Hemos hablado de las ventas, muebles y demás aspectos de nuestro hogar pero una de las partes de la casa que más acumulan polvo son las repisas exteriores.
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Las repisas se tratan de unas zonas de nuestro hogar que están muy expuestas a distintos fenómenos climatológicos, además de la propia contaminación que genera una ciudad. No hay nada mejor que asomarse a una ventana y ver que te puedes apoyar en la repisa sin ningún problema por lo impoluta que está. Por esta razón, os vamos a dar unos pequeños consejos de cómo limpiar acabar con la suciedad de esta zona del hogar.
- El primer consejo, y el más importante, es que limpiemos la repisa de forma regularmente para que su color no se disipe del todo.
- Antes de empezar a trabajar lo primero que deberemos de hacer será eliminar todo el polvo que pueda haber, que será mucho. Este paso es clave ya que si no solo quitaríamos una décima parte de suciedad, además de que la restregaríamos por el resto de la superficie.
- Si se trata de un material poroso, como la piedra, se recomienda utilizar jabón natural. Este tipo de materiales son los más asiduos a recoger toda la porquería, por lo que se necesita un mantenimiento regular.
- El tipo de producto que se utilizará será un jabón con ph neutro. Acompañado de un cepillo, se frotará bien encima de la repisa hasta que observemos que la suciedad se va eliminando.
- Mantendremos el producto durante muy poco tiempo para que haga su efecto. Acto seguido, cogeremos una bayeta seca y limpia con el objetivo de retirar todo el producto que hemos aplicado sobre la repisa.
De esta forma, cada vez que nos asomemos por las ventanas no tendremos ningún miedo a ensuciarnos de polvo.