¿Se puede cambiar las ventanas sin obra?

Cambiar ventanas sin obras es una opción cada vez más buscada por los propietarios que desean mejorar la eficiencia energética y la estética de sus hogares sin las complicaciones de una reforma tradicional.
Y es que sí, estrenar ventanas es posible sin hacer ruido ni generar polvo y escombros; solo hay que aplicar la técnica necesaria.
Esto es justo lo que te contamos en este artículo, además de conocer los beneficios de cada una y ver un paso a paso de instalación para que sepas qué puedes esperar si al final decides cambiar tus ventanas.
- ¿Es posible cambiar las ventanas sin tener que hacer obras?
- ¿Cuándo se puede cambiar las ventanas sin obra?
- Cambiar ventanas de aluminio por PVC sin obra: procedimiento
- Ventajas de cambiar las ventanas sin obras
- ¿Cuánto cuesta cambiar las ventanas de tu casa?

¿Es posible cambiar las ventanas sin tener que hacer obras?
Sí, es posible cambiar las ventanas sin realizar obras de albañilería, sea del material que sean. Para hacerlo, hay dos opciones: instalar las nuevas manteniendo el marco antiguo si está en buen estado, o quitando una parte para dejar espacio a la nueva ventana.
En ambos casos se evita demoler, picar o modificar de alguna forma las paredes circundantes. Es importante realizar bien la instalación para que el aire no se cuele por ningún hueco y se pierda aislamiento térmico.
¿Cuándo se puede cambiar las ventanas sin obra?
Si pudieran, todos los propietarios escogerían cambiar las ventanas antiguas sin realizar obras. Pero hay que entender en qué situaciones es posible hacerlo para no llevarse una decepción:
- Cuando podemos hacerlo sobre los marcos viejos
- Cuando podemos usar los premarcos existentes
El segundo caso es el ideal, pero solo es posible llevarlo a cabo en viviendas más o menos modernas, de los años 2000, momento en el que se empezaron a utilizar los premarcos como soporte para las ventanas.
Veamos en detalle cada caso para que puedas ver cuál aplica en tu caso:

Cambiar ventanas sobre premarcos
Los premarcos son estructuras que se utilizan como soporte en la construcción de las ventanas modernas y que hacen más sencilla la instalación, porque no se necesitan obras. Tampoco en modificaciones futuras, ya que la ventana está atornillada al premarco y no a la pared constructiva.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que no son universalmente compatibles con todos los tipos de ventanas y materiales.
Suelen estar diseñados para trabajar con ventanas de aluminio y PVC, así que instalación de (por ejemplo) ventanas de madera sobre premarcos puede ser más complicada (la madera tiene características diferentes en cuanto a expansión, contracción y peso).
Por el resto, los premarcos son aptos para los tipos de ventanas más comunes hoy en día, que son las correderas y oscilobatientes, y las de doble o triple acristalamiento.
Además, tienen una gran ventaja, y es que ya suelen incluir juntas de goma y espumas aislantes para mejorar el aislamiento.
Aun así, al instalar la nueva ventana se suelen aplicar espumas aislantes en los intersticios de la ventana, el premarco y la pared, así como alguna capa de yeso y de pintura para mejorar la integración de la nueva ventana con su entorno.
Por lo tanto, será necesario confirmar la cuestión del material con el profesional instalador antes de optar por esta técnica.
Cambiar ventanas sobre viejos marcos
En casos donde no se dispone de premarcos, es posible cambiar las ventanas sobre los marcos antiguos, siempre que estén bien mantenidos.
Al hacerlo, se puede conservar el cajón de la persiana y evitar hacer obras, aunque el profesional instalador tendrá que utilizar perfiles auxiliares y materiales aislantes para ocultar completamente el marco viejo.
Antes, también tendrá que cortar de forma especial el marco antiguo para que se adapte lo mejor posible al nuevo marco, que se fijará con tornillos.
Pero no te preocupes, porque la instalación es muy rápida y como no hay que tirar ninguna parte de la obra, se genera un poco de polvo pero ningún escombro.
Cambiar ventanas de aluminio por PVC sin obra: procedimiento
Cambiar las antiguas ventanas de aluminio por unas de PVC más modernas, y sin hacer obras, se ha vuelto algo muy común gracias a que este último tiene un mejor aislamiento térmico y acústico.
Además, suele ser una instalación muy sencilla que consta de 5 pasos:
- Evaluación del estado de las ventanas existentes: para determinar si existe premarco o si se puede aprovechar el marco viejo.
- Medición del espacio para la ventana de PVC: al menos tres medidas de ancho y tres de alto para asegurarse de que las nuevas ventanas se ajusten perfectamente al hueco.
- Retirada de las ventanas de aluminio: se desintalan los perfiles y cristales antiguos con cuidado para evitar dañar el marco existente si se utiliza como soporte para la nueva instalación.
- Instalación de las nuevas ventanas: directamente sobre el marco existente.
- Ajustes finales: incluye la aplicación de selladores para evitar filtraciones de aire y agua, así como posibles reparaciones menores en los bordes o áreas adyacentes.
Para rematar, se lleva a cabo una revisión para asegurarse de que las ventanas funcionen correctamente y se limpia para dejar el espacio tal y como se encontró.
Si quieres conocer cuánto cuestan las ventanas de PVC, lo mejor es que preguntes a profesionales cualificados.
Además, ellos te asesorarán de la necesidad de solicitar permisos según el tipo de instalación que hagan, ya que la multa por cambiar ventanas sin permiso puede llegar a ser elevada en función de lo que haya establecido cada ayuntamiento.

