Cuando tengamos intención de renovar las puertas de casa es posible que no reparemos en las bisagras. Es preciso tratarlas adecuadamente para que no destaquen negativamente sobre el conjunto.
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Por eso si has pintado la puerta y cambiado la manilla, lo siguiente será adecentar la bisagra pintándola. A continuación te damos las claves para hacerlo y conseguir el acabado perfecto:
- Lo primero que haremos será poner una cinta protectora en el entorno de cada una de las bisagras. Procura escoger una cinta especial para superficies delicadas para que no se levante el lacado o pintura de la puerta.
- Tenemos que preparar bien la superficie de la bisagra antes de pintarla. Para ello pasaremos una lija de mano. Con ello conseguiremos que se adhiera mucho mejor la pintura.
- Retiramos con un paño el polvo originado al lijar y le damos una capa de imprimación selladora que contribuirá a que la pintura se fije mucho mejor.
- Siguiendo las indicaciones del fabricante, dejaremos que se seque el tiempo estimado y a continuación de daremos un par de manos de esmalte. Si tienes una puerta blanca y la manilla es de color plata combinaría bien que pintases las bisagras de un tono plateado, aunque también el blanco encajaría bien.
- Cuando haya secado la pintura se podrá retirar con mucho cuidado la cinta adhesiva que protegía a la puerta. También es preciso que tengas en cuenta que no se debe de abrir la puerta durante el tiempo que la pintura se conserve fresca, así que la dejaremos secar totalmente para que no se desplace.
Estos pequeños detalles, como el cuidado de las bisagras, nos ayudarán a conseguir una puerta más bonita estéticamente. Hay que procurar integrar en ella todos los elementos, tanto las bisagras como la manilla. Con estos consejos has conseguido dejar como nueva cualquier puerta de tu casa.