Cómo transferir imágenes sobre madera

#1 Material necesario

y consejos preliminares

Antes de entrar en materia, debes saber que en la red existen

tutoriales con algunas variaciones que pueden llegar a confundir. Yo te

recomiendo empezar por este que te propongo, el más sencillo, y cuando ya

tengas claro el procedimiento empezar a experimentar con otros materiales. ¿Qué necesitas?

1. La fotografía

   o imagen que quieras transferir, impresa en una impresora láser y en papel

   blanco normal de 80 gramos. Cuidado con este punto, porque las impresoras

   domésticas no suelen ser láser, con lo que, probablemente, tendrás que ir a una

   copistería.

2. La foto

   o imagen impresa debe estar invertida, en efecto espejo, para que a la hora de

   transferirla, como la pegaremos boca abajo, se refleje la imagen real. Por

   ejemplo: si se trata de una foto tuya en la que sales mirando a la izquierda, sobre

   papel tendrías que estar mirando a la derecha para que, una vez transferida, salgas mirando a la izquierda como en la original. ¿Me explico? Este detalle

   debes tenerlo especialmente en cuenta cuando aparezcan letras o números, ya que

   de lo contrario se verían al revés. Para voltear la imagen puedes utilizar

   cualquier sencillo programa de edición fotográfica.

3. Una base

   de madera lijada, preferiblemente de un tono claro que

   se ajuste a la fotografía o bien del tamaño que tú decidas. ¡Puede tener la forma y el grosor que tú quieras!

4. Una

   brocha pequeña.

5. El pegamento

   especial para transfer sobre madera. Hay varias marcas, tan solo fíjate que

   sirva para utilizarlo sobre madera. Lo podrás encontrar en papelerías o

   establecimientos donde vendan artículos para hacer manualidades.

6. Una

   esponja o bayeta húmeda.

7. Un vasito

   o pequeño recipiente con agua.

8. Barniz incoloro.

#2 Recortar, encolar y dejar secar

Créeme cuando te digo que la técnica

del transfer tiene más aspectos previos a tener en cuenta que dificultad en su

ejecución, porque, una vez tienes el material y la imagen correctamente volteada

e impresa a láser, tan solo tienes que dar una capa de pegamento transfer a

la madera y a la imagen.

Una vez ambas superficies tienen

el pegamento transfer puesto, coloca la imagen sobre la madera y presiona con

tus manos o con la ayuda de una regla para que no queden pegotes. Déjalo secar

como mínimo una hora.

#3 Frotar y frotar…

Una vez seco, hay que humectar

bien el papel con una esponja o con un trapo mojado. El papel tiene que

ablandarse lo suficiente como para que, al frotar con la yema de los dedos, vaya

saliendo poco a poco hasta que quede solo la imagen transferida sobre la

madera. Se trata de ir haciendo «pelotillas» hasta que la imagen se vea nítida.

Si se te salta un poquito la imagen no te preocupes, no es que lo hayas hecho

mal, es realmente complicado que quede perfecto. Además, estos pequeños

defectos le dan un aire desgastado y vintage muy interesante, forma parte del

encanto de la técnica.

#4 Barnizar y disfrutar

Ya tenemos la imagen transferida,

ahora toca darle una capa de barniz incoloro para protegerla. Hazlo cuando la

imagen aún esté húmeda, ya que si dejas que se seque, verás como se va poniendo

ligeramente blanca. Eso se debe a que el papel nunca se acaba de sacar al 100%,

tan solo le hemos quitado el máximo de capas posibles para que la imagen salga

a relucir. Una vez hecho esto, ¡ya tienes

tu cuadro personalizado sobre madera!

Un resumen gráfico del paso a paso

Por si te ha quedado alguna duda,

en este esclarecedor resumen gráfico puedes ver de nuevo cómo se transfiere una

imagen sobre madera, paso a paso y con otro ejemplo. En este caso, una foto en

blanco y negro. Fíjate en lo que te comentaba

antes; en este ejemplo se ve claramente que la imagen no se ha transferido a la

perfección, sino que hay fragmentos que han saltado al frotar, dándole un aire

vintage irresistible.

Un universo de

posibilidades

Ahora que ya has visto la técnica al detalle, imagínate todo

lo que puedes hacer con una simple fotocopia láser y un tablón de madera. ¿Verdad

que ya tienes miles de ideas? Con fotos de familia, de tu bebé, de los amigos o

sencillamente frases e ilustraciones que te gusten. ¡Y no hace falta que sea un

cuadro! Mientras la superficie sea de madera, puedes hacerlo donde quieras: en una

caja de vino reciclada, en un mueble, en un macetero o ¡en un palé!

¿Qué te ha parecido esta técnica? ¿La conocías ya?