Un hogar calmado, sereno y natural, ¿suena muy bien, verdad? La decoración de tu casa, aunque no te lo creas, influye en tu bienestar y el de toda la familia. Los colores de la pared, la forma en la que se distribuyen los muebles, dónde guardáis las cosas, el aroma que se respira... Queremos ayudarte a encontrar la serenidad en casa, para disfrutar así de un hogar mucho más calmado gracias a la decoración. Toma buena nota, y relaja tu casa.
En este artículo
- El color
- La distribución
- Más madera
- Deja que fluya la luz
- Guarda bien y mejor
- Más formas orgánicas y vegetación en casa
- Huye de los tóxicos
El color
Nuestra percepción del color afecta directamente a nuestro estado de ánimo. Por eso es muy importante acertar a la hora de elegir el color con el que vamos a teñir nuestras paredes, suelos y techos. Importa el de los muebles del salón, el de las puertas e incluso, los armarios. ¿Y qué colores son más relajantes? Siempre se ha dicho que el azul y el blanco son dos colores con los que calmar el estrés y la ansiedad. También el verde, con su frescura natural. Si tienes dudas de cómo combinarlos con el resto de elementos de la habitación, lo mejor es trabajar sobre una paleta de color en la que reine la armonía a la que aspiramos.
La distribución
Del salón, tu dormitorio, el cuarto de los niños... No es nada relajante andar esquivando muebles, ni trastos. Una casa bien distribuida se recoge mucho antes y sin esfuerzo. Y eso, desde luego, ayuda a sentirnos mucho más calmados. En el salón, por ejemplo, invierte en menos piezas y con más capacidad para guardar lo necesario. Una gran librería de pladur donde quepan todas vuestras cosas; un sofá en L que se adapte bien al hueco, en lugar de uno de dos plazas y dos butacas que dificultan el paso; una mesa redonda que facilite el tránsito alrededor de ella... Lo más importante es conseguir un espacio sobrio, pragmático y muy confortable donde uno se pueda mover sin obstáculos.
Más madera
En paredes, suelos, mobiliario, vigas y puertas... Su fuente natural nos conecta con la naturaleza y ayuda a conseguir ese hogar relajado al que todos aspiramos. La madera, envejecida y sin tratar, mezclada con otras piezas más modernas, hará que cualquier espacio decorado siguiendo este patrón gane en calidez y equilibrio. Las piezas artesanales y únicas serán el centro de atención en un espacio donde todo lo hecho a mano transmite una belleza que enamora. A la hora de decorar la casa, apuesta por la madera para las mesas auxiliares, estructura de las butacas, marcos de los cuadros, mesa del comedor o de centro, ¡e incluso suelos y techos! Elige siempre maderas certificadas, que acrediten su origen de un bosque gestionado con madera responsable, para estar aún más tranquilo.
Deja que fluya la luz
Nuestras casas se conciben cada vez como espacios más luminosos, donde la luz natural campa a sus anchas. No importa si vives en un piso interior, o en un ático con vistas. Lo importante es no poner trabas a la luz. Hazlo abriendo vanos, derribando paredes, sustituyendo las puertas clásicas por modelos de cristal, o vidrio templado, fijos con estructura de metal, cerramientos invisibles para terrazas y balcones, cortinas más ligeras, o visillos de algodón (combinados con un par de caídas para los meses más fríos). Deja que la luz natural fluya por toda la casa con una distribución de espacios combinados y abiertos, y siente toda su energía. Si tus ventanas ya son añejas, aprovecha para ampliarlas, a la vez que las cambias, por un modelo que además sea más eficiente. Al precio que está la energía, un poco de ahorro, suma también salud.
Guarda bien y mejor
¿Tienes en el dormitorio dos mesitas con cajones, una cómoda, un chifonier y un armario, y aún así te falta espacio para guardar? Cambia todo ese mobiliario obsoleto, que se come todo el espacio, por un único armario. De suelo a techo, bien organizado detrás de dos puertas correderas que se fundan con la pared. Verás cómo de repente el dormitorio se ve mucho más amplio y relajado (y tus nervios se templan bastante al encontrar todo a la primera por las mañanas). ¿Te imaginas no tener que volver a hacer el cambio de armario nunca más? Si mantienes el espacio ordenado y limpio, sentirás también que se aclaran tus ideas.
Más formas orgánicas y vegetación en casa
Esquinas y ángulos en paredes o muebles se perciben como un elemento agresivo para nuestro cerebro. En cambio, las formas redondeadas o curvas, lo calman. Si vas a cambiar algún mueble, tenlo en cuenta y ante la duda, evita los cantos. Las ventanas, actúan como escape psicológico, sobre todo si tienen vistas a un espacio natural. También los cuadros, papeles pintados, fotomurales o pósters causan un efecto parecido. Por eso es importante que tengas en casa flores y plantas naturales, junto a las ventanas, en el balcón o en la terraza, ¡o por las paredes en forma de jardines verticales! Conectar con su color y sentir su frescura, siempre da mucha vida.
Huye de los tóxicos
Hay muchas cosas que ayudan a liberar nuestra casa de tóxicos que, antes o después, se traducen en problemas de salud como cansancio, dolor de cabeza, alergias... Ventilar todos los días, utilizar materiales naturales, colocar plantas de interior purificadoras del ambiente (Potos, Sansevieria son algunas de las más conocidas), pinturas de origen vegetal y mineral sin sustancias biodegradables y respetuosas con la salud, y ropa de casa mucho más natural en forma de toallas, colchas, fundas de los cojines… Son muchos los tejidos que tenemos en casa y no siempre nos hacen bien. Merece la pena leer las etiquetas.
Ya ves que una casa sana y serena, que ofrece bienestar, tiene mucho que aportar a tus emociones. Tenlo en cuenta en cada decisión que tomes relacionada con ella, y haz de tu hogar un lugar donde vivir y compartir experiencias más positivas, que os enriquezcan a todos.
¿Y tú, vas a hacer cambios en casa y buscas conseguir un espacio más calmado y tranquilo? Esperamos que con todos estos consejos, lo consigas.