Este proyecto es un bombón en pleno centro. En la vorágine de la ciudad, nos encontramos este pequeño oasis alejado del ruido del tráfico y de la gente.
El propietario pretendía exprimir el potencial de su vivienda y sacar todo el partido posible a los 32 metros cuadrados de los que dispone, más casi 8 m2 de terraza en un nivel superior.
Debido a que las zonas húmedas se concentran en una zona muy concreta acotada por la estructura del edificio, en este ámbito nuestra intervención pasa por reordenar el espacio, regularizar tabiquería y tratar de aprovechar todos los rincones.
El resto de la vivienda se trata como un loft, donde las separaciones entre estancias se realizan con mobiliario y la intimidad del dormitorio se consigue mediante una mampara móvil que lo “independiza” visualmente cuando accedemos a la vivienda.
La escalera actualiza el acabado de sus peldaños, en roble, se refuerza en algunos puntos mediante tensores a techo y se diseñan pasamanos nuevos, ligeros y poco invasivos visualmente.
La gran alegría es descubrir que detrás del falso techo hay estructura de cerchas de madera que podemos dejar vistas, con lo que ganamos sensación de amplitud y podemos iluminar mediante luces indirectas que cambian radicalmente el espacio.
Y puestos a recuperar elementos originales, recuperamos también una de las paredes de ladrillo. Con ésta no tenemos tanta suerte y hay que repararla por completo...pero el resultado merece la pena. ¿Qué opináis?
Ficha de proyecto:
Año: 2016
Superficie útil: 32 m2 aprox. + 7,90 m2 de terraza
Contratista: Ingeninsa.
Fotografías: Álvaro de la Fuente y La Reina Obrera
- Año de finalización:
- 2016
- Etiquetas descriptivas:
- técnicos, arquitectos, antes y después
2 Comentarios
Queda muy mono y la verdad es que tampoco parece que tenga 40 m2 no se ve muy grande pero está bien aprovechado
Un proyecto muy interesante. Me parece genial la forma de aprovechar el espacio y eso. Los materiales escogidos también parece que darán buenos resultados.