La distribución de una cocina puede facilitarnos mucho su uso. No obstante, debemos entender que no todas las distribuciones son aptas para todas las viviendas. Las cocinas lineales y paralelas suelen ser las más empleadas. No es de extrañar, pues cuentan con muchas ventajas. Te mostramos algunas de estas ventajas, pero también las desventajas, para que puedas compararlas y escoger la mejor distribución para tu cocina.
Cómo son las cocinas en paralelo

Las cocinas en paralelo tienen una distribución paralela, como su propio nombre indica. Esto significa que hay dos líneas de muebles enfrentados. Es perfecta para las cocinas anchas y alargadas, o bien para aquellas que tienen dos puertas opuestas.
Ventajas de las cocinas en
paralelo

Las ventajas de estas cocinas son muchas. Para empezar, son cocinas que permiten maximizar el espacio. Como son horizontalmente amplias, se puede organizar mejor el espacio de trabajo. Tienen, además, una distribución que ofrece versatilidad, pues puedes usar espacios integrados o separados de otros ambientes.
Otra ventaja a tener en cuenta es que esta distribución facilita ahorrar metros en el diseño de una casa desde cero. Además, en casas ya construidas, es una distribución que podría transformar un espacio de paso en una cocina.
Desventajas de las cocinas en paralelo

Toda distribución cuenta con ventajas y desventajas. En el caso de las cocinas paralelas no es menos. Hay que tener en cuenta que este tipo de cocina podría ser menos funcional dependiendo de la ubicación de los electrodomésticos y lo larga que sea.
Uno de los problemas más importantes es el espacio central. Si no contamos con un mínimo de 120 cm, será una cocina incómoda para circular y los muebles no se abrirán con facilidad.
Su disposición hace que no esté en contacto con otras zonas de la casa, no de forma sencilla. Por tanto, no te permite interactuar con familiares o amigos mientras estás cocinando, algo que otras distribuciones sí permiten, como las cocinas con isla central y abiertas.
Cómo son las cocinas lineales

Las cocinas lineales o cocinas rectas son las más empleadas en los hogares. Estas cocinas están distribuidas a lo largo de una sola pared, dejando el resto de la estancia completamente libre. Es, por tanto, una cocina que permite la integración de esta en otros espacios. Muy usada en las viviendas pequeñas que unifican comedor, salón y cocina.
Ventajas de las cocinas lineales

Su distribución hace que la cocina se vea más grande. Si la cocina es además abierta, esta sensación de amplitud será aún mayor. Además, el espacio para moverse es bastante amplio, en la mayoría de los casos y si no contamos con una cocina excesivamente pequeña. Y aún así, aunque la cocina sea pequeña, la distribución lineal logrará dar más espacio de maniobra que cualquier otra distribución.
Es destacable también que necesitas pocos metros para su diseño y que, por tanto, será menos costosa. Además, facilita mucho el tema de la limpieza y el mantenimiento.
El espacio de una cocina lineal permite que la diseñemos en función a lo que más nos guste. No hay problema a la hora de poner caceroleros, cajones o armarios abatibles, pues el espacio que hay enfrente está completamente libre.
Desventajas de las cocinas
lineales

Para que este tipo de cocinas funcione bien, necesitarás un área más larga que ancha. De no ser así, estarás perdiendo mucho espacio al elegir el diseño lineal, pues desperdiciarás los laterales o generarás un pasillo demasiado ancho. Además, las estancias cuadradas no son las mejores candidatas para las cocinas lineales, pues se estaría perdiendo espacio útil. En este caso mejor en L o en U.
Una cocina lineal excesivamente pequeña tendrá poco espacio de almacenaje, por lo que deberás optar sí o sí a colocar armarios altos.
Por último, este tipo de distribución puede condicionar muchísimo la colocación de los electrodomésticos, pues el espacio es el que hay.
hace 4 años
Las cocinas están muy bien diseñadas. Felicidades