¿Merece la pena cambiar de compañía eléctrica?

La subida de precios en los mercados mayoristas repercute negativamente en los recibos de la luz y ya sabemos lo que eso significa en las economías domésticas. Por eso, es clave valorar si merece la pena cambiar de compañía eléctrica ante esta situación. Aquí os damos la respuesta y las claves a barajar cuando tomamos la decisión de hacerlo para ahorrar en nuestras facturas y quizá beneficiarnos de otros servicios. ¡No os quedéis con la duda!
- ¿Merece la pena cambiar de compañía de luz?
- ¿Por qué debes cambiar de compañía?
- Consejos para acertar con el cambio de compañía de luz
- ¿Cómo hacer el cambio de electricidad?
- ¿Cuánto cuesta cambiar de compañía de luz?
¿Merece la pena cambiar de compañía de luz?

La respuesta es sí. Afortunadamente, el monopolio eléctrico es cosa del pasado gracias a la liberalización de las compañías de luz en España desde hace décadas. Merecerá la pena siempre que se mejoren las tarifas contratadas y condiciones de los servicios. Cualquier usuario particular tiene derecho a cambiar de compañía de suministros libremente mediante un proceso gratuito que es posible realizar un número de veces ilimitado.
Entonces, si merece la pena cambiar de compañía eléctrica, ¿por qué razón no se termina de hacer? Es una realidad que muchos consumidores reconocen no estar satisfechos con sus contratos energéticos y no siempre debido a los precios, también por la falta de transparencia en las políticas de gestión de las compañías. Siendo sinceros, quizá la explicación sea la siguiente.
La avalancha de ofertas eléctricas y tipos de tarifas al que puede acceder un consumidor medio es tan cuantiosa y densa, que la idea de probar con otra comercializadora puede quedarse en el camino. Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) uno de cada tres hogares encuestados españoles desconocen qué tarifa eléctrica tienen contratada. Dato que corrobora la desinformación que hay sobre estos servicios.
Solo hay una excepción que impide efectuar un cambio de compañía eléctrica; cuando existen facturas impagadas. En ese caso, no es posible llevar a buen puerto este trámite porque la compañía adeudada comunicará a la nueva que existe una deuda asociada al nuevo contrato de servicio de luz solicitado. Lo habitual es que el alta se bloquee hasta liquidar el importe.
¿Por qué debes cambiar de compañía?

Cambiar de compañía nos permite escoger libremente a quién queremos pagarle la luz a partir de ahora porque nos ofrece un precio mejor, ya sea en mercado libre o regulado. El objetivo es buscar una tarifa lo más ajustada posible a las necesidades de nuestro estilo de vida, que debería ayudarnos a consumir menos y de manera responsable.
Cuando llevamos un tiempo prolongado con la misma empresa eléctrica, lo más probable es que estemos pagando de más por su suministro debido a dos razones que están a la orden del día. Seguramente ignoramos la tarifa que pagamos y sus condiciones y no sabemos interpretar la factura que nos llega a casa por culpa de sus tecnicismos. Es un mal mayoritario.
Por otra parte, no siempre ayuda a dar el paso definitivo a cambiarse el boom de la oferta de los últimos años, con la aparición de nuevas compañías ofreciendo tarifas muy competitivas en relación a las suministradoras de toda la vida. Lo que está claro es que hay que familiarizarse con el mercado actual, donde abundan tarifas cada vez más económicas y personalizadas.
No hacerlo puede suponer correr ciertos riesgos, como comprobar que no hemos acertado en la elección. Puede ocurrir que a la larga el cambio de compañía de luz apenas suponga un ahorro en la facturación, o hasta haya incrementado algo la factura eléctrica.
Consejos para acertar con el cambio de compañía de luz

