Armarios empotrados: 3 ventajas y 1 inconveniente de tenerlos

Da igual si es una zona de paso, un hueco debajo de una escalera o un espacio inmenso que no sabes cómo solucionar. Cualquier rincón aparentemente muerto, es bueno para planificar un armario, aunque sea pequeño. Los armarios empotrados tienen la enorme ventaja, de poderse diseñar cómo y dónde quieras. 

• Nuestro consejo, es que hagas un diseño previo con tu idea y se la enseñes a un arquitecto de interiores o interiorista. A partir de ahí, podréis diseñar juntos el armario que necesitas, para cubrir tus necesidades personales o las de tu familia. Piensa que al instalarse de suelo a techo, o de pared a pared, no quedará ningún espacio muerto y resultará infinitamente más estético que cualquier modelo exento que compres. 

Y ¿qué pasa si no te lo imaginas? Tranquilo, pide un plano en 3D y podrás ver el resultado antes de empezar la obra. 

Claro porque una vez que hayáis decidido el lugar ideal en el que instalarlo, empieza lo divertido: diseñarlo por dentro. 

• Echa un vistazo de la ropa, maletas o accesorios que tengas previsto guardar en ese espacio, y encarga un diseño donde se priorice el espacio en función del uso. Un armario exento, no puede evitar un tabique o un techo excesivamente bajo. Uno empotrado puede camuflarlo o incluso aprovechar estos inconvenientes, para encontrar huecos extra en los que guardar bisutería, sombreros y otros complementos pequeños. 

Un truco para que se integre de maravilla en el hueco, es elegirlo a juego con la carpintería de tu casa. Así conseguirás un conjunto visualmente más armónico y perfectamente integrado. 

Los armarios empotrados se adaptan a todos los estilos que imagines porque se fabrican bajo pedido arreglo a tus gustos y tu presupuesto. Tanto las barras, como tabiques, cestos o cajones interiores, se pueden fabricar con distintos materiales: madera maciza, aglomerado chapado o plastificado, vidrio, metal... Déjate asesorar para acertar a la hora de elegir. 

• Lo mismo pasa con las puertas: abatibles, plegables o correderas. ¿Cuál te iría mejor? Las primeras son las más económicas. Las plegables suben el precio porque su mecanismo es más complejo. Y las últimas, son las que más se instalan hoy en día (a pesar de resultar más caras) precisamente por ser las que mejor aprovechan el espacio. 

Imagina un armario tamaño XL en blanco a juego con las paredes: pasaría totalmente desapercibido en tu dormitorio a pesar de su enormidad. O imagina lo contrario: uno abierto y de microcemento, en el que se prescinde de las puertas, y en su lugar se cierra con cortinas. Tú eliges... 

Sí, la principal es que su ubicación una vez instalado es fija, y de ahí no se puede mover. No sirve que después cambies de opinión en cuanto a la distribución, ni mucho menos que te mudes... Tú te irás, pero el armario se queda. 

• Instalar un armario empotrado, requiere de una obra que siempre va a ser más elevada que comprar un armario exento, especialmente si eres una persona itinerante. Muy al contrario, en caso de ser propietarios de nuestra vivienda, su instalación, igual que ofrecer cocinas o baños reformados a futuros compradores, siempre hará que nuestra casa se revalorice y en consecuencia, se venda antes y mejor. 

¿Y tú, estás pensando en invertir en un buen armario empotrado? ¿Qué idea tienes en la cabeza? Nos encantaría leer tus comentarios.