La magia de la obra seca

Tan sencillo como pintar el salón puede ser la "obra seca" que estás buscando. En tan solo un día puedes renovar esta estancia y por muy poco dinero. Si tu salón requiere un tratamiento especial de la pared porque tenga desperfectos o grandes golpes, tendrás que recurrir a un profesional para que te iguale la pared, pero la obra seca sí te permitirá eliminar pequeños arañazos y disimular algunos pequeños roces que hayan podido aparecer en las paredes, lijando bien la zona. Luego, una buena capa de pintura hará el resto. Un método sencillo, rápido y barato. Es la ventaja de la obra seca. 

Esta opción es una de las más económicas a la hora de plantearnos renovar el suelo. Levantar el suelo anterior, quitar los muebles y renovar el suelo es algo muy engorroso, caro y lleva unos cuantos días. Sin embargo, la obra seca es una buena alternativa si no queremos mover muebles ni quitar el suelo anterior. Aquí, el linóleo, el vinilo o la resina se convierten en nuestros mejores aliados para conseguirlo. El resultado es espectacular porque la ventaja de estos materiales es su versatilidad, así que si buscas el efecto de madera o de suelo hidráulico, lo puedes encontrar. Y ¿a qué precio? Pagarás un 30% menos que si hicieras una reforma tradicional. 

Con la obra seca también podemos eliminar o restaurar las puertas de la casa. En lugar de cambiar todas las puertas y comprar unas nuevas, siempre tienes la opción de aprovechar las que ya tienes. Para ello, tendrás que lijar concienzudamente cada unidad, asegurarte de que no roza con el suelo al abrirla y, después, pintarla del color que desees. Comprar una puerta nueva no te costará menos de 200 euros y, en cambio, restaurarla te costará unos 50 euros. Y esto lo puedes tener en un solo día, otra de las ventajas de la obra seca: inmediatez. 

Ahora podrás estrenar una cocina en tan solo 24 horas. Así, es porque la obra seca es una opción excelente para esta parte de la casa. Sin duda, reformar la cocina suele llevarse una parte elevada del presupuesto de la casa, sobre todo si hay baldosas en la pared. Por eso, la obra seca te ofrece la opción de pintar sobre los propios azulejos y el resultado quedará espectacular siempre y cuando lo hagas bien y te asegures de limpiar bien los azulejos y luego rellenar las esquinas con la pintura sin pasarte. Es posible que tengas que aplicar hasta 3 capas de pintura para que esta cubra bien el material. Pero merece la pena porque el resultado no puede ser más bonito. 

Maravilloso pladur que nos permite jugar, convertir y hacer y deshacer en nuestra casa. Tabiques, estanterías, baldas... que te resolverán cualquier problema estético o de almacenamiento. Estas maravillosas placas de yeso laminadas son superlimpias en comparación con una pared de ladrillo o de oro material. Es algo menos resistente, no nos engañemos, pero es mucho más limpio, es muy duradero y muy económico. El pladur es uno de los materiales estrella de la obra seca. 

El último punto que merece un apartado en la obra seca es la decoración. Aunque todo depende de los gustos de cada uno, cuando se trata de hacer un lavado de cara, la decoración es una de las partidas que hay que tener en cuenta. A veces, nos gastamos mucho dinero en una lámpara, sofá o en un cuadro. Pero la obra seca también te enseña que existen materiales, textiles, muebles y elementos decorativos muy económicos que hacen que la habitación que estés decorando brille por sí sola. Antes de comprar piezas sueltas, haz un presupuesto de cada estancia y valorarás lo que verdaderamente puedes o no gastarte.