Aclarado que merece la pena cambiar de compañía eléctrica y, en definitiva, cambiar la tarifa de luz por otra más personalizada si va en nuestro beneficio. Pero antes de nada, lo ideal es repasar una lista de recomendaciones de los más eficaces a la hora de la verdad:
- TARIFA AFÍN A NUESTRO CONSUMO. Es clave y para lograrlo toca investigar sobre lo que más nos puede interesar. Desde una tarifa plana, a una fija, con tres precios, bonos de horas, etc. Además de consultar que mercado nos conviene, el libre o el regulado.
- COMPARAR OFERTAS. Con dos o tres compañías es suficiente y los comparadores de tarifas son muy útiles para compararlas con rapidez en lugar de hacerlo nosotros.
- OJO CON LAS PERMANENCIAS. Siempre que se pueda conviene evitar estas cláusulas en los contratos, así evitaremos la penalización económica.
- SERVICIOS DE MANTENIMIENTO.Puede ocurrir que el descuento de una compañía de luz esté vinculado a contratarlos y entonces ya no sea tan rentable como pareciera.
- DURACIÓN DE LOS DESCUENTOS. Vale la pena saber de antemano si va a ser ilimitada o tiene fecha de caducidad y qué condiciones conllevan. Cuando no es así, lo habitual es que el precio de la tarifa suba al dejar de aplicar los descuentos.
- BONO SOCIAL. Tener derecho a beneficiarnos de su ayuda económica si cumplimos con los requisitos conlleva descuentos en la factura de la luz. Pero para ello deberá ser contratada con una compañía suministradora del mercado regulado.
- POTENCIA A CONTRATAR. Solicitar consejo a la compañía para cambiar la potencia de luz será de gran ayuda. Tendremos la garantía de que se ajusta a nuestras necesidades de consumo.
- ANTES DE FIRMAR EL CONTRATO. Para evitar sorpresas, lo mejor es verificar que la copia del contrato reúne las mismas condiciones ofrecidas por el comercial en su día. Y si cambiamos de idea, es posible desistir del contrato en un plazo de 14 días.
- COMPARAR SIEMPRE. Adquirir este hábito, comparar tarifas de vez en cuando, nos permitirá estar al día en lo que ofrece el sector y decidir qué nos interesa, tanto a nivel de tarifas como ante la idea de barajar probar con otra compañía.
- SERVICIOS NUEVO CLIENTE. Siempre suma saber que la compañía por la que nos interesamos cuenta con servicios muy prácticos, como apps específicas donde consultar fácilmente el consumo en la factura o recibir consejos de ahorro. O asesores personales para atendernos a título individual y así aclarar dudas, etc.
¿Cómo hacer el cambio de electricidad?

Cuando la decisión está tomada porque sabemos que nos merece la pena cambiar de compañía eléctrica, la tramitación que implica es gratuita y podemos hacerla nosotros. Aunque otra opción es recurrir a empresas independientes especializadas en el sector eléctrico nacional. A groso modo, su papel es realizar planes energéticos a la medida del cliente proponiendo la tarifa más adecuada para alcanzar un ahorro considerable en el consumo.
Estos son los pasos principales cuando decidimos afrontar esta gestión:
1. Contacta con la comercializadora nueva
Lo normal es que la nueva compañía tramite la baja con la anterior y que ella lleve a cabo las gestiones precisas con la distribuidora de energía de la zona donde vivas.
2. Prepara los datos para formalizar el contrato
La comercializadora nueva pedirá una serie de datos imprescindibles para la formalización del contrato de suministro eléctrico. Los básicos son:
- Datos del titular y teléfono y mail de contacto
- Dirección de la vivienda donde ser realizará el suministro
- Código CUPS: se encuentra en las facturas de la luz y es un código de 22 caracteres con el cual se identifica el punto del suministro eléctrico
- Datos bancarios IBAN para emitir las nuevas facturas domiciliadas
3. Date de alta por la web o telefónicamente
Ya podremos dar de alta el contrato a través del canal que nos resulte más cómodo; en la web u oficina virtual de la compañía, o telefónicamente mediante teléfonos gratuitos. Algunas comercializadoras disponen de oficinas presenciales.
4. Revisa si tienes permanencia con la empresa anterior
Cuando existe porque la compañía lo exige al formalizar el contrato, suele tener un periodo de duración de 12 meses. Quizá compense incumplirla, aunque implique una sanción económica.
5. Espera el tiempo estimado
Un plazo de 10 a 15 días hábiles es lo que viene a tardar este proceso de cambio a otra compañía de luz y la razón es meramente administrativa. Esta necesitará cerrar la facturación para así poder emitir el último recibo con ella. Pero tranquilo, no supondrá que nos corten la luz porque la distribuidora encargada de suministrar esta energía a casa sigue siendo la misma.
¿Cuánto cuesta cambiar de compañía de luz?

Ya lo adelantábamos antes. Efectuar un traslado de compañía eléctrica a otra no implica coste económico alguno si se trata de un contrato libre de permanencia. Pero cuando lo lleva, la comercializadora tiene derecho a cobrar una penalización regulada por ley; no puede superar el 5% del precio de la energía calculada a consumir hasta la finalización del contrato.
Otra situación que sí acarrea gastos es cuando además de cambiar de compañía también se decide variar la potencia contratada con idea de ajustarla más a las necesidades energéticas de consumo en la vivienda. Aunque a la larga conllevará un ahorro, este reajuste de potencia implica un coste a la distribuidora y el importe varía en función de si queremos bajarla o subirla. Si lo que queremos es bajarla, solo hay que abonar los derechos de enganche, unos 10 € aprox.
Conclusión; merece la pena cambiar de compañía eléctrica si con ello logramos un ahorro real o mejorar las condiciones en el suministro de luz. Sobre todo si apostamos por energía 100% verde para contribuir a reducir nuestra huella de carbono y cuidar el medio ambiente.