Ya tenemos otra vez encima el cambio de hora. Es momento de abandonar las rutinas del verano y aprovechar mejor las horas de luz natural en casa, ahorrando energía. Para que el cambio no te afecte en exceso, te proponemos nuevas rutinas relacionadas con tu tiempo y tu casa que te ayudarán a sacar partido al cambio de hora. Este año, ¡no vamos a dejar que se nos haga cuesta arriba!
En este artículo
- Aprovecha mejor las horas de luz
- Ajusta horarios de las tareas de casa
- Aún se puede disfrutar del sol
- Soluciona ya el tema de la ropa
- Adelanta la cena
- Aprende a usar las luces según lo que necesites en ese momento
- Anticípate a los problemas
- Disfruta más de tu casa
Aprovecha mejor las horas de luz
El horario de invierno nos pide activarnos antes. No dejes para la tarde lo que puedas hacer en esa hora que ganas por la mañana. Para hacerlo sin sobresaltos no expongas los ojos a una luz potente ¡y menos de golpe! Sube un poco la persiana, deja que la luz se filtre por unos suaves visillos y enciende lámparas con una iluminación cálida para levantarte de mejor ánimo. Este horario hará que te levantes antes y que por la noche estés más cansado, pero si favorecemos el descanso con los trucos que ya conoces: cenar ligero, no llevarnos pantallas a la cama, darnos una ducha relajante antes de acostarnos y acomodar la ropa de cama a la temperatura, para no pasar frío ni sudar, en un par de semanas podemos estar adaptados.
Ajusta horarios de las tareas de casa
Pasa todas las tareas que puedas a la mañana. Puedes dejar programada la lavadora para que haga su trabajo temprano y el lavavajillas para que funcione por la noche. Dependiendo de tu tarifa eléctrica ajusta su funcionamiento a las horas con tarifa reducida. Reserva sólo para la tarde las cosas que te cuestan menos de hacer, o que te gustan. Al menos estas primeras semanas. Si tienes la suerte de comer en casa, ojo con la siesta: una cabezadita de más de 20 minutos puede ser la responsable de que aún cenando ligero, y acostándote pronto y sin mirar el móvil, tengas los ojos como platos. Así que ya lo sabes, si echas siesta, ¡qué sea corta! Y eso también incluye la siesta del domingo por la tarde. ¿Qué tal si la cambias por una sesión de buena peli y mantita?
Aún se puede disfrutar del sol
El cambio de hora es solo eso. Ahora nos toca levantarnos cuando aún es de noche y rendir a tope por las mañanas, pero eso no significa despedirnos del sol, ni de esos desayunos maravillosos con vistas, así que no te olvides de la terraza. Es hora de guardar los tejidos más delicados, y dejar fuera los que pueden resistir. ¿Tienes una cocina fuera? ¿Y una estufa exterior? Anímate, puede que de momento no podamos cenar al aire libre, pero sí disfrutar de comidas al sol y muchas sobremesas con vistas. Ya sabes lo que dicen los expertos, necesitamos exponernos a luz solar abundante para sentirnos bien. En los días que haga bueno disfruta haciendo tareas sencillas o haciendo deporte en el patio, la terraza o incluso el balcón.
Soluciona ya el tema de la ropa
Si encima de que nos levantamos con sueño no encontramos lo que nos queremos poner en seguida, el día no va ir nada bien. Antes de que el frío te pille del todo desprevenida, métele mano al armario. Aprovecha el fin de semana para de una vez sacar toda la ropa, retirar lo que no te vas a poner y organizar, ¡bien! lo que quieres conservar. ¿Y si de una vez por todas te decides por un buen armario a medida donde quepa todo y nunca más tengas que hacer el cambio de armario? Te sorprenderá ver la cantidad de ropa que se puede organizar, y a la vez tener a mano, en un armario bien distribuido.
Adelanta la cena
Cenar a las tantas no es buena idea casi nunca, pero con este horario menos. Adelanta la hora de la cena y hazla más ligera. Saca más partido al fin de semana y adelanta algunas comidas de la semana. Si te lo montas bien, puedes dejar listos algunos táper para llevar al trabajo. Organiza la cocina de forma práctica, haciendo que cada cosa esté en su sitio, e intenta despejar la encimera para tener una superficie amplia en la que cocinar a tu ritmo. ¿Es demasiado pequeña y por eso se te amontona todo y no la disfrutas? Haciendo cambios muy sencillos se puede ganar mucho almacenaje: aprovecha los armarios, exprime cada centímetro y opta por soluciones pensando en ganar espacio. Una vitrocerámica de dos fuegos, un fregadero más pequeño, un lavavajillas en la mitad de espacio. ¡Hay un montón de opciones pensadas para disfrutar más de las cocinas muy minis!
Aprende a usar las luces según lo que necesites en ese momento
A primera hora de la tarde quizás necesitemos un poco más de actividad para terminar algunas tareas pendientes. Cuando ya se acerca la hora de la cena y la sobremesa de después, hay que fomentar el relax. Ayúdate en ambos casos de las lámparas para conseguirlo. Si vas a cambiar bombillas, recuerda LED, LED y más LED, apuesta por las luces más anaranjadas para el tiempo de ocio y descanso, y las azules para estimular esos momentos que hay algo importante y pendiente que terminar.
Anticípate a los problemas
Todos los años nos pasa igual. Sabemos que la caldera de vez en cuando hace cosas raras, o que el agua caliente tarda un siglo en llegar. El año pasado fue una ruina la calefacción, y este año, no tiene pinta de mejorar. Hay cosas que no dependen de nosotros, pero otras en las que sí podemos intervenir para evitar que nos afecten en exceso. Si sabes que hay alguna reparación pendiente en casa, no lo dejes para luego. Ahora puedes pedir tranquilamente que vengan a echarle un vistazo a la bomba de calor del aire acondicionado, o la chimenea, por ponerte dos ejemplos muy comunes, pedir presupuestos y no quedarte sin servicio justo cuando más falta hace.
Disfruta más de tu casa
Recogerse en casa más pronto no es tan malo. Tenemos más tiempo para hacer esas cosas que nuestra intensa vida social nos impide. Las personas que disfrutamos decorando nuestra casa, somos felices cambiando la ropa de cama por otra un poco más abrigada de algodón o franela, sacando las mantas del sofá, y planificando reformas pendientes, que sabemos que necesita y que harían que aún estuviéramos más a gusto en ella. Apuesta por los colores cálidos como el terracota o el naranja, la madera natural y los ricos papeles pintados efecto tejido. Adapta la decoración a la nueva estación pensando siempre en fomentar la luminosidad y un ambiente más cálido. Vete a buscar las alfombras, y sigue dando mimos a tus plantas porque ellas aportarán mucha alegría en los días más apagados.
El cambio de hora siempre nos pilla con el paso cambiado, pero modificando algunos hábitos puede ser mucho más llevadero, incluso podemos sentir más fuerza y positividad. ¿Qué te cuesta intentarlo este año? Recuerda empezar por ajustar todos los relojes de la casa, (o mal empezamos).