Los 10 mandamientos de un salón perfecto

Este ejemplo de salón nórdico es perfecto para hablar de una correcta distribución de los elementos, de una acertada elección de los muebles, materiales y colores. Un salón debe responder a las necesidades de cada familia. Si nos gusta ver la televisión en el salón, debemos potenciar esa parte; si queremos recibir amigos y hacer tertulias, debemos disponer de una zona cómoda de sofás y mesa... Los nórdicos son muy buenos en sacarle partido a las estancias, que normalmente no son muy grandes. Para este salón se escogió un gran sofá y dos butacas diferentes pero que aportaban un aire ligero. Se complementó la oferta con textiles supercálidos y elementos originales como la mesa o las estanterías. El resultado: un salón muy acogedor a la vez que práctico y bonito. Un salón 10. 

Si tienes la suerte de contar con luz natural en el salón, la valorarás como un auténtico tesoro. Por eso, potenciarás este mandamiento todo lo que puedas con grandes ventanales. Puedes hacer un ventanal que abarque todo el lateral del salón y ponerte en las mejores manos para que te asesoren sobre tipos de cristal y cerramientos, así como la perfilería de las ventanas. Potencia esa cualidad de tu salón pintando y decorando en tonos blancos el resto del salón: así tendrás un salón muy acogedor. 

Porque leer es un placer y tú lo sabes mejor que nadie. Tener un lugar en el salón dedicado a la lectura y rodeado de libros es un auténtico manjar para los amantes de las aventuras y las novelas. Opta por una librería de pladur porque este material se adapta al espacio, forma y altura del hueco que tengas. No es caro y además, es rápido de hacer. Contacta con un profesional para que te diseñe el mueble y puedas aprovecharlo al máximo. 

Cuando hay madera en un suelo, es difícil que cualquier otro material pueda competir en elegancia, calidez y sensación de hogar. Por eso, un salón con madera natural es garantía de un bonito y acogedor espacio. En cuestión de laminados, hay multitud de estilos y de todos los precios posibles: desde lo que hacen clic, por cierto muy fáciles de poner, hasta los laminados con más o menos dureza, pero igual de bellos. Los que tienen las lamas grandes, con vetas "de estilo natural" son probablemente de los más "auténticos" que hay en el mercado. 

Cuando hay que elegir mesa para el centro del salón, nos tenemos que hacer muchas preguntas: ¿de qué forma la queremos, con qué capacidad, qué utilidad le vamos a dar, de qué tamaño...? En función de nuestras respuestas, optaremos por una que se adapte a nuestras necesidades. La mesa del centro del salón se ha convertido en una parte importante del mismo. pues hoy en día hacemos muchas cosas en este lugar: merendar, recibir amigos, charlar, leer una revista... e incluso muchas veces es el lugar de juegos de los niños. Por eso, no hay que precipitarse y hay que elegir la más adecuada. Por cierto, que también las hay convertibles y móviles en el mercado, dos utilidades extra muy prácticas. 

Si eres atrevido, apostarás por combinar texturas, colores, materiales y textiles y el resultado será ¡espectacular! Eso sí, tendrás que asegurarte de combinarlo bien. Este salón ecléctico es un perfecto ejemplo de cómo muebles de diferente estilo, materiales diversos como el ladrillo vista, los suelos laminados y la madera pueden funcionar si están en sintonía. Pero cuidado, porque podemos pasar del buen gusto a la extravagancia en cuestión de segundos. 

No podemos descuidar el que probablemente sea el rey del salón: el sofá. Hay tantos tipos de sofás como tipos de preferencias: ergonómicos, rinconeros, chaise longue, chester... ¿cuál es el que se adapta a tus  necesidades? Si tu salón es pequeño, elige un sofá ligero y si necesitas más asientos, compleméntalo con butacas que aportan ligereza. Si en tu caso cuentas con mucho espacio, apuesta por un cómodo chaise longue y llénalo de cojines. Esa apuesta nunca falla. 

Un salón con cocina integrada o, mejor, una cocina abierta al salón es una de las apuestas más acertadas en espacios de pocos metros cuadrados porque al eliminar los tabiques, todo fluye con mucha más naturalidad y sin límites. Una barra americana o una mesa comedor conectarán a la perfección la cocina con el salón. El resultado es un espacio contemporáneo y muy práctico. 

En un salón que se comparte con la familia, con los amigos y sobre todo, con niños, es importante mantener el orden para disfrutar del espacio. Sentarte en el sofá y clavarte un dinosaurio no mola, como tampoco mola tropezarte con un camión de bomberos. Así que el orden es fundamental en un salón (bueno, en realidad en toda la casa). Para ello, existen muchas soluciones de almacenaje muy interesantes, solo tienes que encontrar la que más te funcione a ti, pero una buena opción es combinar muebles con puertas con otros que no tienen: así dejarás a la vista aquello que es más estético y a buen recaudo, aquello que no queremos que se vea.

Y no lo harás porque tu salón reunirá todo aquello que deseas: una buena distribución, un gran sofá donde cobijarte, unos grandes ventanales por donde entrará la luz y unas mesas auxiliares que te resolverán muchas situaciones... Si tienes en cuenta todas estas premisas, tu salón será tu reino, te sentirás en él muy a gusto y no tendrás necesidad de codiciar el de los demás.