Calefacción con pellets: ¿cómo funciona? [Guía de compra para elegir la mejor]

La calefacción con pellets son generadores de calor muy eficientes que emplean como material de combustión pellets de madera prensada dentro de una cámara cerrada, proporcionando un agradable calor en las estancias donde son colocadas. Lo normal antes de tomar una decisión tan importante como puede ser instalar en casa una calefacción con pellets es saber en qué consisten estas estufas, también llamadas chimeneas de pellets. 

Al utilizar una fuente de energía renovable como es la biomasa sólida (en forma de pellets) se convierten en sistemas de calefacción muy respetuosos con el medio ambiente, garantizando un elevado rendimiento energético (entorno al 90%). La razón es muy sencilla, este combustible ecológico tiene un alto poder calorífico; 1 kg de estas pequeñas piezas prensadas de madera equivalen a 5 KWh y 2 kg a 1 litro de gasoil.

Otro dato muy importante a tener en cuenta sobre la calefacción con pellets mediante este tipo de estufas es su idoneidad para calentar habitaciones individuales. O bien recurrir a ellas como una calefacción adicional o para cubrir picos puntuales de demanda, ya que estas máquinas no ofrecen grandes potencias (suelen estar en 10 kW). Mientras que en las calderas de biomasa, que usan el mismo combustible, es mayor.

Aunque el funcionamiento de esta máquina puede recordar al de las chimeneas de siempre, la calefacción con pellets evita tener que estar cortando leña para generar calor. Calienta el aire de una forma natural, emitiendo un calor radiante al ambiente que resulta de lo más agradable y siempre necesitará una toma de luz para funcionar. Puedes aprender cuánto tiempo puede estar encendida una estufa de pellets.

Su funcionamiento es automático y eso quiere decir que es un sistema seguro, sin riesgos de accidentes. A groso modo, una vez llenado su depósito con pellets, van directos al quemador de la estufa y la ventilación de la cámara se arranca con la combustión de los primeros. La estufa calienta, ante todo, a través de su ventilación regulable y para ello deja pasar aire frío a través de la boca que lleva en la parte trasera, que después es expulsada por la parte frontal o de forma canalizada. Puede ser que te preguntes si se puede usar pellets en una chimenea normal.

No obstante, estas estufas también emiten un calor radiante a través de su chasis y de la ventana de la cámara de combustión. Para apagarlas correctamente, los fabricantes recomiendan hacerlo a través de su mando a distancia o de su panel de control y siempre cuando las máquinas estén paradas.

Lo bueno de escoger una calefacción con pellets para calentar nuestro hogar es que es posible plantearnos diferentes tipos porque se clasifican según su funcionamiento. Gracias a ello resulta más fácil encontrar la solución que se ajusta a nuestras necesidades, teniendo en cuenta variables como la zona geográfica, donde se encuentra la casa y su nivel de aislamiento. Veamos cuáles son y sus principales características:

Estufas de aire

Por lo general son las más usadas y están pensadas para calentar los espacios donde han sido instaladas, como un salón amplio, o bien varias estancias que se encuentren cerca entre ellas. Calientan de forma rápida generando un aire caliente que su ventilador frontal expulsa al exterior. Su sistema de encendido y apagado es programable y para alcanzar la temperatura óptima suelen incluir diferentes potencias de ventilador y llama. Llevan una toma de corriente a 220 V y en el mercado es posible encontrar estufas a partir de 4 kW.

Estufas canalizables

Son la opción recomendada cuando se trata de calentar varias habitaciones, llevar calor entre plantas o climatizar toda la casa. Para lograrlo reparten el aire caliente por conductos especialmente diseñados para tal fin. Al entrar en funcionamiento son muy parecidas a las de aire, si bien su ventilador es más potente, pero lo normal es que deriven el calor hacia estas tomas en lugar de expulsarlo de forma frontal.

