Comenzamos una nueva serie sobre lo que aprendimos de los grandes maestros de la arquitectura moderna. Casas, muchas de ellas ya icónicas, en las cuales encontramos enseñanzas que siguen vigentes muchas décadas después.
Para empezar, la Casa Farnsworth del alemán Mies van der Rohe. Una vivienda que con los años ha traspasado su condición de obra solo venerada por arquitectos y que ahora mucha gente conoce. Incluso Lego ha hecho su versión y es posible recrearla en tu casa con las famosas piezas (yo la tengo, y «construirla» con tus manos es todo un ejercicio de aprendizaje).
En este artículo
- Un poco de historia de la casa Farnsworth
- La contribución de la casa Farnsworth a la arquitectura actual
- Estructura e instalaciones
- Los detalles
Un poco de historia de la casa Farnsworth
La Casa
Farnsworth está situada en Plano (Illinois), un pequeño pueblo de Estados Unidos cerca de
Chicago. Su
ubicación es de lo más interesante y consigue algo que todavía hoy puede
parecer transgresor tratándose de una vivienda prácticamente transparente: está
aislada y en medio de un bosque. Ni siquiera hay un camino en la parcela que
llegue hasta ella, desligando la
construcción de cualquier referencia urbana. Un lugar maravilloso cerca de un
río pero solo apto para dueños sin pudor, dado que cualquiera puede verte desde
el exterior. Lo único que te protege de las miradas curiosas son los árboles.
La doctora Edith Farnsworth encargó al
maestro Mies el diseño de su segunda residencia, en la que quería disfrutar de
modo relajado y solitario del paisaje. Propietaria y arquitecto no acabaron muy
bien porque el presupuesto inicial fue superado con creces y por algún otro problema
derivado de la singularidad de la vivienda. Pero, bien, eso es otra historia.
La contribución de la casa Farnsworth a la arquitectura actual
Si miras sus líneas rectas, su geometría
regular, su sencillez y sus materiales (vidrio y acero), sorprende que fuera
acabada en 1951. Es uno de los ejemplos más claros del Minimalismo, corriente
que nunca ha llegado a pasar de moda. De hecho, Mies fue famoso por su «menos es más» que tantos y tantos siguen usando como máxima en su día a día, y no solo en
la decoración.
La contribución que ha supuesto la Farnsworth a las viviendas
unifamiliares de hoy en día es enorme. Por ejemplo, agrupa de modo muy claro los
espacios húmedos (baños y cocina) en una pastilla central que, junto con las
instalaciones, articula el resto de espacios que quedan abiertos a su
alrededor. Un recurso que cada vez se usa más en reformas, ya que deja libre el
espacio para el resto de estancias que pueden tener, de ese modo, distintas
utilidades. Es decir, esa diafanidad propicia esa flexibilidad tan necesaria
cuando faltan metros cuadrados.
Estructura e instalaciones
La parte estructural está resuelta con perfiles de acero, una solución cada vez más usada cuando se necesita una ejecución rápida. Mies van der Rohe también usó un forjado de losa de hormigón prefabricado, muy útil también para ganar tiempo durante la construcción y muy habitual hoy en día.
Fue de las primeras viviendas en elevarse del terreno, es decir, no descansar apoyada sobre el suelo sino sobre pequeños «pilotis». Esta solución constructiva respondía a la posibilidad de inundaciones (de hecho, no se evitaron en algunas ocasiones) por la cercanía del río, pero con el tiempo se ha usado también para mejorar la ventilación o simplemente como recurso estilístico para crear una sensación de ligereza en las líneas. Seguro que si lo pensáis os vienen a la cabeza muchas imágenes de viviendas actuales que parecen flotar en vez de anclarse a la tierra.
En lo referente a instalaciones, todos sabemos hoy que el suelo radiante es uno de los más cómodos y confortables para usar en viviendas unifamiliares. Pues bien, Mies ya lo usó en la Casa Farnsworth debajo de un estupendo mármol travertino, eliminando la frialdad intrínseca de un material poco usado en viviendas privadas.
Los detalles
Los colores elegidos por Mies van der Rohe son neutros para conseguir resaltar la naturaleza que envuelve la casa. En otoño el entorno resulta especialmente espectacular, con las hojas de los árboles en tonos tierra y amarillos.
Los vidrios son completos de suelo a techo, algo que ahora resulta habitual pero que no lo era tanto en la época. Así, la casa pasa a formar parte de la naturaleza y se vuelve casi transparente. La transición entre el porche y la escalinata con la que se accede a la casa desde el terreno también es un ejemplo sutil de esa integración.
Si tienes la suerte de encontrarte cerca
de Chicago, tienes la posibilidad de visitar esta magnífica vivienda. Una casa con muchos años de historia, pero
que representa la esencia de mucho de lo que se construye hoy en día. Sin duda,
Mies van der Rohe fue un visionario y gracias a sus contribuciones ahora
podemos disfrutar de espacios diáfanos, sencillos y racionales.
hace 8 años
Desconocía completamente esta casa. Me gusta, y me gusta que sea el comienzo de algo y que nos acerques muchas más. Es preciosa y tiene un estilo brutal.
hace 8 años
Yo tampoco la conocía pero sí es verdad que muchas de las cosas que se ven son cosas que se aplican hoy.
hace 8 años
Sin lugar a dudas la casa guarda una perfecta armonía con el espacio que la envuelve, por lo que en ese aspecto misión más que cumplida. Me encanta el uso de la madera que se ha hecho, un hogar cálido y envolvente