Los colores más feos que han entrado en tu casa

Colores flúor

La razón de este post no es "crucificar" a los colores, pero sí diferenciar entre lo que NO se debe hacer y lo que sí se debe hacer (por muy arriesgado que parezca). Empezaremos por los colores flúor tan utilizados en verano para prendas textiles y complementos. Estos colores no son feos de por sí (o sí). El problema radica en la excentricidad a la hora de utilizarlos. Esto hará que pases de una decoración chic y moderna a una prohibida. Te aconsejamos que utilices estos colores neón para dar un toque de vida y vitalidad a tu hogar, pero en pequeñas dosis. Por ejemplo, en textiles, una puerta pintada, elementos decorativos...

Rojo

El color rojo también tiene derecho a vivir como el resto de sus compañeros. Pero si abusas de él tu casa se hará más pequeña, agobiante y angustiosa. Es un color que no relaja, sino todo lo contrario. En pequeñas dosis está creando tendencia, sobre todo en revestimientos para el baño o mobiliario para la cocina.

Morado

A no ser que quieres transportarte a la Semana Santa sevillana, te aconsejamos que no abuses de este color. Lo único que conseguirás es recargar el ambiente y soñar con encapuchados con capirote. Hazme caso, el uso de un solo color a la larga cansa y si son colores vivos cansa mucho antes. Y no, la combinación con el dorado no está permitido a no ser que quieras vivir como Luis XIV en el Palacio de Versalles. Si eres fan del morado utiliza su amplia gama de tonalidades y disfruta de una decoración relajante.

Naranja

El naranja mola. Pero como todo molo hasta cierto punto. Este color convierte tu hogar en un lugar tropical y alegre. Si lo combinas en textiles con plantas será todo muy paradisíaco. Pero no te confíes, si recargas en exceso  y creas espacios monocromáticos pasarás de vivir en un paraíso al interior de una pelota de basket. Y eso da mucho dolor de cabeza.

Rosa

Si, habéis oído bien: r-o-s-a. Es entendible que se pueda utilizar este color para alguna pared o sobretodo para habitaciones infantiles. Pero seamos sinceros, a nadie le gusta vivir en el hogar de los osos amorosos. Si no quieres morir de sobredosis de amor o empalagosidad, permite entrar al rosa en tu casa en pequeñas dosis. Combinado con colores grises o con otros tonos pastel queda perfecto y divertido. Feo no es, pero debemos pensar "muy mucho" si queremos dedicar toda nuestra casa a este color.

Negro

No nos confundamos. De toda la vida el negro ha sido el color de la elegancia, y su combinación con el blanco, un clásico de la decoración. Lo que pasa, es que cuando se lleva al extremo opuesto es mejor no permitirle la entrada. Mucha gente opta por pintar la pared en negro, atrevido sí, pero puede quedar muy elegante si se combina de forma perfecta. El problema viene cuando nos emocionamos y pasamos de una estancia habitable a una lúgubre y tétrica. Hay que tener en cuenta que este color "come" mucho espacio y puede hacer que el espacio visual parezca mucho más pequeño de lo que es. Del amor al odio hay un paso, y del negro al horror, otro.

Todos los colores

Si la utilización de un color en exceso nos resulta demasiado, el uso de todos ellos nos remite a una explosión cromática difícil de digerir. Una cosa es la decoración con diferentes objetos con formas, tamaños y tonalidades diferentes para conseguir un ambiente ecléctico, y otra muy distinta es la combinación de todos los colores de la faz de la tierra sin ton ni son. El "todo vale" es una leyenda urbana como la de los cocodrilos en las alcantarillas.