No es fácil asumir que los hijos crecen. Es cierto que cuando va pasando el tiempo -queramos o no- los niños dejan de ser niños y se convierten en adolescentes. Con ellos, llega una nueva etapa y también, el cambio de dormitorio. A veces, nos pensamos que un dormitorio infantil puede durar eternamente, pero no es cierto. Es importante convertir el dormitorio infantil en juvenil y que nuestros hijos noten que su habitación cambia y evoluciona con ellos. Estos consejos te ayudarán a conseguirlo con éxito.
Deja que su pasión impregne las paredes

¿Tu hijo tiene pasión por la música, la electrónica o la robótica? ¡Entonces, potencia ese talento y deja que su habitación respire su pasión! Paredes que hablan por sí solas (fáciles de limpiar si son de pizarra), instrumentos musicales que reinan en el dormitorio pero sobre todo, un espacio donde él se encuentre realmente seguro.
Dormitorio de una adolescente que dejó de ser niña

No es fácil aceptar que tu hija ya no juega con muñecas y sin embargo, le gusta diseñar. Customizar un dormitorio puede ser increíblemente divertido para ti y para ella y seguro que le haces la mujer más feliz del planeta. El papel pintado te permitirá jugar con las texturas y se convertirá en un elemento clave en la decoración. Cambia las tonalidades de colores por una gama más "fría" pero elegante a la vez: los rosas, blancos y grises pueden ser una combinación realmente perfecta.
Textiles con personalidad

Una de las claves para actualizar un dormitorio juvenil es cambiar los textiles, incluida ropa de cama, cojines y alfombras. Atrás quedaron los textiles de muñequitos o dibujos para dar la bienvenida a una cama con nórdicos geométricos y miles de cojines. Cuantos más, mejor. Una alfombra sobria pero bonita completarán el dormitorio.
Una cama en las alturas

Cuando son pequeños, necesitan mucho sitio en el suelo para jugar pero cuando se hacen mayores, necesitan espacio para estudiar. Quizá el dormitorio tenga pocos metros de superficie, pero una solución perfecta podría ser construir la parte de descanso en la zona superior y dejar la inferior como zona de estudio o lectura. Las estructuras que ofrecen esta doble funcionalidad son prácticas y resuelven muchas necesidades.
Cuando dos adolescentes comparten habitación

Compartir con un hermano el dormitorio puede ser genial si cada uno tiene su propio espacio y si las zonas están delimitadas para que cada hijo, con su propia personalidad, haga del dormitorio su refugio. Cuando no hay mucho espacio, la funcionalidad de los muebles es una de las premisas de éxito, por eso el mobiliario ligero es un acierto en este tipo de dormitorios: cestas y cajones para el almacenaje, y una litera para el descanso no deben faltar tampoco.
Una habitación para hacer mil cosas en ella

A los adolescentes les gusta tener su propio espacio, donde escuchar música, ver una película, leer, estudiar y descansar. Por eso, un dormitorio juvenil perfecto debería cumplir con estas funciones, aunque desgraciadamente el espacio limita mucho. Sin embargo, en un dormitorio con planta rectangular, puedes plantear cada área repartida a lo largo del mismo, de tal forma que tu hijo pueda disfrutar de cada rincón.
Versatilidad y practicidad

Los muebles versátiles ayudan mucho a la hora de plantear un dormitorio para jóvenes. Por ejemplo, una cama que por el día es sofá y que por la noche es cama, es una buena alternativa. También lo es los muebles que hacen la función de escritorio y de cómoda. Estanterías que alojan las mejores novelas y música, y una buena mesa de estudios tampoco pueden faltar.
hace 5 años
A las chicas también les puede apasionar la robótica y a los chicos el diseño. Basta ya de estereotipos de género!!
hace 5 años
Totalmente de acuerdo Helena.
hace 5 años
Las literas son una buena idea para "agrandar" el espacio de las habitaciones pequeñas. Pero para mí el problema surge a la hora de hacer las camas superiores. Debe ser incomodísimo, no?