Ventajas de cambiar las ventanas sin obras
Cambiar tus ventanas, y además sin obras, solo tiene ventajas:
Ahorro de tiempo y costes
Una de las ventajas más destacadas de cambiar una ventana sin hacer obras es que el proceso puede completarse en pocas horas, a diferencia de las reformas tradicionales que pueden extenderse durante días o semanas.
Esto se traduce en menos gastos en mano de obra y en materiales de construcción, como cemento y ladrillos (sin mencionar el tener que colocar un contenedor de escombros en la vía pública, previamente autorizado por el ayuntamiento).
Menos molestias y desorden
Raro es el propietario al que no le moleste el polvo, el ruido y el desorden que implica una obra. Todo esto se evita al cambiar las ventanas sin realizar obras, de forma que no hay que interrumpir ni modificar la rutina diaria en el hogar.
Mejora de la eficiencia energética
Se estima que hasta un 30% del consumo energético de un hogar puede atribuirse a las pérdidas a través de ventanas ineficientes, así que cambiarlas puede suponer un gran ahorro en calefacción y refrigeración.
Estética renovada
La instalación de nuevas ventanas puede transformar la apariencia de una vivienda, tanto desde el interior como desde el exterior.
Las ventanas modernas están disponibles en una variedad de estilos y acabados, así que siempre hay opciones que se adaptan a la estética del hogar.
Además, esta simple renovación estética puede aumentar el valor de la vivienda en el mercado inmobiliario.
Mayor seguridad y confort
Las ventanas modernas suelen estar equipadas con sistemas de cierre más avanzados, así que son más seguras.
Y, por supuesto, que queden herméticas también contribuye a un ambiente más tranquilo y cómodo en el hogar.
Fácil mantenimiento
Las ventanas nuevas, especialmente las de PVC, requieren menos mantenimiento en comparación con las antiguas. Por ejemplo, no es necesario lijar o pintar con frecuencia, como sí ocurre con las ventanas de madera.
¿Cuánto cuesta cambiar las ventanas de tu casa?
El coste de cambiar las ventanas de una casa puede variar dependiendo de factores como el tipo de ventana, los materiales elegidos, la mano de obra, la ubicación geográfica…
Por ejemplo, las ventanas de PVC ofrecen un buen aislamiento y suelen ser más económicas, entre 250 y 350 para un tamaño estándar de 120x120 cm. Las ventanas de aluminio suelen tener un precio similar por unidad. Si fueran de madera, entonces puedes esperar que cada una te cueste entre 400 y 500 euros por ventana.
En promedio, cambiar todas las ventanas de una vivienda puede costar entre 750 y 4.700 euros, con una media de aproximadamente 2.600 euros para un hogar de tamaño estándar. Este precio incluye la mano de obra, que puede costar alrededor de 300 euros o más.
Pero como cada caso es distinto, es mejor que consultes el precio de cambiar ventanas a los profesionales de nuestro directorio para recibir una propuesta personalizada.

