Acumuladores nocturnos: ¿Cómo funcionan?

Con el precio de la electricidad por las nubes, ahorrar en la factura de la luz se ha convertido en todo un reto. Vamos a explicar qué son, cómo funcionan y qué ventajas tienen los acumuladores nocturnos.
- ¿Cómo funcionan los acumuladores nocturnos?
- Tipos de acumuladores nocturnos: cómo elegir
- ¿Qué ventajas tiene la calefacción por acumuladores?
Lo que hacen estos aparatos es transformar la energía eléctrica en energía térmica mediante un sistema de resistencias. ¿Por qué nocturnos? Porque lo ideal es aprovechar las tarifas de discriminación horaria, en concreto esas horas valle de la noche, para que acumulen el calor que luego emitirán durante el día.
¿Cómo funcionan los acumuladores nocturnos?

La calefacción por acumuladores tiene un funcionamiento diferente al de los tradicionales emisores térmicos. Los radiadores convencionales emiten el calor mientras consumen electricidad. En el caso de los acumuladores no es así. Estos equipos tienen un ciclo de carga y descarga completamente independientes y es en el primero en el que consumen energía.
¿Pero cómo consiguen almacenar el calor para liberarlo en el momento necesario? Estos aparatos llevan unas resistencias eléctricas que calientan unos ladrillos refractarios o volcánicos. Estos son capaces de recoger y acumular grandes cantidades de calor mientras las resistencias están trabajando. Un calor que desprenderán poco a poco cuando estas paran.
Los acumuladores llevan otros elementos importantes, como reguladores para permitir elegir la cantidad de carga que se desea acumular o la velocidad de la descarga. También sensores de temperatura para regular el funcionamiento de la resistencia y, por supuesto, material aislante en el interior de la carcasa.
Tipos de acumuladores nocturnos: cómo elegir

A la hora de instalar un sistema de calefacción por acumuladores, debes tener en cuenta que no todos los aparatos son iguales ni tienen las mismas prestaciones. Existen tres grandes tipos:
- Acumuladores estáticos: son los más sencillos y económicos. Solo se puede controlar una pequeña parte de la descarga. El resto se libera por radiación a través de las paredes del aparato, cuyo nivel de aislamiento es menor que en otros tipos de acumuladores. Son una buena solución para viviendas pequeñas o para usos puntuales.
- Acumuladores dinámicos: son mucho más sofisticados, puesto que se puede controlar la descarga del calor acumulado. Por un lado, porque cuentan con ventiladores que permiten emitir la mayor parte del calor por convección en el momento que se desee. Por otro, porque en muchos casos cuentan también con termostatos y programadores. Son los más adecuados para grandes espacios o sistemas de calefacción.
- Acumuladores solares: consiguen la máxima eficiencia, puesto que se conectan a las placas solares y aprovechan sus excedentes para completar la carga.
¿Qué ventajas tiene la calefacción por acumuladores?

A pesar del precio de la luz, los acumuladores nocturnos ofrecen ventajas interesantes:
- Si dispones de un contrato con discriminación horaria o placas solares, la calefacción por acumuladores nocturnos es muy eficiente.
- Para su instalación no es necesario realizar obras, los equipos solo necesitan conexión a la red eléctrica. Además, no requieren de condiciones especiales para su instalación ni de salidas de humos.
- Existen modelos de diferente potencia, lo que permite elegir aparatos distintos según las necesidades o características de las estancias.
- Como otros sistemas de calefacción que funcionan con electricidad, no necesitan pasar inspecciones periódicas, no emiten humos o gases y son muy seguros.
Sin embargo, para aprovecharse de todas estas ventajas hay que tener en cuenta dos cuestiones fundamentales. La primera es elegir el tipo de acumulador en función del uso que se le vaya a dar y también de las dimensiones de las estancias.
El segundo aspecto esencial es que en la mayoría de las ocasiones merece la pena invertir algo más en un buen equipo. Si dispone de accesorios como programador o conectividad se ganará mucho en eficiencia.