemana, ya de paso) o bien agenciarte un grifo dispensador (o varios, que ya

sabemos que en la variedad está el gusto). No te olvides de identificar el tipo

de espumosa para que tus invitados puedan saber qué están bebiendo en todo

momento. Además, si optas por botellines, puedes elegir formas muy originales

para disponerlos en tu fiesta: desde grandes cubos hasta otras opciones un poco

más extravagantes, como la de una barca llena de hielo. ¿Un plus? Convierte tu

fiesta en una cata improvisada, permitiendo que tus convidados puedan puntuar

las cervezas para determinar cuál es la gran triunfadora de la noche.

Comida para acompañar

Aunque la cerveza es la estrella de esta fiesta, la comida

no puede faltar. ¿Cuántas birras crees que te podrías beber con el estómago

vacío? Pues eso, la mejor opción es contar con algo para picar. Tira de ingenio

y recetario para ofrecer a tus invitados productos típicos de Alemania. Si no

cuentas con esos productos, adapta recetas con ingredientes que tengas a mano. Aun

así, en Internet podrás encontrar un sinfín de fórmulas interesantes que te

costará poco cocinar. Además, no te olvides de colocarlas a modo de buffet libre para

que la gente se sirva cuanto quiera y como quiera. Salchichas alemanas, ensaladas de col,

diferentes guarniciones y los famosos pretzels. El dulce también es importante; no olvides que después de una gélida cerveza y un buen plato de salchichas, algo dulce siempre entra bien.

Detalles que marcan la diferencia

Como siempre, los pequeños detalles marcan la diferencia, y en la decoración de fiestas también. Lo mejor es tirar de ingenio, pero si no

se te ocurre nada fíjate en estas ideas porque te van a encantar: desde minijarras con minihamburguesas hasta snacks con forma de cerveza,

servilleteros con forma de pretzel o tartas que simulan ser cervezas (dulces,

eso sí). Tus invitados quedarán completamente encantados con estos pequeños

detalles que harán tu fiesta muchísimo más divertida.

No te olvides de los recipientes

Vale, tienes cerveza, tienes comida y tienes adornos para

impresionar al invitado más exigente. ¿Algo más? La verdad es que sí, pues el mundo

de la cerveza es tan amplio y cuenta con tantas cosas divertidas para incluir... Muestra de ello está en la infinidad de vasos que puedes ofrecer a tus invitados,

desde jarras tradicionales, pasando por jarras con forma de bota o diseños

extraños. ¿Por qué no usar un cuerno para beber y sentirse como un auténtico

vikingo? La guinda perfecta para esta fiesta que, te aseguro, tus amigos tardarán en olvidar.

¿Preparado para celebrar una Oktoberfest casera?