¿Harto de frotar y frotar sin que queden perfectos? Te contamos cómo limpiar los cristales de las ventanas y los muebles con los mejores resultados.
En este artículo
- Productos para limpiar cristales: cuáles sí y cuáles no
- 1. Aplica la mezcla limpiadora en el cristal
- 2. Pasa la rasqueta, ¡y adiós a los rastros!
- 3. Y termina con los espejos, mamparas y pantallas
- Limpiar cristales por dentro y por fuera: cómo y con qué
Por su cualidad transparente, el cristal es el peor enemigo de la suciedad. Y es que hasta la más mínima gota resulta totalmente visible sobre su superficie. Por eso, resulta imprescindible encontrar un método de limpieza que deje el vidrio impecable, sin restos de productos, marcas del trapo o esas gotas secas tan rebeldes. Hoy analizaremos cómo limpiar cristales con los productos económicos, fáciles de conseguir y que no atacan el medioambiente. Y te enseñaremos a hacerlo, paso a paso y con resultados garantizados.
Productos para limpiar cristales: cuáles sí y cuáles no

Limpiadores comerciales hay muchos, y todos suelen tener las mismas fórmulas: tensoactivos, desengrasantes, alcohol, aromas… Uno de los problemas que suelen plantear es que, aunque eliminan bien la suciedad, cuesta mucho aclarar el cristal y quitar los restos por completo. Si el cristal está muy sucio, resulta imprescindible emplear uno de estos productos. Pero en lugar de utilizarlo tal cual, apúntate este truco: mezcla 1 parte de agua caliente, 1 parte de alcohol de quemar y 1 parte de limpiacristales. Quedarán menos restos y serán más fáciles de eliminar.
Los productos de limpieza caseros de toda la vida son la mejor solución. Son económicos, ecológicos y están siempre a mano. Para limpiar cristales de forma impecable sin dejar ni rastro, mezcla 1 parte de agua muy caliente (puede ser como sale del grifo) y 1 parte de vinagre. ¿La tienes? Pues sigue los pasos que aparecen a continuación y lograrás un resultado impecable.
1. Aplica la mezcla limpiadora en el cristal

La mezcla debe conservar el calor; si el agua no está bien caliente, no será ni la mitad de efectiva. Hazte con una esponja grande o una bayeta doblada y mójala en ella. Frota los cristales por el interior y el exterior, insistiendo en las esquinas y las zonas más sucias. Para limpiar cristales grandes, hazte con un utensilio extensible: alcanzan los rincones más altos sin esfuerzo. Limpia la esponja en la propia mezcla y repite las veces que haga falta.
2. Pasa la rasqueta, ¡y adiós a los rastros!

Los temidos rastros y gotas que quedan tras la limpieza de los cristales son restos de agua sucia, productos, etc. Con la mezcla de agua y vinagre los reducirás al mínimo, pero si realmente quieres trabajar la mitad, no lo dudes: hazte con una rasqueta de goma. Después de frotar con la esponja, pasa la rasqueta de lado a lado y de arriba abajo para empujar el agua hacia el marco. Solo tendrás que enjuagarla después con la esponja; el cristal quedará prácticamente seco y sin marcas de ningún tipo.
3. Y termina con los espejos, mamparas y pantallas

Las ventanas no son los únicos cristales que hay en la casa. En realidad, estamos rodeados de ellos… En el baño, por ejemplo, forman parte de los espejos, las mamparas de bañeras y duchas y las estanterías. Los espejos y las baldas de cristal se limpian de maravilla con este método: vaporiza agua muy caliente, frota con una bayeta multiusos y seca con una bayeta limpiacristales. La televisión y la pantalla del ordenador también quedarán perfectas con este método, que además es barato y súper ecológico. ¿Y qué hacemos con la cal de la mampara? Pues en este caso, lo mejor es tener a mano una rasqueta y pasarla por el cristal cada vez que usemos la ducha. Así evitaremos que las gotitas se acumulen y manchen la mampara de cal.
Limpiar cristales por dentro y por fuera: cómo y con qué

Las ventanas abatibles se pueden limpiar por el interior y el exterior sin problema. Pero a veces nos enfrentamos a ventanas que no se abren o son más complicadas de limpiar por fuera, como las correderas. Y por otra parte, ¿no sería genial poder limpiar las dos caras a la vez, ahorrando tiempo y trabajo? La solución la aportan los limpiadores magnéticos, unos utensilios provistos de esponja y cordón de seguridad que se colocan en ambas caras de la ventana. Al moverlos, el imán mantiene unidas las partes y cada esponja se encarga de limpiar su cara correspondiente. Son eficaces, pero cuidado: si los vas a usar en ventanas de doble y triple vidrio, asegúrate de que son los suficientemente potentes o habrás gastado tu dinero en vano.
hace 1 año
Tengo un espacio de 27metros cuadrados, pero es alargó, lo quería hacer apartamento, tiene una pequeña cocina y un aseo como puedo cambiar el aseo por un baño con ducha y aprovechar al máximo el espacio, para que quede bonito