Hidroestufas de pellets

Su principal característica es que calientan agua en vez de aire para llevarlo hasta los radiadores de la casa y por tanto necesitan una tubería de ida y otra de retorno a dichos circuitos. Más bien son pequeñas calderas porque no solo calientan habitaciones, también suelos radiantes y pueden proporcionar agua caliente sanitaria. En ese caso, hay que elegir aparatos de mayor potencia. Pueden conectarse a calderas de gas o gasóleo y vienen equipados con diversos sistemas de seguridad por exceso de temperatura y de presión.

Sea cual sea nuestro elección, la mayoría de estas estufas pueden ser programadas a distancia y de ese modo van recargándose en función de las necesidades una vez rellenado su depósito de pellets. Incluso hay equipos sin electricidad, ideales para casas en medio del campo y zonas rurales; funcionan manualmente y para encender una estufa de pellet manualmente solo precisan pastilla y líquido de encendido.

Si queremos apostar por la calefacción con pellets es fundamentar saber la potencia que tendrá que tener la estufa doméstica en función del volumen del espacio que irá a calentar. Ésta se expresa en kilowatios (kW) y el cálculo medio que normalmente se aplica son 100 W por metro cuadrado para habitaciones con una altura de 2,5 metros. Dentro de la oferta del mercado este tipo de estufas para instalaciones domésticas se presentan en un abanico de potencias; desde 4 kW, pasando por 8 kW, 12 kW, 16 kW, etc.

Semejante equivalencia quiere decir que una estufa de 6,5 kW de potencia es capaz de dar calor a un interior de 70 m² como máximo y un aparato de 8 kW está recomendado para calentar estancias de unos 80 m². Ahora bien, tampoco hay que olvidarnos de otros factores que influyen a la hora de realizar este cálculo, como el aislamiento de la casa, la zona geográfica donde se encuentra y su ventilación. Cuando las viviendas cuentan con un buen aislamiento térmico el cálculo viene a ser de 70 W por metro cuadrado.

Resumiendo, un cálculo tan sencillo como el de la siguiente fórmula permite dar con la potencia que necesitamos:

Potencia necesaria (kW)=coeficiente (kW/m²) x superficie a calentar (m²).

Este tipo de estufas generan residuos al funcionar por combustión y por tanto requieren un mantenimiento periódico rápido y nada complicado. Es importante retirar las cenizas del combustible consumido para que funcionen correctamente y limpiar los orificios y las rejillas con un paño humedecido. Se recomienda hacerlo una o dos veces a la semana, dependiendo de la frecuencia con la que son usadas.

Una vez quitadas las cenizas, conviene pasar un cepillo al cenicero, o emplear un aspirador cuando necesitamos limpiezas más a fondo. Limpiar el cristal ennegrecido regularmente también favorece  que el rendimiento sea mayor. Otro método muy fiable son los deshollinadores de pellets, sobre todo cuando se trata de limpiarlas y dejarlas a punto tras el verano. Se comercializan en cajas o en bolsas grandes y son bastante eficaces para dejar los conductos libres de resinas, grasas y otros residuos.

Además de estos mantenimiento domésticos, es importante realizarlas una revisión profesional cada dos años. Lo habitual es que en ella se efectúe una limpieza de los conductos, de la cámara de combustión y de otros componentes si fuera necesario por encontrarlos en mal estado.

Siempre viene bien recordar los principales beneficios de una calefacción con pellets cuando decidimos disfrutar de su elevado confort térmico en casa:

• Es un un sistema de calefacción ecológico, respetuoso con el medio ambiente debido a su combustible, 100 por cien renovable y de bajas emisiones de CO2.
• El pellet posee un alto poder calorífico y un precio competitivo y estable.
• Proporciona un calor muy natural.
• Garantiza un ahorro energético considerable comparado con otros combustibles porque su gasto de luz eléctrica no es elevado y el consumo de una estufa de pellets tampoco lo es.
• Funciona automáticamente con una autonomía de hasta 30 horas seguidas, según modelo y potencia.
• Se puede programar: algunos diseños desde un smarttphone o una tablet.
• Es muy segura porque se para ante cualquier anomalía.