A la hora de decorar la casa, la iluminación es uno de los aspectos más importantes. ¿Cuándo escoger luz cálida o fría? Te damos las claves para acertar.
En este artículo
- Luz cálida, fría y neutra: la temperatura de color
- ¿En qué habitaciones es mejor la luz cálida?
- Luz fría: dónde y cómo utilizarla
- ¿Y qué pasa con la luz neutra?
- Suma y vencerás. Cómo combinar tipos de iluminación
¿Luz cálida o fría? Es la pregunta que se hacen muchas personas a la hora de elegir las bombillas adecuadas para cada habitación. No hace mucho tiempo, la mayor parte nos decantábamos por la cálida: la fría puede resultar poco acogedora y muy “dura”. Pero hay estancias y puntos de luz donde es imprescindible apostar por ella. Y no son las únicas opciones disponibles; entre ambas existe también la posibilidad de elegir luz neutra, una alternativa ideal para la mayoría de las habitaciones. Te invitamos a descubrir en qué consiste la temperatura de color de la luz y cómo elegir el tono adecuado para los distintos rincones de tu casa.
Luz cálida, fría y neutra: la temperatura de color
Junto con la intensidad, la vida útil, la luminosidad y la eficiencia energética, la temperatura de color es uno de los factores clave a hora de escoger bombillas. Se mide en Kelvin (k) y nos indica qué tonalidad tiene la luz blanca: fría, neutra o cálida. A más temperatura en grados, más fría resultará la luz. Cuando elegimos las bombillas, es fundamental consultar en el envase este dato para saber en qué estancia quedará mejor la luz que emite. La correspondencia entre tono y grados sería la siguiente:
- Luz cálida: 2700-3500k. Su tono tiene matices amarillos y ámbar, y es recomendable para ambientes de relax, reunión, etc.
- Luz neutra: 3500-4500k. Es similar a la luz del sol que entra en la casa por las mañanas. Es la más versátil y se puede emplear en la mayoría de los espacios.
- Luz fría: 5000-6500k. Tiene un tono blanco azulado que marca las sombras y los rasgos. Puede ser muy útil en zonas de trabajo o donde se necesite mucha atención al detalle.
¿En qué habitaciones es mejor la luz cálida?

En general, la luz cálida se recomienda para lugares donde no sea necesario centrar la atención. Es un tipo de iluminación que invita al descanso y a la comunicación. Por esta razón se aconseja emplearla en comedores, zonas de estar y dormitorios. Salvo excepciones (por ejemplo, como luz ambiental para iluminar rincones de forma tenue), suele ser una buena elección para la iluminación general: lámparas de techo y focos downlight.
Luz fría: dónde y cómo utilizarla

Una de las cualidades que tiene la luz fría es que acentúa los detalles. Por eso, es muy recomendable colocarla en lugares donde necesitamos una iluminación muy potente, que permita ver cualquier defecto o irregularidad. Por lo tanto, es la elección ideal para el espejo del cuarto de baño: no hay mejor luz para afeitarse o maquillarse, ya que nos permitirá corregir hasta el último detalle de nuestro rostro. También es una excelente opción para la zona de trabajo de la cocina; colocar unos focos o tiras LED de luz fría bajo los armarios de pared permite contar con la iluminación puntual perfecta para procesar los alimentos.
¿Y qué pasa con la luz neutra?
Sin duda, la luz neutra es la mejor opción cuando no sabemos qué iluminación escoger. Siempre queda bien, aporta vitalidad y energía y sirve como luz general, puntual y ambiental. Es ideal para habitaciones juveniles y rincones de estudio y de trabajo, así como para espacios de lectura o de juego. Aunque en realidad, lo mejor es combinar los tres tipos de luz para lograr el efecto perfecto; los interioristas profesionales son capaces de crear proyectos integrales que hacen las casas más grandes, cómodas y luminosas.
Suma y vencerás. Cómo combinar tipos de iluminación
En general, con estas indicaciones podemos elegir la luz adecuada para cada estancia. Pero la clave para sacarle todo el partido a la iluminación es combinar distintos tipos. Si todavía no tienes claro si elegir luz cálida o fría para la cocina, no dudes en mezclar temperaturas de color. Por ejemplo, puedes meter una lámpara de luz cálida suave en el office o la zona de comidas y desayunos; luz neutra general en los focos del techo, y luz fría sobre la encimera. Y lo mismo rige para el baño o los dormitorios. En este sentido la mejor solución son las bombillas inteligentes, que puedes manejar desde el móvil o con sistemas por control de voz y elegir el tipo de luz adecuado para cada momento. Un ejemplo: puedes elegir una luz cálida para darte un baño relajante, y cambiarla luego a luz fría cuando te arregles para salir. ¡Apúntate a las soluciones tecnológicas!