¿Por qué pagar más por un mueble de diseño merece la pena?

No hace mucho tiempo, tener una pieza de diseño estaba al alcance de muy pocos bolsillos. Pero hoy se pueden encontrar piezas de calidad, con estilo y originales a precios más asequibles. Esa mesa que tienes en mente y no encuentras en ninguna tienda, el aparador que fichaste en una revista y no ves en ningún catálogo, la estantería perfecta para la pared principal del salón... Todo cabe en casa, si apuestas por muebles exclusivos y de diseño, en los que tú decides el tamaño, el color, la textura... Es verdad que cuestan un poquito más que los fabricados en serie, pero bien merecen la pena. ¡Toma nota de todas estas buenas razones para invertir en muebles de diseño!
- 1. Porque ganas en confort
- 2. Inviertes en piezas atemporales
- 3. Se adaptan al espacio disponible
- 4. Siempre ganan con los años
- 5. Suman carácter a tu casa
1. Porque ganas en confort

Estamos de acuerdo en que los precios bajos (o low cost) de algunos muebles pueden ser muy tentadores, pero ya sabes que calidad y precio no siempre van de la mano, y que el dinero del pobre, dos veces se gasta. En lugar de comprar un sofá baratillo para salir del paso, y arrepentirte muy pronto de haber tirado el dinero, ¿no será mejor que inviertas en una pieza de calidad que encaje perfectamente en tu salón y que además te encante? Rinconero o modular, de dos, tres o más plazas, con refuerzo lumbar, asientos más anchos de lo habitual (o más estrechos). Es difícil encontrar un sofá fabricado en serie que se adapte a tus gustos o manías. Porque en la exposición todos nos valen, pero a la hora de la siesta, o cuando por fin disfrutamos de la merecida sesión de peli y palomitas, no todos cumplen igual. Apostando por diseño y calidad, siempre ganas.
2. Inviertes en piezas atemporales

Por el material del que están hechas y su procedencia, su diseño y la artesanía con la que se fabricaron. Hay piezas que son una apuesta ganadora para decorar cualquier casa, y que llegado el caso de hacer mudanza, querrás llevar siempre contigo. Un aparador hecho con los materiales que tú quieras, las estanterías de tu despacho, la fantástica mesa robusta del comedor, o ese mueblecito bajo para la tele de pino natural... Son piezas que nunca van a pasar de moda y que, muy posiblemente, pasen en tu familia de generación en generación. Tú eres el protagonista a la hora de decidir qué muebles quieres y cómo los quieres. Habla con artesanos, ebanistas o carpinteros, explícales tu idea, deja que busquen contigo las soluciones económicamente más rentables y sonríe al final cuando monten en tu casa el resultado.
3. Se adaptan al espacio disponible

Porque la vida real no es un catálogo, ni nuestras casas son tan perfectas como las de las revistas. Si por mucho que te esfuerces, no encuentras ese mueble que encaja en el hueco, o tienes un pilar imposible, una incómoda viga o un pasillo estrecho (pero estrecho de verdad), tendrás que ir a parar a un mueble a medida. También cuando no quieras que se parezca al de nadie, o aún teniendo espacio buscas un mueble que aproveche todo el alto y todo el ancho, o que incorpore elementos que, de no ser una pieza exclusiva, no encontrarías en ningún sitio. Un armario estándar te permite salir del paso (es verdad), pero no revaloriza tu vivienda como sí lo hace uno (o varios) a medida. Y esto se aplica a toda la casa. Imagina en el caso de los baños: ninguno será demasiado grande, ni excesivamente pequeño, si podemos contar con un profesional que nos haga un mueble de la medida perfecta.
4. Siempre ganan con los años

La famosa silla Cesca, las icónicas Eames, la legendaria Thonet o la reina del estilo retro: Tolix. Son algunos ejemplos de sillas de diseño icónicas del último siglo, que han marcado una época y que son objeto de deseo para cualquier amante de la decoración. Lo mismo pasa con algunas lámparas o estanterías míticas ¡con los años ganan valor! Una mesa de comedor de madera maciza y bien tratada, puede durar muchos años. Lo mismo una cómoda, o aquel espejo vintage. El diseño se paga, es verdad. La exclusividad también. Pero la buena noticia es que siempre se pueden encontrar buenas réplicas a precios más asequibles, mercados de muebles de segunda mano o artesanos capaces de dar forma a tu proyecto ¡sin que tiemble la tarjeta!
5. Suman carácter a tu casa

Porque ya estamos cansados de ver casas idénticas a las del último catálogo que dejaron en el buzón (antes de todo este mogollón). Debemos romper una lanza a favor de las casas de verdad, en la que se pueden mezclar muebles heredados, con piezas exclusivas o incluso muebles low cost. Mezclar piezas de diseño o de valor con otras económicas, no solo crea ambientes únicos y personales, es que además es una forma estupenda de decorar con estilo nuestra casa, sin hacer un gran agujero en las cuentas. Si tienes ocasión y te apetece, puedes darte el capricho de comprar esa pieza única que te tienen enamorada, y acompañarla de otros muebles más asequibles. Una lámpara, un par de sillas, una mesa baja de cristal, siempre serán de precios más moderados que una pieza más grande.
¿Y tú, tienes muebles exclusivos o de diseño en casa? ¿Te mereció la pena gastar un poquito más por ellos? Estaremos encantados de conocer tu experiencia en este tema. Anímate a dejar un comentario.
1 Comentario
Echen un vistazo a las páginas que venden muebles antiguos, los de verdad, no las imitaciones. No dan un duro por muebles que valen miles de Euros o piden lo que no se puede concebir por mueles que no tienen ni cien años. Es nuestra sociedad actual.